Europe, 1986: The Final Countdown. Europe, 2017: Walk The Earth. Dos fechas, una banda y un largo recorrido.

En 2016 Se cumplían 30 años de la publicación de un álbum que se ha convertido en todo un icono de la música rock. Temas como “Carrie”, “Rock The Night” y la aclamadísima “The Final Countdown” revolucionaron la escena musical de los últimos años de la década de los 80 y, a su vez, la vida del quinteto sueco. Durante el pasado 2017 Europe realizó una extensa gira de celebración y conmemoración del álbum que se lo dio todo. El legado sigue vivo pero la banda ha evolucionado desde su regreso.Después de separarse durante unos años para regresar en 2004 con un sonido más duro y la clara intención de demostrar que tienen mucho más que ese álbum totémico, Europe, ha ido forjando una buena discografía. Mirando de reojo a Rainbow, Deep Purple, Led Zeppelin e incluso Uriah Heep, se han esforzado por ganarse un sitio en la escena metálica revisionando su sonido hacia territorios setenteros, hard rockeros.

Pues bien, tras un arduo camino, la banda suena potente y sólida. Apoyados en la producción de Dave Cobb (productor entre otros de Rival Sons o Chris Cornell) en los míticos estudios de grabación Abbey Road, ha logrado una producción realmente sobresaliente.Apoyados en tres pilares básicos: el grandísimo carisma de Joey Tempest, la maestría de John Norum en la jungla de las 6 cuerdas y un gran trabajo envolvente por parte de los teclados de Mic Michaeli, Europe vuelve a las andadas. Let’s walk the Earth…

Apertura épica: Walk the Earth podría sonar en cualquier video motivacional: suena grande, suena duro, suena compacto. El primer destello del teclado prende la mecha de la intro que invita a escuchar con ganas, la propuesta ciertamente atrapa. Al aparecer el resto de instrumentos uno no puede más que sorprenderse por la ampulosidad y la contundencia del tema. La voz de Joey Tempest no tiembla y llena el corte con energía y personalidad. Uno casi podría imaginarse a Aquiles haciendo tronar la tierra a cada paso dado, like Champions!.

No pierde el pulso el disco en su segundo tema, vibrante aunque más oscuro y denso que el tema inicial: es The Siege. La personalidad de Norum (con un gran solo, inspirado y amenazador), bien abrazado por Michaeli y protegido por la base rítmica (solvente y metronómica) hace de es Sitio un logar del que uno no quiere salir. Muy destacable las líneas de bajo de John Leven aportando rugosidad a la mezcla final.

El trio épico se cierra con otra buena composición: Kingdom United. Me gusta especialmente el contraste que marca Norum con el omnipresente teclado confiriendo un aire apoteósico para marcar el carácter de este tema a fuego. La batería de Haughland parece llevar el ritmo de la caballería haciendo avanzar a Europe en defensa de la democracia. Si bien en primeras escuchas no me pareció muy acertado, con los siguientes acabé por levantar el pulgar y headbangear un sonoro: “Yeah!”. Se destila cierto aire de la escuela Sabbath de Birmingham. Melodía férrea, dura, que contrasta y reafirma los coros que parecen llamar al Armageddon. Simplemente siéntate y disfrútalo!

Una vez superada la tripleta épica inicial nos zambullimos en la preciosista Pictures. De nuevo, hay que darle tiempo y escuchas para apreciarla en su totalidad. Sin ser de mis temas preferidos del álbum, sí que es destacable el nivel compositivo y sentimiento impreso en ella. Ecos pop-rock envuelven con magia este tema melancólico y bien construido: la voz de Joey Tempest parece pasada por el tamiz cósmico de David Bowie en álbums como Space Oddity. Este tema requería una alta presencia de piano y a fe que la tiene y, además, acertadamente, lanza puntadas sónicas muy adecuadas para fijar el lienzo compositivo hacia dónde la banda quiere llevarnos… Avanzando de a poco y creciendo en intensidad nos encontramos sumergidos en una pintura que destila añoranza y emoción hasta que el fade out nos despierta de la ensoñación.

Menos conseguido es, a mi entender, el tema que lleva por título Election Day que, junto con Wolves, son el punto débil del disco. Aun así, de ambas se puede sacar su jugo.

En primer lugar: Election Day posee un riff muy reconocible y su estribillo simple y directo que parece parido para los directos al ser altamente “coreable” con puño en alto incluido. El resultado final resulta un poco simplón dado el alto contenido de temas anteriores, es por ese motivo que resulta menos convincente. Si bien es coherente con la sonoridad del disco le falta un poco de punch.

Por otro lado Wolves, adolece de cierta inofensividad. Posee un sonido más arenoso, oscuro pero no acaba de ser crusher. Si bien los efectos están bien conseguidos le vendría muy bien más contundencia y un sonido más áspero para estar entre los grandes de esta colección. Con una sonoridad próxima al Stoner suena a tema a medio hacer, en este caso los coros susurrados le resta dureza al tema confiriéndole un aire más espectral que árido y atemorizador, que es, creo, lo que le pega al corte.

Superado este pequeño bache se encara la recta final con el pie apretando el acelerador y destapando la mejor parte del disco.

Con GTO, el álbum gana presencia otra vez. Suena a tema que debe estar presente en futuros setlists. Es directa, vacilona y muy enérgica. En esta pieza podemos a escuchar a Tempest alcanzando sus notas más altas y el resto de la banda acompaña a la perfección al solista dando el empujo necesario para que ésta funcione realmente bien. Solos más espídicos y descaradamente metaleros se entrelazan con el latir del motor de la batería y el arar de las ruedas sobre el asfalto del bajo.

Decíamos que la parte final del disco parecía ser la más acertada de todas: Haze viene a demostrarlo. El trabajo de Hauhland en este tema es altamente notable (atención al solo en el asalto final del tema). Los destellos psicodélicos alumbran el corte y la rítmica saca a relucir todo su esplendor. Realmente Haugland lleva sobre sus hombros el tema y lo conduce de maravilla. El respaldo de los teclados no hace más que aumentar la grandiosidad del tema bien rematado por el riff gigante que se desliza por toda la composición. Un tema soberbio, si más.

Whenever you’re ready sigue perfectamente la estela de Haze y GTO. Se nos viene encima un tifón, y es que Norum descarga unos guitarrazos directos y atronadores que levantan el tema por los aires. De nuevo un corte rápido, cerrando el trío speedico formado por ésta y los dos temas anteriores. En poco menos de tres minutos la banda descarga un temazo tremendamente heavy. La pasarela hacia el final del disco está servida.

La coda de este Walk The Earth es una maravilla compositiva. Siete minutos para desarrollar un tema de gran belleza melódica. Los diferentes elementos que componen el corte juegan entre sí creando un medio tiempo de marcado carácter. Estamos hablando de Turn to Dust. Una composición en la que sumergirse lentamente. De nuevo una gran intensidad emocional rezuma por todos los poros de la canción. La guitarra de Norum llora al mejor estilo Gary Moore. Mic Michaeli nos transporta en volandas con sus teclados y Leven y HaughLand cierran la marcha dotando al corte de la dureza mínima para hacerla respirar dolorosamente mientras, Joey Tempest transmite gran emoción desde su poderosa garganta.

La rosa tiene espina: el tema se termina abruptamente para dejar paso a una pequeña canción jazzy que parece metida con calzador. A pesar de ello estamos ante un cierre muy acertado para este álbum de los suecos.

Dejaros guiar por los senderos sónicos de Europe.

Marcel Palagós

Temas:

1. Walk The Earth
2. The Siege
3. Kingdom United
4. Pictures
5. Election Day
6. Wolves
7. GTO
8. Haze
9. Whenever You’re Ready
10. Turn To Dust





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