¿Cuántas veces nos habremos topado con bandas nuevas de las que se dice, por activa y por pasiva, que son los nuevos salvadores del hard rock, para luego toparnos con algo que dista mucho de ser la panacea que nos prometían? Demasiadas, sin duda. Y es que los fans del hard rock somos tozudos y esperanzados y, una vez tras otra, nos tragamos con ilusión cualquier nuevo atisbo de futuro brillante en el género. Por contra, también somos exigentes, y cuando nos dan gato por liebre rápidamente desechamos los sucedáneos. ¿Y por qué suelto todo este rollo, te preguntarás? Pues porque por una vez, y gracias a la oportunidad que me da el escribir en esta santa web, voy a ser yo el que recomiende una nueva banda de hard rock. Quizá no salvarán nada, pero sin duda, Inglorious han irrumpido con fuerza en el panorama y, como mínimo, te alegrarán unas cuantas tardes.

Edko Fuzz

El alma de Inglorious es Nathan James, un cantante de voz prodigiosa que se dio a conocer gracias al programa de talentos ‘Superstar’ en Inglaterra. Esa plataforma le valió trabajos con Uli Jon Roth o incluso Trans-Siberian Orchestra hasta que en 2014 decidió formar su propia banda. Cuando el guitarrista Wil Taylor llegó al redil la cosa empezó a tomar forma y pronto llegó la sección rítmica formada por Colin Parkinson y Phil Beaver. La pieza final del rompecabezas llegó desde Suecia con el guitarra solista Andreas Eriksson. A los pocos meses la cosa ya funcionaba y, gracias a buenos contactos, la banda logró la colaboración de gente como Al Pitrelli o Joel Hoekstra para escribir los temas que ahora componen su disco de debut.

Musicalmente, Inglorious nos retrotraen a un pasado mejor, donde Led Zeppelin y Deep Purple reinaban y las bandas que intentaban copiar a sus héroes se llamaban Whitesnake. Y ello se puede comprobar en cada uno de los temas que componen este "Inglorious", el disco de debut de este explosivo combo. Tras una intro Purple-iana que se antoja algo innecesaria, el incendiario riff que da pie a "Until I Die" es como escuchar a Led Zeppelin hasta las trancas de esteroides. La producción es moderna y limpia, pero a la vez no demasiado, lo cual hace que la música suene más orgánica, como tiene que ser. La voz de James rápidamente llama la atención. Es imposible no pensar en nombres como David Coverdale, Ray Gillen o incluso, claro que sí, Chris Cornell. Y eso, amigos, debería hablar por sí solo. Pero lo mejor de todo es que la canción… ES BUENA. ¿Cuántas veces habremos descubierto una de las panaceas de las que hablaba al principio que acababan aburriendo a los dos minutos de tema? Pues eso no pasa con Inglorious. Más canciones como "Breakaway" con su sabor a Whitesnake setenteros (y dejes de voz a lo Britny Fox, toma ya, esta no os la esperábais, eh?), "High Flying Gypsy" (que me aspen si esto no es un claro tributo a "Kashmir") o la bluesy "Holy Water" (donde James incluso nos deja entrever a un poco de Richie Kotzen en la voz) son todas grandes CANCIONES. Bien ejecutadas, bien escritas, y pensadas para que el oyente las tararee cuando no está escuchando el disco.

La banda suena poderosa, y los solos de Taylor y Eriksson son canela en rama, muy deudores de los clásicos del género (aunque sin llegar a cotas tan altas, tampoco hace falta exagerar). Todos los músicos se mueven con comodidad en todos los terrenos que tocan los temas, ya sea caña burra como "You’re Mine" o la delicadeza de una fantástica pieza como "Girl Got a Gun" en la que James es la pura recreación de una simbiosis entre Oni Logan y Gillen. ¿No te lo crees? Escucha el tema y me dices.

A pesar de que Inglorious demuestran que se desenvuelven perfectamente en su cometido, también es cierto que llega un momento en que el disco se empieza a desinflar y se te atraganta un poco. Por ejemplo, el propio tema "Inglorious" no acaba de encajar con las pautas que marca el disco hasta ese momento, y el tema tampoco es que sea para tirar cohetes. Lo mismo sucede con "Wake" y "Unaware" que cierran el disco de manera algo desigual y que dejan un sabor agridulce tras el subidón que supone la primera mitad del disco. A pesar de ello, "Inglorious" es un disco de debut a tener muy en cuenta de una banda que merece ser seguida en los años que vienen. Si logran seguir unidos, tener las ideas tan claras sobre cómo sonar y mantener un directo tan potente como el que pudimos comprobar cuando abrieron para The Winery Dogs, desde luego que Inglorious tienen ante sí un futuro que se antoja cuanto menos prometedor. Por el momento, yo seguiré agitando la cabeza al ritmo de "Until I Die".

Edko Fuzz

Temas:

1. Until I Die
2. Breakaway
3. High Flying Gypsy
4. Holy Water
5. Warning
6. Bleed For You
7. Girl Got a Gun
8. You’re Mine
9. Inglorious
10. Wake
11. Unaware