Un álbum nuevo de Iron Maiden es siempre un gran acontecimiento en el mundo de la música. La banda consagrada en el Olimpo del Metal y tras la mega gira de recuerdo de la que fue su segunda etapa nos presentan un nuevo trabajo que conforma su decimoquinta entrega en estudio (que casualidad el primer corte se llama Satellite 15…).

Maiden no es sólo música, es una filosofía dentro del metal y cada producto que lanza lleva incorporado una serie de elementos que también son determinantes. El primero y más inmediato es la portada, ¿Cómo se nos presenta esta vez Eddie?.Pues bien, como ya habréis visto, esta vez nos viene de alienígena, han apostado por un concepto de ciencia ficción espacial y en esta ocasión sí que la carpeta está a un nivel de calidad adecuada, cosa que no ocurrió con las últimas dos portadas de los trabajos de estudio.

Otros elementos que incorporan son los nuevos arts works de Eddie que genere el nuevo álbum; además de la portada hasta ahora hemos visto el formato de “comic” futurista de su primer single “El Dorado”.Estos elementos darán lugar a camisetas, tazas y elementos de merchandising que saciarán la sed de todos los que somos adictos a la Doncella. Sin dejar tampoco de mencionar el montaje en directo que acompañe a la presentación del álbum del que podrán disfrutar aquellos que tengan el privilegio de poder asistir a sus conciertos de la presente gira.

El álbum se grabó bajo la producción de Kevin Shirley en los estudios Compass Point en Nassau, Bahamas, donde grabaron los míticos “Powerslave” ó “Somewhere in time” y se presenta en cd sencillo, edición especial (presentado en caja metálica con enlaces de extras) y doble vinilo picture. Está compuesto por diez cortes de los que la mitad supera los ocho minutos, con una duración de casi 77 minutos.

No es para nada un disco de singles ni de canciones inmediatas sino de esos trabajos de múltiples escuchas y que requiere de reiteradas audiciones para cogerle el punto. De todas formas, el Deja-vu durante muchos momentos del disco de haber escuchado esto antes es constante, pero sin incurrir en reiteraciones.

Como siempre, en la base de todo se encuentra Steve Harris que co-firma todos los temas menos el último que es totalmente suyo (y se nota).La presencia de Adrian Smith es evidente y notoria participando compositivamente en seis de los temas. Bruce Dickinson lo hace en cuatro, Gers en dos y David Murray en uno.

El nuevo disco abre con “Satellite 15…The final Frontier” , un tema que supera los ocho minutos y que se divide en dos partes claramente diferenciadas: Una primera a modo de introducción algo experimental e inusual que quizás sea algo larga (más de cuatro minutos) y el propio tema en sí que ya tuvimos oportunidad de escuchar en el espectacular videoclip que estuvo colgado unos días en su página web. Suena compacto con clase, no es un tema veloz pero es potente.

El segundo corte es el primer single que ya adelantaron al lanzamiento “El Dorado”.Se trata de un tema muy Maiden donde se “cabalga” desde el principio y con un estribillo que nos muestra la resonancia de Bruce.

“Mother of Mercy” se sale de la línea habitual y recuperan esos teclados de fondo que utilizaron en el “Somewhere in time” donde nos muestra una nueva vertiente del sonido Maiden, pues no habían hecho nada así antes, pero suenan a ellos. “Coming home” es una balada que se inicia con una parte instrumental que se repite hacia la mitad y al final con esencias del “Piece of mind”; es un tema muy tranquilo donde se nota mucho la mano a nivel compositivo de Bruce Dickinson tremendo a la voz.

“The Alchemist” es otro corte típico de Maiden que a seguro deleitará a todos sus fans, la base ritmica es clavada a “Be quick or be dead” de su “Fear of the dark” buenas guitarras y Steve inconmensurable al bajo. Ideal para el directo.

“Isle of Avalon” tiene unas referencias muy marcadas al interludio lento de “Rime of the ancient mariner” del “Powerslave”. En la parte rápida nos presenta un estribillo y unas partes bastantes progresivas con algún guiño a “Paschendale” de su “Dance of death”.Digamos que es un tema que sigue el espíritu de “Rime of the ancient mariner” o “Seveth son of a seventh son” y que gana mucho en las escuchas.

El séptimo corte “Starblind” arranca lento y entra en una cadencia rítmica que va variando dentro de esos tintes progresivos que son las señas de identidad e los actuales Iron Maiden.“The Talisman” comienza con la voz de Bruce y guitarra acústica hasta el minuto 2:15 en el que entran los Maiden genuinos y Bruce con una voz que nos recuerda a la época del “Peace of mind”.De nuevo se suceden los desarrollos progresivos donde las guitarras desarrollan su labor con maestría para finalizar de nuevo con Bruce muy bien en su labor.

“The man who would be king” sigue la línea compositiva del álbum con comienzo lento, cambios constantes de ritmo, su parte instrumental…otro buen tema y posiblemente de los más currados en cuanto a composición. En el minuto 3:15 hay un guiño en la batería a “The Clairvoyant” que no son más que uno de los muchos Deja-vu mencionados al principio.

“When the wild wind blows” posee esa introducción con el bajo de Steve marcando los tiempos y la guitarra hacienda la melodía (como en los comienzos de “Fear of the dark” o “The Clansman”) .Se trata de un corte típico Harris y hacía tiempo que no cerraban un álbum con un tema tan bueno donde la labor de las guitarras es descomunal y Nicko en la batería esta impresionante. Nos regalan once minutos que se pasan volando al más puro estilo Harris con ciertos tintes celtas.

En lo musical todos rayan a buen un nivel, es cierto que Bruce no canta como antes pero cumple con creces. Me ha sorprendido gratamente la labor de Nicko McBrian a lo largo del disco con matices que hasta ahora no le habíamos escuchado. Steve Harris al nivel de siempre demostrando que es el alma de este grupo. El trío de hachas espectacular, no habían conseguido hasta este disco un sonido tan compacto con unos punteos bien estructurados, no excesivamente largos y donde hay hueco para todos.

Seguro que el nuevo trabajo tendrá una buena acogida dada la gran cantidad de fans incondicionales de la banda, se trata de un buen trabajo pero que dista mucho del estilo de los ochenta. La apuesta tomada por la banda en la de orientar su sonido a unos tintes más progresivos les resta comercialidad. Este hecho produce que los temas sean más extensos y de esa forma han conseguido fabricar el disco de estudio más largo de su carrera.

No intentéis buscar aquí himnos del pasado, aquí no hay ni soldados de caballería ni números de la bestia ni fantasmas de la opera; hablamos de una banda que nunca se ha estancado en el pasado, sino que ha sabido evolucionar hacia otros sonidos pero con la gran virtud de que siempre suenan a ellos. Es hora de disfrutarlos.Up the Irons!

Toni Marchante

Temas:
01. Satellite 15….The Final Frontier (8:40)
02. El Dorado (6:49)
03. Mother Of Mercy (5:20)
04. Coming Home (5:52)
05. The Alchemist (4:29)
06. Isle Of Avalon (9:06)
07. Starblind (7:48)
08. The Talisman (9:03)
09. The Man Who Would Be King (8:28)
10. When The Wild Wind Blows (10:59)