Algo pegajoso hay en Valencia. No es la calavera de Yorick, el bufón de la corte danesa de Hamlet, son cuatro calaveras, los jokers valencianos que viven, respiran y sudan sleazy, glam y tienen absolutamente toda la rock attitude necesaria para comerse la escena.

Marcel Palagós

El camino que empezó a labrarse en 2013 con Sex, Booze & Tattoos y que siguió creciendo con Here comes… The Jokers (2015) tiene su continuidad con una nueva colección de temas paridos por mamá Skid Row, en lujurioso concubinato con Mötley,Crüe, New York Dolls y tantos otros.

El tercer asalto se presenta rudo y crudo. La banda flirteó con el desastre pero ya se sabe que esta gente, como decía Lemmy, nació para perder y viven para ganar: pasaron de quinteto a cuarteto, entró nuevo batería, los cimientos temblaron pero la casa no cayó, se afianzó y creció hasta convertirse en la femme fatale del sleazy nacional. El new kid Alex Rayder no solo encaja a la perfección si no que aporta dosis de energía y pasión, contundencia y diversión a la mezcla final. Never say Forever no necesita mucho minutaje para llegarte al alma y devorarla por completo; escasos cuarenta minutos son más que suficientes para llevarte de paseo por el Sunset Strip más canalla, peligroso y salvaje. El cover art tampoco defrauda, toda la decadencia yankee queda expuestas en esa cadavérica estatua de la Libertad, otro trabajazo inmenso de Dr. Octane.

Anywhere es el tema encargado de prender la llama, iniciar un fuego avivado por poderosos riffs (muy deudores de Ratt) y suntuosas pistas de bajo. Las referencias son constantes en todo el álbum y, ojo, no por eso el disco es menos recomendable. El sonido Jolly Joker ya está ahí: Nasty Habits es una buena muestra de ello y, aun guiñado el ojo a G N’ R, consigue sacarse las pulgas del tributo a todas esas bandzas y sonar a ellos mismos. El tercer corte del álbum fue el escogido como single: Believe es un tema más melódico que los anteriores. Destila fuerte aroma ochentero y la sombra Ac/Dc planea entre los acordes. Gran solo de guitarra enroscado con una buena interpretación de Lane para un tema pegadizo. Un buen riff, totalmente reconocible impulsa el tema dotándolo de carisma con las líneas de bajo subrayando cada fraseo guitarrero.

La banda recupera su lado más salvaje y áspero con I Am Rock & Roll: corte de tintes metaleros en el que los jokers desempeñan su lado más directo, más intenso. Un tema que crece apoyado en las cuerdas vocales de Lazy, el buen trabajo de la base rítmica y toda la actitud de Yannick. El decálogo 80’s se despliega con todo su encanto glammy: Hey Babe es socarrona, chulesca y festiva. En seguida el álbum cambia de sonido, ensuciándose con un buen ejercicio de hard: Stay behind. Podría ser perfectamente el hijo descarriado de Ac/Dc y Motöthead: no suena mal,verdad?

Set my soul on fire vive directamente de The Cult, sobretodo en su parte vocal. El trabajo de Yannick es nuevamente sobresaliente. Me apetece destacar a Luke, en todo el disco el bajo es una auténtica maravilla pero en este tema simplemente me agarra, me levanta y me da vueltas como en un baile salvaje…bravo!. Cierra el plástico I wanna go, sleazy preñado de teclado, vertiginoso y peligroso. De nuevo otro paseo por Sunset Strip, por sus locales más oscuros, sucios, viciosos…en fin el antro en el que todos querríamos desafasar mano a mano con los Jokers.

Definitivamente Jolly Joker ha parido un álbum cojonudo. Directo, voraz, divertido, sin florituras innecesarias. Quieres un álbum que te haga mover el trasero, transitar por el lado más peligroso del rock? Agárrate un cópia de este Never seay Forever y tienes el viaje garantizado. EL rock vive y colea, y, de la mano de los JJ se ligará a tu madre, a tu hermana y si me apuras hasta a la abuela! Long life to rock, long life a los Jokers!

Marcel Palagós

Temas

Anywhere
Nasty Habits
Believe
I am Rock & Roll
Hey babe
Stay Behind
Set my soul on fire
I wanna go