Tiendo a echarme a temblar cuando un grupo veterano saca un nuevo trabajo porque nunca se puede saber si va a suponer madurez o decadencia. Como este año está siendo un no parar, ha habido suerte con los italianos y Welcome to the Absurd Circus, con el que dan prácticamente la «bienvenida» al año, tiene ingredientes como para seguir resonando en los próximos meses.

Sara J. Trigueros

Pero para bienvenida la que supone «The Absurd Circus», el primer single que tuvimos oportunidad de escuchar. Es, de entrada, uno de los puntos álgidos del álbum. Y, ojo, porque no será el último. Desde la melodía power metalera de los primeros minutos hasta esa parte central más progresiva y que camina hacia un nuevo episodio de tralla y energía (mención especial para el solo de teclado), todo suena redondo y augura que la hora que tenemos por delante será más que prometedora. Le toma el relevo una «Live Today» que no le va a la zaga: tras un primer minuto que combina velocidad y épica, un anticlímax creado por Oleg Smirnoff y Roberto Tiranti nos conduce a un estribillo avasallador que, a su vez, nos llevará a una sucesión de solos de guitarras dignos de nombrar.

Con muchísimo acierto introducen como tercera pista «One More Last Chance», que comienza con una atmósfera calmada sobre la que destaca la lírica de Tiranti, un cantante que no fuerza en absoluto su registro y que se irá dejando llevar por el juego entre Olaf Thörsen y Andrea Cantarelli, principales responsables de que este aparente descanso no sea un frenazo en seco. Labyrinth sigue explorando la faceta melódica, apuntalada por los coros, y con una base rítmica relativamente pausada (aunque no durante todo el tiempo) que ayuda a resaltar el resto de elementos.

Labyrinth – The Absurd Circus

Donde también puede destacarse el trabajo de batería es en lo que viene a continuación: «As Long as It Lasts», con sus teclados más electrónicos, tiene unos cambios de ritmo que ponen en su lugar al único miembro de la formación al que todavía no habíamos visto en acción, Matt Peruzzi. Es en estos temas en los que el power metal da un paso al lado y se dejan ver más las influencias progresivas donde más se disfrutan los aspectos técnicos de una banda que —y ahora me desentiendo de las baquetas y paso a hablar del conjunto— lleva más de dos décadas en la brecha y ha sabido no anquilosarse en un género que llegó casi a morir de éxito hace algunos años (no hay más que pararse a recorrer la discografía de Rhapsody para entender un poco la saturación a la que me refiero).

«Den of Snakes» baja un poco el nivel alcanzado con unas líneas y estructuras menos, si se quiere, evolucionadas, pero aun así aguanta el tipo gracias al trabajo vocal y a un omnipresente aunque discreto bajo (Nik Mazzucconi) que dialoga con el resto de músicos. Más o menos en la misma línea continúa «Words Minefield» (de hecho, el comienzo parece entroncar directamente con el final de su predecesora). Parece que se mueven en un terreno ya hollado en episodios anteriores bastante cómodo de digerir hasta que llegamos al pasaje inmediatamente anterior al estribillo, donde encontramos melodías cuya adjetivación raya en lo cursi. Porque sí, hay mucha delicadeza, algo de emotividad y varias de esas líneas melódicas (en todos los planos sonoros posibles) capaces de provocar un nudo en el estómago o un momentáneo cese de la respiración para escuchar mejor. Nada que objetar, podemos ser cursis a veces.

«Labyrinth han dado un gran salto hacia delante con la cabeza muy centrada en el lugar del que vienen y sus horizontes musicales»

Con una entrada espectacular de instrumentos (primero la batería, luego un riff magnífico) saludará inmediatamente después «The Unexpected», uno de los temas más movidos y amigables de la parte central de este Welcome to the Absurd Circus. Quizá sea donde más elementos metaleros podamos encontrar, llegando incluso a hacernos recordar esa época dorada del género, aunque sin caer excesivamente en la nostalgia, porque para eso ya tenemos la enésima versión de «Dancing with Tears in my Eyes», que es lo que viene a continuación. Creo que se podría escribir un artículo solo reseñando las versiones que se han hecho de este conocidísimo hit de Ultravox. Esta es una más. Es cierto que el ambiente del synth pop se respeta más que en otras (pienso en la de The Poodles, que estaría en las antípodas, por ejemplo), pero no deja de ser, de nuevo y valga la paradoja, la canción de siempre. Llama la atención, eso sí, encontrarse la versión no como bonus track, sino justo antes de empezar el ocaso del disco. Y a ello vamos.

Si hay dos grandes protagonistas entre los músicos de este álbum para mí serían indiscutiblemente Peruzzi y Smirnoff (recordamos: batería y teclados). Quizá es deformación profesional, pero verdaderamente tengo la impresión de que destacan constantemente, y «Sleepwalker» es un buen ejemplo de lo que pueden hacer desde las sombras. El solo que encontramos aquí es de guitarra, y tampoco hay momentos en la batería como los que nos ofrecía «The Unexpected», pero ahí están sosteniendo este corte —y casi podría decirse el disco— de principio a fin.

Labyrinth – Sleepwalker

Hasta la recta final no encontramos la verdadera parada para tomar aliento. «A Reason to Survive» es la balada. La Balada. Hasta los arpegios que hacen de colchón a la línea vocal me parecen subrayables. Después de casi 50 minutos de potencia (controlada), llegar a este remanso de paz se me antoja una experiencia brutal cada vez que lo escucho. Tanto que «Finally Free», rococó a más no poder, queda un poco fuera de lugar. Como el disco es como es, y no tiene mucho sentido plantear un montaje diferente, nos quedamos con lo que hay, un buen regreso a los orígenes con gratas sorpresas: a veces recuerda incluso a la vertiente germana del power metal, pero también incluye los pasajes más progresivos que vamos a escuchar. Sigo hablando de «Finally Free» pero podría extrapolar esto a las conclusiones finales. Con este sexto trabajo en estudio me parece que Labyrinth han dado un gran salto hacia delante con la cabeza muy centrada en el lugar del que vienen y sus horizontes musicales.

Sara J. Trigueros
Temas:

The Absurd Circus
Live Today
One More Last Chance
As Long as It Lasts
Den of Snakes
Words Minefield
The Unexpected
Dancing with Tears in My Eyes
Sleepwalker
A Reason to Survive
Finally Free