Después de una semana con temperaturas gélidas y nada habituales en la Ciudad Condal, apetecía un poco de goth-metal para entrar en calor. Una oportunidad única para ver a los germanos Lacrimas Profundere en nuestro país, aunque lamentablemente la cosa no acabó del todo bien.

Texto y Fotos: Ruth Del Moral

Por causas estrictamente laborales no pude llegar a la sala antes de que empezara la primera actuación, Silent Memories, y desde aquí pido disculpas a la banda pero el deber es lo primero. Mi primera impresión no fue demasiado buena, la sala estaba prácticamente vacía, no creo que el aforo llegara a las 30 personas, contando que entre el público también estaban los miembros de las otras bandas (excepto los alemanes) que iban a tocar esa noche.

Una auténtica pena, pero hay que decir que la promoción fue prácticamente inexistente, de hecho a parte de alguna referencia en alguna web como la nuestra, y la difusión de la propia banda alemana en su página de Facebook, no hubo mucho más.Sé que por parte de las bandas teloneras ha habido un descontento general por el hecho de haber tenido que pagar para formar parte de este cartel, y por supuesto, no les ha valido la pena. A mi me da muchísima pena que pase esto con las bandas que están empezando en nuestro país, no es la primera vez que escucho algo así y mucho me temo que no será la última. No sólo por reformas laborales absurdas sino además por cosas como ésta, al final tenemos que decir que España es un país de pandereta.

Pero vamos a lo que nos ocupa, justo después de Silent Memories entraron a escena Key 273, una banda que no sé sinceramente cómo clasificar. Para gustos los colores, está claro, pero a parte de la buena voluntad y el bien hacer de los chicos y chica en escena, me pareció una propuesta arriesgada y no apta para todos los oídos. Lamentablemente, su vocalista, Alba, nos informó que por motivos personales y  para dedicarse a otros proyectos la banda se separa indefinidamente.

Justo después entraron en escena Traw, una banda mucho más movida, un estilo hard-rock con una voz femenina y una presencia espectacular, hizo la tarde y el frío horroroso que hacía en Mephisto mucho más llevadero.
Con sólo un disco en su haber III Quimera, la banda me pareció fresca, joven, y aunque el estilo no es demasiado innovador, sí que me gustaría resaltar que le pusieron todas las ganas del mundo y el público respondió por primera vez en la noche.
A ésas horas la sala estaba un poquito más llena, pero dudo que llegáramos a ser más de 50 personas, y el frío seguía siendo bastante insoportable en la sala.

Y por último los esperados alemanes hicieron su entrada en escena. Aunque su último disco de estudio fue editado en 2010, siguen presentándolo por nuestro país. The Grandiose Nowhere sigue el estilo dark-goth que siempre ha caracterizado a Lacrimas Profundere, tal vez un poco más duro que los anteriores, pero siguiendo siempre la línea que les hace distintos a las otras bandas del género.Aunque a priori a los bávaros les sorprendió el poco aforo de la sala, y así nos lo hizo saber Rob, su vocalista, los chicos no cejaron en su empeño de ofrecer lo mejor de si mismos. A pesar de encontrarse a un público bastante poco receptivo y muy desilusionado, poco a poco fueron metiéndose a los pocos presentes en el bolsillo.

Temazos como A Pearl, My Velvet Little Darkness o Nephelim nos hicieron votar a todos. Hay que decir que yo andaba un poco a la expectativa de ver cómo Rob se desenvolvía en directo. Siempre me ha parecido que su estilo un poco demasiado Emo no acababa de encajar con el grupo, supongo que estoy demasiado acostumbrada a Chris, que era un performancer como la copa de un pino, y la verdad es que no tenía del todo claro si la voz del joven Rob era un producto de estudio, pues a veces me parece un poco forzada. Después de la noche del jueves, tengo que quitarme el sombrero ante este chico, un 10, chapeâu que dirían los franceses. Me encantó a pesar de su estatismo, que por otro lado se vio contrarrestado por el dinamismo y la simpatía del guitarrista y líder de la banda, Oliver Nikolas Schmidt.

A pesar de las condiciones adversas, Lacrimas Profundere nos ofrecieron un dilatado setlist dónde repasaron los temas de siempre y presentaron los de su último disco y dieron lo mejor de si mismo. Tengo que agradecer a la banda que a pesar de todo no pusieran ni una mala cara, y estuvieran al 100%.

Muchas gracias al staff de Mephisto por echarnos un cable a los pocos fotógrafos que había y por facilitarnos el trabajo en la medida de lo posible, los que habéis estado intentando romperos los cuernos y los objetivos en ésa sala, sabéis de qué hablo.Esperamos que la problemática  de la promoción de bandas amateur poco a poco vaya mejorando en nuestra comunidad y que la próxima vez que una banda seria y profesional como Lacrimas Profundere venga a nuestro país, haya un aforo y una promoción que les haga justicia.

Texto y Fotos: Ruth Del Moral