La cantante y cabeza visible de la banda polaca Crystal Viper ha emprendido un proyecto en solitario con la intención de homenajear a aquellas vocalistas femeninas que, como reza el título del álbum, ocupan una posición preponderante en el podio del metal —y, en especial, del metal ochentero.

Sara J. Trigueros

La capacidad vocal de Marta Gabriel no puede ponerse en entredicho y, en cierta medida, hay momentos en este trabajo en los que parece tocar techo. Para la labor instrumental se ha rodeado de sus compañeros Cederic Forsberg y Eric Juris (batería y guitarra, respectivamente).

Pero también ha contado con tres colaboraciones especiales de la mano de Harry Conckin (Jag Panzer), Todd Michael-Hall (Riot V) y John Gallager (Raven). Y por ahí vamos a empezar.

Junto a los dos primeros crea contrastes vocales en «Light in the Dark» y «Call of the Wild», de los míticos Chastain y Blacklace.

Marta realiza uno de sus mejores papeles en «Light in the Dark», mientras que Todd Michael-Hall juega uno más que interesante en «Call of the Wind». Por otra parte, a John Gallager le debemos muy buenas guitarras en la versión de «My Angel» (Rock Goddess).

Marta Gabriel – Metal Queen

La intención de este disco, según declaraba ella misma, era no tanto la de crear una colección de versiones, sino un trabajo que tuviera cierta unidad, algo que consigue con una muy buena selección que va más allá de lo fácil.

En ocasiones se sacrifica lo esperable en aras de algo que funcione mejor en el conjunto, cuyo espíritu viene marcado desde la contundente «Max Overload», una versión que en mi opinión casi supera la original. «Metal Queen», el primer single, es otro buen ejemplo del carácter que tenía el metal a mediados de los 80.

En este caso estamos ante un clásico de la canadiense Lee Aaron que bebía directamente de Dio y en el que podían escucharse (y en esta versión también) todos los elementos de un himno en toda regla.

Otra genialidad es «Rebel Ladies», donde encontramos la voz rasgada de Marta Gabriel esforzándose por salir de su zona de confort con un resultado notable.

En comparación con la original de Zed Yago, en el aspecto vocal es quizá más comedido (aunque para mí es un punto a favor) y el sonido también algo mejor trabajado, pero sin perder ni un ápice de la frescura ni del carácter desenfadado de Jutta Weinhold.

Le sigue «Count Your Blessings», el segundo single del disco, este algo menos llamativo que aquel, pero también ejecutado con destreza.

Marta Gabriel – Count Your Blessings

Para la recta final hay dos versiones de Wendy O’Williams y Hellion. De la primera, «Goin’ Wild» es justo decir que ha conseguido un sonido mucho más limpio y que el equilibrio entre música y voces se agradece.

«Bad Attitude», por otro lado, necesita poca presentación, ya que es otro de los clásicos con los que nos vamos aproximando al final del viaje.

El disco lo cierra oficialmente una versión de «Reencarnación», de Santa y que probablemente sea emotiva para más de uno.

Tanto Santa como su vocalista Azucena Martín-Dorado fueron referentes absolutos del heavy metal en castellano, y la inclusión de este tema es, desde luego, motivo de celebración.

Como motivo de celebración lo es que el bonus track sea de Warlock, un broche final perfecto para un disco que probablemente no pase de ser una curiosidad, pero cuyas vibraciones y ejecución sitúan muy por encima de lo que podría haber sido atendiendo solo a su concepción inicial.

Sara J. Trigueros
Temas

1. Max Overload
2. Metal Qeen
3. Call of the Wild
4. Light in the Dark
5. Rebel Ladies
6. My Angel
7. Count Your Blessings
8. Goin’ Wild
9. Bad Attitude
10. Reencarnación
11. Mr. Gold