El gran día del Rock había llegado a Zaragoza, ya desde la autovía se podían divisar infinidad de tiendas de campaña, así como coches particulares llegados desde todos los lugares de la Península, había incluso gente que habían hecho un largo viaje, venían desde Colombia para ver principalmente a la doncella de hierro. Sobre las 12h se abrieron las puertas del recinto ferial de la capital maña, donde se iban a celebrar uno de los grandes acontecimientos del Rock a nivel nacional, después del festival vivido en Bilbao. Largas colas se agolpaban en la entrada de las taquillas donde se canjeaban los abonos de 2 días o la entrada de 1 día, por las ya conocidas pulseras de los festivales.

Nada más terminar de recoger las acreditaciones nos dirigimos a la entrada, ya se podía oir desde lejos a Rage, era inconfundible el sonido del bajo así como los riffs de Smolski. Iniciaron el set list con el album publicado este mismo año “Carved In Stone”, el tema homónimo, para luego enlazar con “Open My Grave”, un tema contundente, donde se noto que Rage suenan en directo  como una auténtica apisonadora. Pero también hubo tiempo para los clásicos de la banda Alemana, y no faltaron “SoundChaser”, “Back In Time”, “All I Want”, “Solitary Man” y como no el tema por excelencia de Rage “Higher Than The Sky”, en esta ocasión no tocaron “Fear The Winter” la cual suele ser bastante habitual en conciertos de gira.

Volvían una vez más Pretty Maids, a este nueva edición del Monster Of  Rock, decir que sonaron bastante mejor que el año pasado, nos deleitaron de grandes canciones como “We Came To Rock”, “Love Games”, “Yellow Rain”  , “Red Hot And Heavy”.

Acababa de terminar la actuación de Ted Nugent, el rockero sureño estadounidense que había puesto a tono a un público aplanado por los casi 40 grados que estuvieron cayendo a plomo durante prácticamente todo el día. Luego comenzó la actuación de Thin Lizzy, que con Gorham y Sykes a la cabeza hicieron disfrutar a los allí presentes con sus clásicos de toda la vida,"Jailbreak", "Cowboy song
" "The boys are back in town" o "Black Rose"… Destacar la actuación de Tommy Aldridge detrás de la batería ofreciendo su técnica y potencia a todo el público de Zaragoza… El ambiente se empezaba a animar y parecía que la noche se iba a quedar perfecta y, a eso de las 22:00 h, saltaran los veteranos Purple a hacerse con una audiencia que les habían servido practicamente en bandeja.

De pronto, unas nubes negras que avanzaban de frente al escenario descargaron con muchísima fuerza. En pocos minutos, unas rachas de cierzo huracanado y una lluvia fortísima hicieron que los miles de asistentes corrieran a refugiarse en los pabellones de la Feria de Muestras, donde estaba instalado el mercadillo y los puestos de comida rápida.
La tromba solo duró quince minutos pero el panorama era desolador: vallas derribadas, carpas rotas, mucho material por el suelo, barras de bebida destrozadas… El escenario había sufrido graves daños y la organización intentó impedir que el público se acercase a él: los focos que iluminaban la escena de frente se habían caído y podían caer todavía más.

La organización no daba ningún dato. Tampoco se confirmaba ni se desmentía la suspensión total del festival o la reanudación del mismo, extremo que no se conoció hasta pasadas las once de la noche. Suspensión. Sin embargo, sobre  las 22:30 h, Deep Purple ya había abandonado el recinto en su autobús y Twisted Sister no podía salir a un escenario prácticamente destrozado, con las carpas rajadas y los equipos electrónicos afectados.

 

Hace dos años Deep Purple no pudo tocar en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza  porque se inundó, esta vez una tromba de agua y viento obligó a suspender el concierto de este año de la banda británica y a clausurar abruptamente el Monsters of Rock. Y amenazaba seriamente con la celebración,  del Metalway Festival, con la doncella de hierro como cabezas de cartel.
Y así fue sobre las 10:00 h , recibimos una nota en la que nos confirman que el Metalway queda también suspendido, tras no haber podido subsanar los daños ocasionados por el vendaval del día anterior, así como al ser imposible la restructuración al cien por cien de todo el material de sonido.

Hubo mucho nerviosismo entre los asistentes, poniendo en duda el sistema de prevención de la organización delante eventos de tales características. Es evidente que contra la naturaleza nadie puede luchar, ya que nadie se iba a imaginar que con aquella calor asfixiante del viernes se pusiera a llover en un abrir y cerrar de ojos. Decir que toda la organización y todo el equipo estuvieron trabajando toda la noche para arreglar el equipo y estructura del escenario, pero por desgracia no pudo ser. El granizo dañó el sistema eléctrico, el viento las lonas, acabando con un conjunto inestable e inseguro y eso es lo que no querían los organizadores, que a nadie le pasara nada. Aun así hubo un chico que le cayó encima una tabla de madera de una torre al que se le atendió inmediatamente, por eso la organización no se podía permitir posibles futuros daños… ni para el público, ni para los músicos. Desde aquí solo nos queda alabar su trabajo, esperemos que el año que viene haya más suerte.

Texto: Luis Ignacio Orós
Fotos: Manu Cabaleiro / Luis Ignacio Orós