Es inevitable que al hablar de Next To None se mencione que es la banda de Max Portnoy, hijo del celebérrimo Mike Portnoy. Sabéis de quien hablo, ¿verdad? Y es quizá esta una losa que les esté pesando más de la cuenta, porque se tiene a comparar el trabajo del hijo con el del padre en bandas como Dream Theater, Adrenaline Mob o incluso con su breve incursión en Avenged Sevenfold. Porque lo cierto es que muchas de estas influencias están en la música de Next To None, quienes, si es cierto, han querido desmarcarse un poco en este segundo disco de la estela puramente progresiva de su primer lanzamiento, para acercarse a sonoridades más modernas, sin olvidarse de las complejidades del sonido progresivo. Siempre se dijo que las comparaciones son injustas, y en este caso se cumple sobradamente el dicho. Next To None es una banda joven, que todavía está buscando su sonido, y como tal hay que valorarla.

Alberto López

Cuando antes decía que la losa de las comparaciones les está pesando demasiado es por una sencilla razón: tiene unos recursos técnicos incuestionables, pero parecen querer usarlos todos todo el tiempo, parecen querer ser más de lo que por lógica son y da la sensación de que Max busca y refuerza ese parecido con su padre en momentos que quizá no sea necesario. Calidad hay, pero también hay juventud y falta experiencia. Deberían tener paciencia, buscar su sonido, que si se escuchan los dos discos que tienen en el mercado es patente que ya lo están haciendo, y tener más tranquilidad, sin querer demostrar en todo momento lo buenos que son y lo bien que tocan. Dinámica.

“13” es una breve intro que da paso a “Answer Me”, en la que se puede ver un poco lo dicho anteriormente. Durante los seis minutos y medio que dura el tema pasan por nuestra cabeza nombres como Slipknot, Lamb Of God o Dream Theater. El problema llega cuando tienes la sensación de estar escuchando Slipknot con piano. No es mal tema, agresivo y melódico, con cabida para una breve inclusión de electrónica y todo, pero se mezclan demasiadas influencias a veces sin mucho sentido.

“The Apple” es totalmente diferente, breve y directa, con un sonido más cercano al Nu Metal. Momentos cercanos al rapeo se funden con un estribillo melódico cargado de Sweap Pickings, para finalizar con unos buenos scratches y dar paso a “Beg”, de los más agresivos del álbum, donde la palabra progresivo se olvida por completo.
“Alone” y “Kerk” vuelven a estructuras más complejas. La primera es tranquila y sosegada en su mayoría, aunque también contiene partes bastante contundentes, y la segunda recuerda por momentos al “Train Of Thoughts” de Dream Theater.

“Clarity”, “Pause” y “Mr. Mime” vuelven a sonar más actuales y agresivas. Quizá la última mencionada sea la que más me ha gustado del álbum, con ciertos arreglos arabescos y una contundencia brutal. Seguramente sea la que más definido tiene su sonido, sin mezclar tanto influencias un tanto sin sentido a veces. “Isolation” es un breve interludio a piano, que nos adentra en la fase final del disco, compuesta por “Denial” y “The Wanderer”, la cual se va a los 20 minutos de duración y sirve un poco como resumen. En ambas vuelven a retomar el sonido más progresivo.

Como decíamos, los mimbres están ahí. Es un álbum que contiene momentos realmente brillantes, pero al que le falta una idea clara. Deben concretar, definir el sonido y a que quieren sonar y, sobre todo, no querer utilizar todos sus recursos e influencias a la vez.

Alberto López

Temas:

1 – 13
2 – Answer Me
3 – The Apple
4 – Beg
5 – Alone
6 – Kerk
7 – Clarity
8 – Pause
9 – Mr. Mime
10 – Isolation
11 – Denial
12 – The Wanderer