La enésima vuelta del “Mad Man” que venga a pasar los años y ahí está, al pie del cañón. La primera vez que vi a Ozzy en directo fue allá por 1989 en la gira del “No rest for the wicked” y ya entonces pensaba al ver su estado que no duraría mucho. Sin embargo ahí sigue con el mismo estado físico, pasan los años y como si nada, ha muerto el mismísimo Dio, pero Ozzy pactó con el diablo y nos sigue deleitando con su peculiar voz.

En este su nuevo trabajo nos trae un sonido muy americano y adecuado a estos tiempos. Este icono del rock lleva más de 40 años y se ha convertido principalmente en un producto de consumo dirigido por su mujer Sharon quien se encarga desde hace décadas de su “comercialización” ; producto de ello son una de las familias más ricas del mundo.

En los últimos años ha compaginado sus lanzamientos con los festivales que llevan su propio nombre (Ozzfest) y su controvertida serie de televisión consistente en un reality show de su vida que a mucho de sus fans ha decepcionado.

En este su nuevo trabajo nos trae un sonido muy americano y adecuado a estos tiempos que nada tiene que ver con sus anteriores discos, quizás muy influenciados por Zak Wilde. El cambio de guitarrista a favor del griego Gus G ha abierto de nuevo la mente del Príncipe de las Tinieblas y no presenta un trabajo de lo más variado. Esta vez Kevin Churko a la producción y Ozzy se han olvidado de los sonidos cercanos a lo industrial (salvo el primer tema) y han vuelto al metal convencional al que Ozzy nos tenía habituados.

El álbum abre con “Let it die” de aire sofisticado, usando mucho los sintetizadores, con la voz de Ozzy distorsionada de reminiscencias industriales e incluso con un estribillo semi rapeado. Gus G nos empieza a demostrar de lo que es capaz y la batería de Tommy Cufletos es de lo más destacable del corte.

“Let me here you scream” es el primer single y es donde se nota con más claridad la onda americana donde ha tratado de presentarnos un tema muy comercial de esta época (muy en la onda Nickelback).

“Soul sucker” es un tema donde planea la sombra de Black Sabbath. De tintes oscuros, de riffs gruesos y demoledores. El tema se acelera en la parte final donde escuchamos un solo de Gus G que demuestra tener un estilo bastante distinto al de Zak.

“Life won´t Wait” es el segundo single del nuevo álbum cuyo videoclip ha sido dirigido por su hijo. Se trata de un medio tiempo en una base de guitarra acústica con unos riffs contundentes en el estribillo. Es de esos temas semibaladísticos a los que nos tenía acostumbrados y de los que se había olvidado en los últimos tiempos.

En “Diggin’ me down” el comienzo de guitarra acústica es para despistar de la avalancha de riffs que nos ofrece a continuación. El peso lo llevan Gus G y Cufletos a la batería. Los siguientes temas “Crucify” y “Fearless” son de corte similar con un Gus G muy destacado a la guitarra.

“Time” es otra balada a lo Ozzy que si la hubiera orquestado tal y como lo hacía en sus primeros discos habría quedado mejor, pero mantiene un buen nivel. “I Want it more” es un tema con riffs gruesos pero con muchas reminiscencias del pasado y un estribillo muy interesante. “Latimer´s Mercy” contiene muchos sonidos sintetizados (para que os hagáis una idea el ritmo viene a ser como el “Vienna” de Ultravox pero un poco más acelerado) quizás resulta algo raro pero no por ello deja de ser interesante.
El final nos viene con un corte acústico de un minuto “I love you all” donde nos cuenta cuanto nos quiere.

La edición japonesa incluye el bonus “Jump the Moon” que apenas llega a los tres minutos muy en la línea de los dos primeros temas.

En definitiva, se trata de un producto muy elaborado, muchos samples, pregrabados, con una producción impecable con el espectacular trabajo en la batería de Tommy Cufletos y el nuevo descubrimiento para el mundo (para los que no lo conocían) de Gus G, que a buen seguro dará mucho juego.

Lo importante es que por mucho que cambien los estilos musicales a lo largo del tiempo la voz de Ozzy es inconfundible e irrepetible y en estudio se pueden hacer maravillas. No es una voz de recursos, ni de fuerza, pero posee ese timbre especial e inconfundible que nos ha cautivado y lo seguirá haciendo hasta que el mismísimo diablo quiera.

Creo que ha completado un álbum por encima de lo que nos ha ofrecido en los últimos diez años y es un buen síntoma para hacernos olvidar a sus fans de errores como su serie de Tv “The Osbournes” dedicándose a aquello para lo que realmente vale, para cantar y de esa forma contagiarnos con su locura. No hay quien pueda con él … y que sea por muchos años.

Toni Marchante

Temas:
1. Let It Die
2. Let Me Hear You Scream
3. Soul Sucker
4. Life Won’t Wait
5. Diggin’ Me Down
6. Crucify
7. Fearless
8. Time
9. I Want It More
10. Latimer’s Mercy
11. I Love You All