¡Menuda bestialidad el regreso de Coffeinne! Una auténtica tempestad sónica, una apisonadora imparable, una jodida bomba en estéreo que te vuela la cabeza. “Requiem” es lo que necesitas si lo que buscas son grandes dosis de power metal con tintes de nuestro amado death metal melódico; casi nada. No es necesario recordar que el debut de Coffeinne con “Circle of time” fue sencillamente perfecto; recibiendo excelentes críticas, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, y colando su disco en el top ten de algunos de los más prestigiosos medios del metal nacional. Por ello, teníamos los dientes bien afilados ante la inminente salida de su segundo larga duración pues, como reitero, el poso que dejaron en nuestros oídos era muy, muy dulce.

Pues bien, “Requiem” es el retorno y “Requiem” es una crema. Lo mejor que puedo decir para alguien que esté leyendo esta reseña es que lo escuche, es un trabajo excelente en todos los aspectos una de esas barbaridades que te encuentras de vez en cuando y que te vuelan la cabeza. Un lujo para degustar una y otra vez. El grupo está formado por Iñaki Lazcano a la voz, David Villarreal a la guitarra, Miguel Manjón al bajo y Pako Martinez a la batería. Cuatro, solo cuatro y ya te aviso que te van a reventar. Al lio.

La bestia se despereza con el pegadizo “Frozen Seas”. Lo que parece un barco zozobrando da paso a un pepinazo directo a la mandíbula. Rapidez en su justa medida, un sonido excelente, un estribillo cojonudo, unas guitarras afiladas y la rasgada voz de Iñaki te dejaran con la boca abierta hasta que el contundente y oscuro final te sumerge en sus fauces marinas. Continuamos con la chicha en “Back to the light”. ¡Madre mía qué sonido! Es una maldita bestialidad, suena limpio, claro, conjuntado, en una palabra: perfecto. La base rítmica es un jodido cañón que te perfora el pecho; si hay que ir a la guerra, este es el tema. Vaya manera de abrir un disco, esto crea afición. “One more day” continua con la vorágine. Un contundente medio tiempo sirve de esqueleto a un tema soberbio y muy actual. Suena como si estuvieran afilando hachas en el mismísimo Moria. No pisamos el freno y es que en plan Helloween arranca “Forevermore”. Melodía, velocidad, contundencia, ritmo, elegancia, no le falta absolutamente nada. Si alguna vez has gozado con el heavy metal, por poco que sea, deja de leer y ponte a escuchar el disco ¡copón!

Me quedo sin palabras con este discazo. “The showdown” es otro tema que te vuelve a volar la cabeza, ¿esto qué es? ¿Cinco pepinazos de cinco? La fiesta no para y nosotros lo agradecemos. Ritmos infernales con una contundencia brutal, un sonido de guitarras como cuchillos, unos bajos hipermetalizados y una batería que te arrolla, yo no necesito nada más. A sus pies. “Never again” pisa el freno. Un tema más hardroquero que sirve de pausa a tanta cera y que hace las veces de interludio antes de la avalancha final. “Wake up” vuelve a beber de la influencia de los mágicos teutones. Un tema de ritmos elegantes y pegadizos en los que los estos chocan con la melódica voz produciendo un excelente resultado. Puro placer.

Si antes nos teníamos que levantar ahora debemos abrir los ojos. “Open your eyes” inicia dejándote absolutamente loco, un ritmo infernal con un teclado espacial dan paso a un ritmo cortante y contundente que sirve de estructura a un tema absolutamente atípico con cierto regusto a los norteamericanos Kamelot. Una joya, de lo que más me ha gustado dentro del excelente nivel del disco. Por desgracia esto va acabando, pero “Crash and burn” no va a dejar que nos desanimemos. Al ritmo de los timbales arranca un tema ágil, directo, pegadizo y muy melódico. Llegamos al final y, como en las bodas de Caná, los buenos de Coffeinne han dejado lo mejor para el final, porque “Requiem” es una auténtica delicia. Partimos de la premisa de que cuenta con la colaboración del otrora líder de Stratovarius, Timo Tolkki, casi nada. Es un tema largo, contundente y arrollador, mezcla de ritmos directos con pasajes más complejos y disfrutones. La base rítmica es un cañón que te revienta la cabeza y la melodía vocal es perfecta. Una combinación idílica que debe servir para la degustación de los paladares más exigentes. Una maravilla.

Sinceramente no tengo palabras para definir este discazo. Solo puedo decir que “Requiem” me parece increíble, un auténtico lujo; sin duda alguna de lo mejor del año si no lo mejor, el tiempo lo dirá. Lo he disfrutado, lo he degustado, es más lo he paladeado y solo te puedo aconsejar que lo escuches, lo agradecerás. Muchas gracias y enhorabuena.

Ahora, más que nunca, consumid música. Los grupos que tanto nos han dado ahora necesitan nuestra pequeña ayuda.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

Temas:

Frozen seas.
Back to the light.
One more day.
Forevermore.
The showdown.
Never again.
Wake up.
Open your eyes.
Crash and burn.
Requiem.