“De rodillas no hay quien pueda escalar montañas de metal”, tal afirmación se recoge en la canción “Jaula de Cristal” del disco que nos ocupa y creo que esa era precisamente la situación en la que se encontraba Manuel Escudero antes de formar Sacramento, de rodillas, con miedo a levantarse y volar libre. Por suerte para nosotros, Manuel no se ha acomodado, ha escapado de su jaula de cristal y ha dado forma a esta genial banda la cual ha parido este excelente “A Sangre y Fuego” que, avalado por unas muy buenas críticas, está iniciando la escalada de la siempre difícil y empinadísima montaña de metal.

Mucha expectación había despertado la banda cordobesa Sacramento, incluso antes de su propio nacimiento, pues éramos muchos los que esperábamos, desde hace tiempo, conocer lo que Manuel Escudero podía ofrecer como líder de su propia banda. Tras su longevo y fructífero paso por Medina Azahara y el brutal disco “Santelmo” del año 2010 de la banda homónima, Manuel decidió liarse la manta a la cabeza, abandonar los confortables y cálidos brazos de Medina Azahara y centrarse en su carrera en solitario formando la banda que nos ocupa, Sacramento, dando a luz este, más que prometedor, “A sangre y fuego”.

El excelso cantante ha sabido reunir un roster espectacular, si bien, hasta ahora, no se trataba de músicos renombrados dentro de nuestro ambiente, no es menos cierto que una simple escucha del cd nos hace ver que estamos ante unos músicos excelente, rozando el virtuosismo en algunos casos. La banda la forman, amén del citado Escudero a las voces, Adrián Phoenix a la guitarra, Tete Navas a los teclados, Pablo Pantera al bajo y Sergio González a la batería. Así mismo, existen en el disco diferentes sorpresas que iremos desgranando poco a poco, y es que queda claro que Manuel sabe rodearse de buenas compañías.

El disco fue grabado y mezclado durante los meses de noviembre, diciembre de 2.013 y enero de 2.014 en los Panamá Studios de Córdoba, encargándose de la masterización del mismo Miguel Ángel González en los estudios Black Box Mastering de Sevilla. La producción del disco ha corrido a cargo del sublime teclista de Medina Azahara Manuel Ibañez el cual, además, ha colaborado en el disco con su buen hacer a los teclados y a los coros.

En líneas generales, nos encontramos ante un trabajo netamente hard roquero con ciertos pasajes progresivos, acelerándose, en ocasiones, hacia un power metal clásico muy contundente y compacto, todo ello regado con multitud de melodías arabescas al más puro estilo de Medina Azahara o Triana, como no podía ser de otro modo. Si bien el disco arranca de manera brutal recordándonos a Santelmo no hay que dejarse engañar, no es el rollo que lleva Sacramento aunque no reniega de él, evidentemente. Si bien, el trabajo gira en torno a la voz de Manuel Escudero y, por tanto, la misma tiene una gran preponderancia, no hay que omitir el fenomenal trabajo que hacen el resto de los músicos de la banda que, como hemos anticipado, son muy buenos y Manuel Ibañez ha sabido darles la importancia que requieren en una excelente producción.

El disco arranca con la canción que da título al disco “A Sangre y Fuego”. Es un tema corto, apenas tres minutos y medio de duración, pero muy contundente y directo, excelente para abrir las hostilidades. Se inicia únicamente con la guitarra con una distorsión saturada realizando un riff cortante, muy actual. Una vez unido el resto de la banda, se apertura con un ritmo sinfónico muy elegante donde Manuel inicia la parte lírica del tema cantando muy agudo demostrando que, si bien donde mejor se desenvuelve es en el medio tiempo, puede alcanzar registros muy altos sin apenas despeinarse y, a continuación, combinarlos con unos pasajes más tranquilos y suaves. El tema posee un estribillo muy pegadizo y elegante. Hacia final del tema se produce una batalla de solos entre el teclado y la guitarra muy progresivos de una excelente facturación. La canción culmina de manera cortante con un Manuel absolutamente desbocado. Me ha llamado la atención que muchas de las letras tratan sobre cambio y nuevos tiempos, que nosotros sabemos agradecer. Fenomenal primer corte, muy variado y pegadizo.

A continuación explota en nuestros oídos “Black Deep Rainbow” que, personalmente, me ha molado muchísimo. Se trata de una canción en homenaje al genial guitarrista Ritchie Blackmore, de ahí el nombre del tema. Se trata de un corte súper pegadizo que se graba en la mente a fuego, una canción de esas que te pone el vello de punta y que gustaría al mismísimo hombre de negro (aunque ya conocemos al bueno de Ritchie…). El tema es contundente, con una base rítmica conjuntada que suena de auténtico lujo. Arranca de manera rápida, como debe ser, para pasar a un medio tiempo donde se desarrolla la parte lírica del tema en homenaje al músico para culminar en un pre estribillo de auténtico infarto y un estribillo muy elegante, justo lo que merece la canción. Brutal el solo de guitarra que se casca Adrián Phoenix justo antes de la parte más calmada del tema y que no sirve más que de contrapunto antes de arrancar de nuevo a toda velocidad. Brutalísima canción, ni el Señor Backmore le podría sacar pegas.

A golpe de Traición” es el tercer tema del disco donde destaca la aparición a la guitarra de Bernie Tormé (Gillan, Ozzy) el cual inicia el tema a modo de lucimiento personal únicamente acompañados por un teclado ambiental, para arrancar con el tema en sí de manera muy acelerada, rápida y alegre, aunque la letra no sea precisamente alegre. Con un estribillo cantado a medio tiempo y con unos excelentes coros, muy pegadizo. Fenomenal solo el realizado por Bernie Torme hacia la mitad del tema muy bien acompañado por el teclado que hace un trabajo fantástico a lo largo de toda la canción, más bien a lo largo de todo el disco.

A continuación, nos encontramos con “Katmandú” que se inicia con un ritmo arabesco en la onda de Medina Azahara. Es el primer descanso que nos da Sacramento, y es que es un tema muy agradable donde Manuel Escudero directamente se sale, pues combina todo su repertorio en un mismo tema, estrofas tranquilonas donde se gusta cantando para culminar en un estribillo donde desfoga y da lo mejor de sí mismo con tonos altísimos. La segunda parte de la canción, netamente instrumental, es de escándalo donde se puede apreciar la calidad de todos y cada uno de los miembros del grupo. Una gozada.

Piensa en ti”, es una balada sinfónica, muy tranquila, algo parada por momentos que, quizá, corta el buen ritmo que llevaba el disco pero que, en cualquier caso, se trata de un tema muy bien enlazado, siendo muy agradable, emotivo y bonito y es que no todo va a ser caña, también tiene que haber momentos de paz y sosiego… o no.

Cambiando de tercio, nos encontramos un nuevo homenaje de Sacramento, “Cielo Purpura”, tema dedicado a Deep Purple, con una letra íntegramente dedicada a las canciones del inmortal grupo y que se inicia con un órgano Hammond como homenaje al tristemente fallecido Jon Lord. Se trata de una canción con unos cambios de estilo muy acentuados que le dan un toque muy extraño pero original. Ésta arranca con una estrofa muy oscura y tétrica con una letra tenebrosa cantada de manera muy lóbrega que finaliza con un estribillo alegre como si se encontrara la luz al final de un inmenso túnel para culminar con un ritmo sinfónico muy barroco siguiendo el estilo del añorado rock andaluz. La canción acaba con el teclado haciendo filigranas de auténtico lujo, nuevo homenaje. Curioso y original tema, muy chulo.

La Estrella de David” se trata de una versión de un tema escrito por José Luis Armenteros y Pablo Herrero que cantaba Juan Bau, y que ha sido versionada por Sacramento de manera más que aceptable. Es un tema muy alegre, rápido, fenomenalmente interpretado por el grupo y que debe funcionar muy bien en directo. Podríamos describirlo como un tema en la onda de los primeros Mägo de Oz, añadiéndole un toque sinfónico y con una batería a mil por hora con el doble bombo como constante.

A continuación aparece “Jaula de Cristal” que se inicia con un riff corto, constante y contundente y un ritmo de batería a medio tiempo donde Manuel vuelve a hacer las delicias del respetable, cantando de manera muy rasgada y agresiva, acorde con lo que relata su letra, hasta que se desata un estribillo muy veloz y pegadizo con prevalencia de la base rítmica, que suena contundente y conjuntada. Muy buen solo de guitarra, muy variado en consonancia con la propia canción, al igual que el solo de teclado, corto pero genial, y es que el teclado le da un toque sensacional al grupo.

Kamikaze” arranca con el teclado realizando un ritmo como si le pidiéramos a Triana que compusieran la banda sonora de Conan, para, a continuación, unirse la batería y progresivamente el resto de los músicos en una introducción hard roquera de auténtico lujo, de lo mejor del disco. La estrofa arranca, ya con Manuel a los mandos, a medio tiempo, hasta culminar en un estribillo pegadizo cantado en una tonalidad muy aguda. Nuevo combate entre la guitarra y el teclado para ver quien factura el mejor solo, en este caso no sé por cual decidirme, pues los dos son brutales.

El siguiente tema es “Signed, Sealed, Delivered” canción escrita para la banda por el afamado guitarrista Manny Charlton (Nazareth) y es que, como pudimos ver en el Leyendas del Rock del año pasado, Manuel Escudero es amigo personal de mister Charlton, casi nada. El tema está íntegramente cantado en un más que aceptable inglés y respira Nazareth por los cuatro costados, es decir, hard rock puro y duro de calidad, no hay más. La guitarra corre a cargo de Manny Charlton que se clava un solo hacia mitad del tema de verdadero lujo, rock and roll en estado puro. Canción de corta duración y que te transporta treinta años atrás. Muy recomendable.

Dejándonos llevar” y “No vuelvas más” siguen una estructura similar, se respira cierto sabor a Medina Azahara. Se trata de temas ágiles, alegres, aunque la letra de “No vuelvas más” no sea precisamente así. De nuevo, muy contundente la base rítmica, que lleva en volandas a la banda y especialmente a Manuel Escudero que se sale; no le queda más remedio dado el nivel del resto de la banda.

Para terminar, a modo de bonus track, el disco contiene una nueva versión de “A Sangre y Fuego” donde acompañan a la banda Ronnie Romero y Loky a las voces, Tony Hernando y Manuel Seoane marcándose los solos de guitarra y Gorka Alegre al bajo. Ni que decir tiene que, si aderezas con estos excelentes productos una buena materia prima, estás apostando por el caballo ganador.

Muy recomendable el disco debut de los cordobeses Sacramento, que gustará por igual a los amantes del hard rock más clásico, así como a los seguidores del heavy sinfónico andaluz o a los que flipamos con el trabajo de Manuel en Santelmo, y es que éste ha sabido aunar su larga trayectoria musical y sumar a ésta sus inquietudes musicales, lo que ha dado como resultado este “A sangre y Fuego” que merece tener continuidad sobre las tablas así como en futuros trabajos que esperamos ansiosamente.

Luis de Juan// @SentenciadeJuan

TEMAS:

A Sangre y Fuego.
Black Deep Rainbow.
A golpe de Traición.
Katmandú.
Piensa en ti.
Cielo Purpura.
La Estrella de David.
Jaula de Cristal.
Kamikaze.
Signed, Sealed, Delivered.
Dejandonos Llevar.
No vuelvas más.
A Sangre y Fuego (Bonus track).

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