Crítica | Sergio Rivas: A day in my Consciousness

Para quien no lo conozca, Sergio Rivas es un guitarrista, compositor y profesor de música. Sergio se ha sacado de la manga, después de ocho años y de trabajar en numerosas bandas y diversos proyectos, su primer álbum debut en solitario, donde podemos apreciar sus capacidades como compositor, letrista, arreglista y productor.

Toni Marchante

Sergio es colaborador de PRS (Paul Reed Smith Guitars), ha trabajado en el musical de Tina Turner en Madrid (Tina el musical), trabaja en el tributo a Queen de Momo Cortés, ha tocado en Los Barones y también formó parte de Sinfonity, donde se fusiona la guitarra eléctrica con la música clásica.

Auspiciado por Iron Matron Records, Sergio ha apostado por un disco de rock progresivo conceptual, cantado en inglés, donde se ha ocupado de multitud de instrumentos, pero ha contado con las colaboraciones de gente como Javier Sanchez en la guitarra manouche, Alexis Hernandez en los teclados, Irene Valverde a la voz, Alfonso Cifo al bajo, David Ordás a la voz y Andy C a la batería.

El abanico de estilos por el que ha pasado Sergio, trabajando como guitarrista de directo y estudio para varios artistas y grupos (rock, música clásica, pop, rock progresivo, blues, soul o jazz), hacen que la diversidad del rock progresivo le brinde la oportunidad de poder tocar muchos de estos estilos y dar rienda suelta a su creatividad.

Sergio Rivas – Overture

Y el resultado es este formidable debut, un disco con referencias a otras bandas, pero muy lejos de ser una imitación, porque este disco tiene personalidad y estilo propio, se percibe que lo que busca el autor es plasmar en el redondo sus inquietudes musicales para ser honesto consigo mismo, con la virtud de poder compartirlo con el mundo.

La temática del disco tiene relación con la portada del disco, un niño jugando en un entorno post apocalíptico. Nos hace reflexionar, en la oportunidad de resetear y eliminar esa toxicidad que va acumulando el ser humano, un reseteo comparable a la inocencia de un niño, que comienza en un mundo devastado, partiendo desde cero. Una historia que se resume en “Legacy”, donde una persona se despierta en un mundo destruido y al final consigue comenzar de nuevo, logrando la sensación de libertad plena.

El disco abre con “Reflection”, un corte donde la guitarra acústica y la voz son los protagonistas, estando bien arropado por los teclados, una canción que nos sirve de introducción a este “A day in my Consciousness”.

Le sigue “Overture” y su comienzo, irremediablemente nos hace pensar en Opeth; el arranque es un claro homenaje al comienzo de “Heir Apparent” de los suecos, desarrollándose luego el tema por derroteros más sinfónicos y melódicos, grandes pasajes de piano y sobre todo de guitarra.

Sergio Rivas – Gargantuan

En “The others” se crea una atmósfera especial, una canción que deambula en el medio tiempo, en una lenta espiral que va creciendo sin darnos cuenta, brillantemente arreglada con matices naturales y orgánicos. La voz de Irene Valverde nos va guiando y evoluciona conforme va creciendo el tema, dejándonos más de diez minutos donde no se pierde la atención, sin mayores florituras, más que la voz, las melodías y los arreglos.

“Gargantuan” es el tema más técnico del disco, una auténtica delicia, donde podemos escuchar a Sergio en la guitarra eléctrica en su máximo esplendor y disfrutar del magnífico solo de guitarra manouche de Javier Sánchez. Un corte donde todos los músicos rayan a un magnífico nivel.

“Legacy” es el corte principal del disco con sus veintitrés minutos de duración y tiene todos los matices que el metal progresivo nos puede ofrecer. Comienza con ambientes oscuros, para dar un giro de métricas cercanas a Dream Theater, donde la guitarra es la protagonista con claro lucimiento por parte del autor. Tras un leve parón entran las voces, en un ambiente que nos recuerda claramente a Porcupine Tree.

Sergio Rivas – Legacy

Fraseos con referencias sonoras a Rush, momentos dramáticos y teatrales que nos van relatando la historia, intercalando conversaciones en grandes planos instrumentales , donde la guitarra es la protagonista, solos de guitarra pinkfloidianos, etc…creando en general un compendio de recursos que hacen de este “Legacy” un corte donde se visitan multitud de escenarios del mundo progresivo, en un entorno cambiante, que convierten este tema en una de las más interesantes suites compuestas dentro del metal progresivo español actual.

El disco finaliza con “Conclusion”, un epílogo acústico musicalmente igual a la inicial “Reflection” que sirve para cerrar el círculo de este gran trabajo de Sergio Rivas, un disco más que recomendable para los amantes del rock y el metal progresivo.

Esperamos que este disco tenga la repercusión que se merece y que pueda ser el pistoletazo de salida de la carrera discográfica de este contrastado músico madrileño, que apuesta por el metal progresivo patrio, algo que por desgracia, es bien escaso. De momento, toca disfrutar de él.

Toni Marchante