Además se da la casualidad que esa misma semana salía al mercado lo que es su séptimo disco de estudio. Un disco, que sigue el sonido característico de Soulfly y que personalmente me ha gustado mucho. Por lo que nos acercamos a dicha sala a ver que tal lo defendían en directo.
Para abrir el mismo, estuvieron encargados Khamul, que son de la vecina localidad de Burlada (Navarra) y que en la parte técnica contaron con un colaborador de lujo, Brigi de Koma. Su metalcore parece que gustó al público y que fueron de menos a más.

Y digo esto por que empezaron con bastante timidez (por llamarlo de alguna manera), aunque con el arropo de la gente se fueron viniendo arriba poco a poco. Cada canción de las 13 que tocaron, en unos 50 minutos, fue in crescendo, metiéndose en su papel de teloneros de Soulfly. La sala se iba llenando poco a poco, hasta competar más de medio aforo durante la actuación de Khamul. No hubo lleno completo en ningún momento, pero si que se registró una buena entrada.

Los de Burlada nos presentaron un repaso por todo el material que tienen editado, tres discos y una maqueta, además de algún tema nuevo. Y curioso que teniendo tantas canciones como tiene, hicieron una estupenda versión de System of a Down, “Toxicity”.
Su sonido en general fue bastante bueno, además de sonar compactos y bien cohesionados. Se les vió disfrutar, y al público también. Letras de denuncia social fundamentalmente.
Tuvieron un pequeño percance, el DJ, que estaba tan emocionado, y disfrutando del concierto, que en un salto que metió, se debió doblar el tobillo y casualmente en la canción que más hacía falta su presencia, estaba siendo atendido.

Al final volvió para acabar con la actuación, pero el chaval no salió bien parado.
Algunos temas que sonaron fueron “El último adiós”, “La crisis”, “Al otro lado” que en definitiva nos dejaron buena impresión, y esperamos poder volver a verlos de nuevo.

Tras el parón obligado para hacer los cambios, comenzaba la actuación de Soulfly. Esta vino precedida de una larga intro a la que siguió “Blood Fire War hate”. Así comenzó un concierto del que teníamos muchas expectativas, y que se quedó en eso.
Pensábamos que al sacar el disco OMEN esa misma semana, su defensa en directo sería por lo menos especial. Además siendo el primero de los conciertos en nuestro país, también creimos que iban a hacer una grandísima actuación. Al final fue un poco decepcionante por lo escaso del tiempo que estuvieron tocando en la Sala Tótem. Hubo gente que al final protestó, por que Soulfly tiene una trayectoria que les hubiera permitido hacer un show de hasta 3 horas. Si, la verdad es que al día siguiente iban a tocar en Santiago de Compostela y el viaje es largo, pero eso no es óbice para que el concierto no tuviera la intensidad que se requiere.

Joe Nuñez fue el primero que se posicionó a la batería. Es un figura el tipo, y un batera excepcional, puro espectáculo que complementa y da un sonido a la música que hacen, ciertamente increíble.
Boby Burns el bajista tiene una trayectoria dilatada, y aunque los años no pasan en balde y sus movimientos en el escenario no son muy contundente, si que desprende esa gana y esa energía que consigue transmitir la música que tocan en directo. Además se complementa perfectamente con Nuñez, en un dueto de la base de las canciones, que muchos querrían tener en sus filas.

Marc Rizzo, es un guitarrista excepcional, no para, salta, alienta a la gente, pero sobre todo le da al sonido Soulfly lo que debe, no es que complemente a Max Cavalera, es que Max se despreocupa muchas veces de tocar, gracias a que está él.
Y finalmente aparece en el escenario Max. El otrora cantante y guitarrista de Sepultura, que consiguió mezclar los ritmos tribales de su país con el tras que hacían, está envejeciendo en el escenario a pasos agigantados. El pasado año en la gira que les trajo por aquí, se le veía un poco flojo, aún así demostró el por que está al frente del grupo, y el que tuvo retuvo. Pero…en esta ocasión, quizás por los viajes, quizás por los años, quizás por que puede pensar que debería tocar en otros sitios, no se le vió dándolo todo, no demostró la intensidad que el resto de la banda trataba de dar al concierto.

Independientemente de ciertos problemillas técnicos, en cuestión de guitarra, si que saca unos modelos curiosos, pero en muchas canciones se dedica más a lucirlas que a tocarlas. Aun así en cuestión vocal, Max le sigue dando la personalidad a las canciones como “Prophecy” que fue la segunda que tocaron, o la que le siguió “Seek´n´strike”. Enm esta el sonido de la guitarra de Max tapaba la de Rizzo, y es extraño por que en los conciertos que se hacen en esta sala, suele haber buena sonorización y estar muy equilibrada. Aún así se sobrepusieron a ello y Max se dirigió al público por primera vez para agradecer la asistencia y los aplausos, y fue entonces cuando sonó ya el primer tema del nuevo disco, “Fire/Mars”. Una canción que me gusta mucho, y que pertenece a este OMEN, que además es un discazo en general. En esa canción se vió también, atendiendo a Joe Nuñez, al hijo de la mujer de Max, que curiosamente la anterior vez vino con su banda Incite, pero que esta vez estaban algunos de ellos como roadies de Soulfly.

“Letal injection” permitió que al finalizar la canción se quedaran sobre el escnario el bajista y el batería, Burns y Nuñez, haciendo una pequeña improvisación, mientras Rizzo y Max tomaban aire.
Tras ello, tocaron un tema clásico, no de ellos, sino de Sepultura, “Refuse/resist”. Max sigue metiendo temas de su etapa en Sepultura, pese a tener material suficiente como para cubrirlos, pero la elección de cara al público es muy acertada, puesto que son canciones que se corean muchísimo.

Sonó “Doom", un tema nuevo rápido y contundente, que abre el disco OMEN, el cual enlazaron con “L.O.T.M” que concluyen con un pequeño homenaje a Pantera, al tocar un fragmento de “Walk”
Aire y preparación para la “Porrada”, donde siguen pidiendo la colaboración de alguien de público, aunque esta vez, el tipo estaba muy feliz por haber podido compartir un poco de canción con Max, y su sentido rítmico no era el deseado para esta canción. Una vez quitados los timbales del escenario y con la siguiente canción ya, subió a la batería Igor Jr para tocar “Troops of Doom”. El hijo de Max parece que va a seguir los pasos de su tío, y esperemos que por lo menos tenga ese nivelazo, el cual hemos podido disfrutar hasta hace poco con Sepultura y con Cavalera Conspiracy. El chaval lo hizo bastante bien, y se fue tímidamente, tal y como llegó.

“Unleashed” sonó tras una hora de concierto, y en la parte final, Max pidió la colaboración de público, tratando de crear un gran pogo. Me recordó a lo que habitualmente suele hacer Habeas Corpus en sus conciertos. Tras dar las gracias al público, se retiraron a los camerinos a tomar aire  y hacer una breve pausa, pro que la insistencia del público así lo demandaba,
El primero en volver fue Joe Nuñez que hizo un pequeño solo, tratando de animar ala gente, puro espectáculo por que es impresionante como toca.
Y ya volvieron los demás, para seguir con “Rise of the fallen”. Esta canción es el primer single y video de su nuevo disco, y volvieron a surgir los problemas de sonido.

Seguid nos dieron pero bien, por que sonó el clásico “Roots”, ante el delirio de la gente. Seguido tocaron una parte de  “Jumpdafuckup”, queriendo hacer una medley con “roots” y con “Eje for an Eye”, el temazo con el que prácticamente cerraron el concierto. Tocaron un poco de Metallica, y Max tratando de animar ala gente, pero ya se les veía que la intención era irse a descansar tras escasa hora y veinte de concierto.
Como se suele decir, corto pero intenso, aunque Max nos haya defraudado y se puede llegar a pensar que en disco derrochan una energía que en directo no transmiten.

Texto y Fotos: Silvia López