Después de cuatro años de espera por fin los de New Jersey nos presentan su nuevo álbum con el difícil reto de superar su anterior “Paradise Lost”. Sin embargo Symphony X no es una banda basada en la superación de trabajos anteriores, sino en la evolución de su propio estilo sin dejar de ser ellos en ningún momento.

Y es que son reconocibles en todos los temas de su discografía, presentándonos una trayectoria donde han ido variando sus esquemas compositivos. Y en este “Iconoclast” lo han vuelto a hacer, han conseguido crear un disco de heavy metal con aderezos progresivos soberbio.

Con Russell Allen a la voz, Michael Romeo a la guitarra, Michael Pinnella a los teclados, Michael Lepond al bajo y Jason Rullo a la batería, mantienen desde hace ya bastantes años la misma formación que nos garantiza una cohesión absoluta.

Ya de entrada la portada es espectacular, basada en el concepto ideado por Michael Romeo de temáticas futuristas, tecnológicas y oscuras; el cover ha corrido a cargo del prestigioso Warren Flanagan (“Watchmen”).No se trata de un disco que llega la primera, es un disco que hay que trabajarlo en las escuchas, quizás más duro que los anteriores y con un Russell Allen inconmensurable, demostrando porqué es a día de hoy una de las mejores voces del metal.

Por si fuera poco, este nuevo disco además de presentarse en formato sencillo, lo hace en edición especial incluyendo cinco nuevos temas para nada de relleno, pues poseen el nivel de las presentadas en el cd titular. Cuando oímos por primera vez el disco, si se abordan los dos CD seguidos, se puede hacer algo largo, pero no os podéis imaginar cómo gana con las escuchas y lo adictivo que puede volverse…

“Iconoclast” abre el álbum de forma muy arriesgada con la canción más larga del disco; y lo hace con una entrada progresiva que da paso a una parte muy orquestal (con cantos gregorianos que irán apareciendo durante el corte), hasta llegar a esos riffs marca de la casa de Romeo y las primeras frases de Allen que identifican plenamente a Symphony X. El entrelazado del estribillo “we are strong…” con la melodía de Pinnella que va aflorando durante el tema y la continua elaboración de Michael Romeo tanto en los riffs como en los solos, ya nos anticipa que nos encontramos ante un gran disco, aunque quizás este corte es algo distinto al resto por el tratamiento de las orquestaciones.

“The end of innocence” es el primer single del disco, un tema directo, con todos los ingredientes a los que nos tienen acostumbrados, pero sonando con una vuelta de tuerca más dura en la voz de Russell y los riffs de Romeo. Muy acertado el aporte de Pinnella en los teclados. En “Dehumanized” Russell endurece algo más su voz en un corte donde la fuerza prevalece sobre la velocidad, con una sección rítmica muy marcada y con un Michael Romeo vomitando Shred a raudales.

Sigue “Bastard of the machine” más veloz pero con la misma contundencia. En definitiva todos los temas se desarrollan bajo un mismo denominador común “Heretic” o “Children Of A Faceless God” con esa base rítmica perfecta y esas señas de identidad que en la música van definiendo la guitarra de un Michael Romeo quizás más concentrado en los riffs y un Michael Pinnella donde se le ha quitado algo de protagonismo en cuanto a volumen, pero que si os fijáis bien, hace un trabajo tremendo. El trabajo de Russell Allen es la constatación de que nos encontramos ante una de las mejores voces del género.

El disco cierra con “When All Is Lost” donde firman un de los mejores temas que haya compuesto en su carrera, muy en la onda de sus primeros trabajos, con un estribillo embaucador y con un Russell que da muestras de su gran poderío vocal mostrándose prodigioso en matices más melódicos.

La edición especial nos regala cinco temas de un alto nivel que a mi consideración convierten el nuevo trabajo en doble, en vez de sencillo. Con escuchar “Electric Messiah” sabréis perfectamente de lo que os estoy hablando, maestría en la guitarra, maestría en los teclados, una base rítmica impecable y una voz prodigiosa.

Completan este segundo CD la progresiva “Prometeus (I am alive)” con esa voz gruesa quasi-gutural de Allen, “Light Up The Night“ muy del estilo de la banda, “The Lord of Chaos” que es de lo mejor de esta entrega con un estribillo apoteósico ideal para corear en directo y “Reigh in madness” que cierra el disco con ciertos tintes oscuros y muchos matices para disfrutar.

Lo bueno de Symphony X es que en sus ocho discos de estudio nos han ofrecido discos distintos, los primeros más neoclásicos y los últimos más potentes, sin perder ese aroma progresivo. Puede que este nuevo trabajo no cumpla con las expectativas de aquellos que deseaban una vuelta al pasado o una repetición del “Paradise Lost” en un grupo que ya ha demostrado con creces su valía y por ello se les somete a un alto nivel de exigencia. Con este “Iconoclast” han vuelto a estar a la altura de la innovación y la evolución sin perder un ápice de su identidad y eso tiene mucho mérito en nuestros días.

Toni Marchante

Temas:

CD1:
1. Iconoclast
2. The End of Innocence
3. Dehumanized
4. Bastards Of The Machine
5. Heretic
6. Children Of A Faceless God
7. When All Is Lost

CD 2:
1. Electric Messiah
2. Prometheus (I Am Alive)
3. Light Up The Night
4. The Lord Of Chaos
5. Reign In Madness