La banda británica nos presenta su nuevo álbum, en una línea continuista con sus anteriores trabajos, aunque nos ofrecen alguna cosa nueva, mantienen el gran nivel de las canciones, aportando por tanto otro grandísimo volumen a su discografía.

Toni Marchante

Y es que cuando un grupo lo tiene claro, las cosas funcionan, seguir la misma senda siempre es una apuesta segura. Es un disco donde no se arriesga, porque todavía quedan ideas de mucha calidad por explotar, aunque también hay que decir que se cuela por ahí algún tema que nos ofrece algo distinto y que comentaremos más adelante.

El duodécimo álbum de Threshold mantiene el alto nivel de esta banda de rock progresivo, sin excesivas florituras, buscando en las melodías y en los redondeos musicales encontrar sus claves compositivas, consiguiendo resultados espectaculares.

Y es que lo mismo introducen las dosis de metal necesarias, como te cambian a pasajes dignos de bandas como sus paisanos Marillion, siempre arropado por un sonido totalmente reconocible que define a la banda.

El sonido de los riffs de la guitarra de Karl Groom es inconfundible, por no hablar de la destreza a la batería del gran Johanne James o el bajo trabajadísimo de Steve Anderson, todo ello comandado por el vocalista inicial de la banda Glyn Morgan, que se reenganchó en el disco anterior.

Threshold – Silenced

Al final todos ellos están comandados por Richard West a los teclados, pieza fundamental en las composiciones y la elaboración, porque si los riffs son inconfundibles, no podemos decir menos de los teclados y la programación.

El disco se ha lanzado primeramente en CD digipak y en las plataformas degitales. Para las ediciones en doble vinilo desplegable en varios colores de vinilo, habrá que esperar un poco más por problemas en la producción.

El disco abre con “Haunted” y ya desde el primer momento vemos la dirección continuista de la banda, que sigue aportando grandes temas, sin salirse de los parámetros que nos venían ofreciendo en sus anteriores discos. Riffs marcados, partes melódicas y estribillo resultón.

“Hall of Echoes” tiene un arranque con muchos efectos de programación acompañando a los riffs.La mano de Richard West está muy presente. Con puentes pausados y melódicos, desemboca en un estribillo atractivo y contundente. Glyn Morgan raya a gran nivel a la voz, grabando en nuestra mente el mensaje “The future is yours”.

Threshold – Complex

“Let it burn” es otro gran tema, sin complicaciones y con un estribillo y coros que también enganchan. Si tuviéramos definir lo que es metal progresivo comercial, este tema sería un buen ejemplo.

Sin duda “Silenced” es probablemente el mejor corte del disco y por ello fue lo primero que dieron a conocer. El arranque con efectos de vocoder ya nos preavisa de que esto tiene muy buena pinta. La base rítmica de Johanne James (como en todo el disco) es espectacular.

The domino Effect” nos muestra el lado más progresivo de la banda en el corte más épico y duradero del disco. Espectacular en el estribillo en la parte del principio y el final. Entre medias, cambios de escenarios sonoros y momentos para disfrutar de sus evoluciones.

“Complex” también nos lo dieron a conocer antes del lanzamiento del disco, un corte muy de la banda, con el sonido típico de sus riffs, los efectos de programación de West; composiciones que nos resultan muy familiares, así como la voz y los coros, un tema que nos recuerda mucho a su etapa del álbum “Critical Mass”.

Y entramos en tres cortes que se salen un poco de la línea habitual. “King of nothing” difiere fundamentalmente por las diferentes estructuras en la composición. Destacan unos puentes muy interesantes en las líneas de bajo y como siempre, la calidad del estribillo, que será, a buen seguro, toda una delicia en directo.

Threshold – King of nothing

Distinta también es “Lost along the way”, algo más pausada, manejando el medio tiempo, recordándonos a Magnum, con algún deje guitarrero a lo Rush, en lo que pudiera resultar de lo más novedoso del disco.

Y “Run” también es un medio tiempo, posiblemente el más discreto de un disco que finaliza con otro extenso tema que casi llega a los once minutos; “Defence Condition” es otro paseo progresivo de alta escuela, donde se mezcla la melodía y el buen saber hacer, en la canción más oscura de este trabajo.

”Dividing Lines” es un disco que mantiene el nivel desde el primer segundo, sin decaer, sin temas flojos, algo que viene siendo habitual en sus trabajos, porque si hay algo que podemos afirmar de Threshold, es que no han hecho nunca un álbum malo.

Threshold nos ha puesto sobre la mesa, uno de los mejores discos de este año que finaliza. Sin duda, más música para disfrutar de esta grandísima banda británica que siempre cumple, mezclando la técnica con fórmulas que siempre han sabido explotar de forma ejemplar.

Toni Marchante

Temas:

1.Haunted
2.Hall Of Echoes
3.Let It Burn
4.Silenced
5.The Domino Effect
6.Complex
7.King Of Nothing
8.Lost Along The Way
9.Run
10.Defence Condition