“Sky swallower” es el título del primer larga duración de Vattnet Viskar, cuatro chicos estadounidenses que dan rienda suelta a múltiples influencias tomando como elementos básicos el black y el doom metal. El resultado es un disco notable en el que rematan las características que ya apuntaron en su debut EP del pasado año 2013.
Paris González
Nota:8/10  

 

De un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda eso de darle una vuelta de tuerca al black metal con elementos muy diferentes, en especial en Norteamérica, con grupos como Deafheaven, los pioneros Wolves in the Throne Room, o, en Irlanda, Altar of Plagues, en lo que se ha venido a denominar como post-black metal. De todos tenemos algo en este 2013 y a ellos se han unido estos cuatro chicos de New Hampshire, Vattnet Viskar.

Ya conocíamos de la existencia de la banda tras el lanzamiento, el año pasado, de un EP homónimo en el que, pese a mostrar los puntos cardinales de su sonido, no terminaron de agradar al gran público. Buenas ideas pero que no terminaban de cuajar. La influencia de Agalloch y Neurosis son más que patentes en la banda que, pese a ser estadounidense, toma su nombre del sueco (“El agua está suspirando”). De los folk/doom/black metaleros toman los elementos más oscuros, mientras que de la banda liderada por Scott Kelly adoptan esa pesadez en el sonido que intrinca bastante bien con la atmósfera oscura de los anteriores. También podemos relacionar el sonido del grupo con los ya extintos Woods of Ypres

Con estos elementos, podemos decir que el estilo que están desarrollando en Estados Unidos está empezando a introducir un elemento completamente desconocido en el black metal como es la positividad. Sí, la positividad. Las canciones no suenan a depresión, grutas y cavernas, sino que tienen un algo que las convierte en algo que parece muy lejano del black tradicional.

Algunos ponen “peros” a los interludios ambientales pero nos parece que ese es, precisamente, uno de los puntos fundamentales del disco. Una forma de ying y yang, bien y mal, brutalidad y calma, que conforman un buen ejemplo de lo que pretenden con el estilo: mezclar dos puntos que, a priori, podrían parecer imposibles de relacionar pero que unidos crean una muy buena mezcla.

El sonido de los instrumentos es otro de los grandes logros de este “Sky swallower”. Todos suenan bien, destacando en especial un bajo espectacular en buena parte de los cortes, notándose y haciéndose cada vez más fuerte, con gran empaque.

“New alchemy” nos teletransporta a la Noruega de mediados de los 90’, con unos riffs que bien podían haber salido de la mano de Nocturno Culto en cualquiera de los discos de Darkthrone. Pero todo cambia cuando el tema se relaja y hacen acto de presencia los tempos más calmados, podría parecer que la canción es otra, de otro disco, de otro grupo y de otro género, pero no. La armonía en el cambio hace que se conforme un todo uniforme y directo con un final desgarrador con unos riffs entre black y doom. Es, probablemente, la canción que mejor describe al grupo.

El segundo corte, “Fog of apathy”, es la antítesis del anterior, comenzando con su larga intro de apenas unas notas de guitarra, que tiende a un doom rápido con reminiscencias agallochianas para terminar con un riff puramente black. “Monarch” es el primero de los interludios completamente instrumentales de los que hablamos más arriba y que da paso a “Breath of the almighty”, tema curioso al aunar el ritmo más tranquilo con unos riffs cañeros y a toda pastilla que luego se unirán hasta la mitad del corte, cuando el oyente se topa con un abrupto parón tras el que llega uno de los mejores riffs de todo el álbum.

Tras el interludio de “Ascend”, “Mythos” llega como una apisonadora blacker que se va relajando con el paso del minutaje sin perder un ápice de brutalidad en el sonido. El último de los intermedios, “As I stared into the sky”, más preciosista que sus predecesoras marca el camino para la entrada de “Apex”, un corte de similar estructura de los anteriores pero que concluye con unas notas de guitarra acústica para dar el broche de oro a un disco notable.

No es un debut revolucionario, ni va a cambiar la historia de la música, pero sí es un paso hacia delante en ese estilo tan de moda y del que hablábamos más arriba, el post-black metal. Momentos buenos, momentos notables y momentos sobresalientes, pocos momentos malos encontrará el oyente en este álbum que se hace realmente corto en sus 38 minutos.

Tracklist:

  1. New alchemy

  2. Fog of apathy

  3. Monarch

  4. Breath of the almighty

  5. Ascend

  6. Mythos

  7. As I stared into the sky

  8. Apex

Web: http://vattnetviskar.bandcamp.com/