| SARATOGA |
Acabada la actuación de S.A., vuelta a cambiar de escenario. Esta vez le tocaba
el turno al New Rock, donde salían en escena a las 22:45 puntuales como siempre.
Teníamos una gran expectación por verlos, ya que era la presentación de la nueva
formación, séptima en toda su carrera y el inicio de una nueva etapa de uno
de los grandes del metal nacional.
Allí aparecían en escena Niko del hierro, Andy C. a la batería, y los dos nuevos
fichajes, Tony Hernando y el gran desconocido por todos, Tete Novoa. Y este
era sin duda el que marcaba más expectación de todos, ya que superar o al menos
igualar a Leo era una tarea bien difícil.
Hay que decir que el Sr. Novoa va a hacer olvidar pronto el nombre de Leo.
Vocalmente es un cantante excepcional, que supo llegar a todos los registros
sin problemas. Es cierto que quizá no llegue a los agudos extremos de Leo, pero
llega a registros altos que hace parecerse bastante.
Desde aquí podemos asegurar que la nueva etapa de Saratoga será igual de fructífera
que la anterior. Y ya no solo por Tete Novoa, sino que Tony Hernando a las guitarras
dota al grupo de otro aire. De sobras es conocido lo gran guitarrista que es,
así que no hace falta decir como toca. Encima del escenario estuvo soberbio,
y plasmó todos los solos de guitarra a la perfección, como si hubieran sido
compuestos por él, y totalmente cómodo.
En todo momento se pudo apreciar también la gran complicidad que existe entre
todos los miembros del grupo, sobre todo entre Niko y Tony, ya que hace bastante
tiempo que se conocen.
En definitiva fue un gran concierto, donde disfrutamos de Saratoga como en
todos los que hemos podido presenciarles (y ya van 15 por lo menos). Eso sí,
esta vez solo con caña del principio hasta el final. Así, alguno de los temas
que pudimos presenciar fueron «Tras las rejas», «Ave fénix», «Se olvido», «A
morir», «Grita», «Maldito corazón», «Mi ciudad», «Vientos de guerra», «Las puertas
del cielo» o «Heavy Metal».
Evidentemente aún les falta camino por recorrer. Tony, de momento, se parece
excesivamente a Jero en cuanto a falta de entusiasmo se refiere y Tete, supongo
en parte a su juventud y su falta de experiencia, trata de emular, tal vez inconscientemente,
a Leo, tanto en la forma de cantar como en los ademanes y eso, de no cambiarlo,
puede llegar a pasarle factura. De todos modos, como decíamos al principio,
fue la primera aparición de la nueva formación y es normal que antes de desarrollar
un estilo propio se tire de algún referente.
En cualquier caso, Saratoga triunfó y llevó a cabo una de sus descargas
más demoledoras de los últimos tiempos donde no dejaron ni un segundo para respirar
y donde, por fin, se olvidaron de las babosas baladas que tan habitualmente
nos cortaban el rollo.
| REINCIDENTES |
Y cuando el reloj marcó la media noche, salieron a escena con un sonido atronador,
y lleno hasta la bandera los sevillanos Reincidentes. Muchísima gente se acercó
para presenciar a otros de los grupos que más público concentran, y es que,
a pesar de que se les va notando que ya no son unos jovenzuelos, siguen al pie
del cañón como el primer día.
En todo momento se estuvieron entregando para darlo todo al público, y al igual
que el resto de bandas del domingo, no paraban en agradecernos y darnos las
gracias por todo lo que habíamos tenido que soportar el día anterior, dada la
cantidad de agua que había caído, y siguiéramos allí como si no pasara nada.
Gesto que desde aquí también agradecemos a todos los grupos, ya que si ellos
se alimentan de nosotros, también en cierta manera, nosotros nos alimentamos
de ellos, disfrutando con su música.
Así a lo largo de la hora y 10 minutos que estuvieron tocando, pudimos disfrutar
de grandes clásicos de la banda, como por ejemplo «Basta ya», «Jartos d’aguantar»
o «Vicio», una de las canciones más coreadas de cuanto tocaron estos sevillanos.
Al acabar Reincidentes decidimos de ir a ver a Ojos de brujo, en lugar de Ill
niño, que aunque no tenga nada que ver con el heavy, también era una forma agradable
de disfrutar y de dar cabida a la pluralidad musical que albergaba la expedición
de este año (Nuria, Rebeca y unos servidores).
| BOIKOT |
Eso sí, acabada la actuación de Ojos de brujo, nos fuimos directos a la carpa
New Rock donde tocaban uno de los grupos aplazados del día anterior, Boikot.
Ellos aparecían en escena a altas horas de la madrugada, concretamente a las
3:30. Pero a pesar de lo tarde que era, allí estábamos congregados grandísima
cantidad de público, tanta que hacerse un hueco entre la multitud era tarea
complicada. Y salieron a escena de la mejor forma que saben hacerlo, dando caña
con su música tan característica y revolucionaria. La gente supo contestarles
de igual manera, y no paraban de saltar y bailar desde la primera fila hasta
la última con temas como «Korsakov», «Karraskal», «Hasta simpre», «Mentiras»
o «Nos quieren detener».
Poco más os podemos contar de Boikot ya que era realmente tarde y nos fuimos
a ver si aún quedaba algo que meternos en el estómago, ya que el hambre apretaba
demasiado como para mantenernos allí, debido a la cantidad de horas que hacía
que no probábamos bocado.
Y aquí llegó la sorpresa. Al llegar únicamente quedaba un par de sitios abiertos.
Nosotros aún tuvimos suerte y pudimos pillar unos bocadillos para cenar, pero
otros tantos se quedaron con las ganas. Por lo que pudimos ver la organización
había decidido cerrar a la hora prevista, sin tener en cuenta que los horarios
de los conciertos se habían alargado.
Muchos quisieron ir a gastar los tickets que les quedaban cuando acabó la
actuación de Boikot (penúltimo grupo del domingo), y se encontró que todo estaba
vallado, y no podían pasar. Nosotros mismos nos quedamos encerrados detrás de
las vallas con medio bocadillo en la mano y sin la posibilidad de pedir una
cerveza para que este entrara mejor.
Pero eso no fue lo peor, sino que al salir del recinto, muchísima gente quería
entrar para ver a «Los Delinqüentes», y se encontraron que nos les dejaban pasar,
ya que la hora de cerrar que tenían prevista era las 4:00 de la madrugada, y
si no estabas dentro antes de esa hora te quedabas literalmente en la calle.
Y eso que «Los Delinqüentes» empezaban a las 4:30 y acababan a las 5:30. ¿A
qué se debe esta prisa?. Si por lo menos hubieran avisado que las puertas se
cerraban a las 4:00 de la mañana aún se entendería, pero que yo sepa allí nadie
avisó, y mucha gente se quedó en la calle. Eso sí, dentro habían miles de personas
disfrutando con «Los Delinqüentes», mientras otros se tuvieron que conformar
con verlos desde fuera del recinto.
Un punto en contra de la organización, que después de haber sufrido lo insufrible,
no tuvieran la delicadeza de cerrar una vez hubiera acabado el último concierto.
Texto: Marcel.lí Dreamevil // Vicente Ramírez
Fotos: Vicente Ramírez
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