Seis años. Ése ha sido el tiempo que ha tardado W.A.S.P. en lanzar el que es su decimoquinto álbum de estudio. ¡Seis años! Nunca antes en la historia de W.A.S.P. había transcurrido tanto tiempo entre disco y disco. ¿Ha sido por falta de inspiración? ¿Habrán sufrido una crisis creativa? ¿Ha sido esa Fe renovada de Blackie que ha transformado al hombre salvaje que cabalgaba al pie de micro más grande del mundo? No, no y no. Golgotha ha requerido 4 años para llegar a su forma definitiva, periodo durante el cual Blackie ha tenido serios problemas de salud que le han dejado fuera de juego durante un tiempo. Por si fuera poco, el batería Mike Dupke se ha bajado del carro después de casi una década militando en la banda. ¿Pero ha valido la pena la espera? Veamos…

Scream es el tema elegido para abrir Golgotha, sabia decisión ya que te inyecta el subidón sin que te des ni cuenta. Desde el principio, estás metido de lleno en el ritmo trepidante tan característico de W.A.S.P. coronado por un estribillo que será imposible no corear en directo. Le sigue Last Runaway, un, podríamos decir, experimento, que quizás tire para atrás a los fans más conservadores, pero del que Blackie sale exitoso y que nos anima a seguir avanzando por Golgotha. Es en el tercer tema donde nos tropezamos aunque sin llegarnos a caer. Shotgun no consigue elevarnos ni por un momento, y para agravarlo más a Blackie le gusta recrearse y recrease durante más de 6 minutos. Suerte del maravilloso baladón Miss You que nos ayuda a reponernos rápidamente y nos transporta al ya lejano disco de debut. Le sigue Fallen Under, un medio tempo delicioso que nos acompaña en este viaje a Golgotha y que no debería faltar en los directos.

Con Slaves of the New World Order, Eyes of my Maker y Hero of the World, Blackie pone la directa y va un poco a piñón fijo, como cuando conduces una Harley por el desierto y llegas a destino sin saber muy bien cómo. Y llegamos a final de trayecto. Llegamos a Golgotha, una balada de más de 7 minutos de duración con sabor a la imprescindible The Idol, que nos deja exhaustos pero con una sonrisa de oreja a oreja después de este viaje de 55 minutos.

Así pues volviendo a la duda inicial, ¿ha valido la pena la espera? La respuesta es sí. Aunque haya un par de bajones, Blackie ha conseguido dar a luz a un muy buen trabajo que debería callar la boca a más de uno que ya le ha pillado el gusto a criticarle por el mero hecho de cumplir años. Bien es cierto que Doug Blair se revela como un guitarrista algo limitado en los pasajes que tiene para lucirse, que no son pocos, pero también lo es que Golgotha ofrece un sonido clásico W.A.S.P. que muchos añorábamos. Solo por este motivo ya vale la pena prestar atención al disco. Blackie está muy bien de voz y su nivel compositivo sigue a la altura. No sé tú, pero yo estoy deseando ver cómo suenan estas canciones en directo y de hecho, lo podremos comprobar muy pronto en nuestro país.

Ingrid Carreras

Temas:
Scream
Last Runaway
Shotgun
Miss You
Fallen Under
Slaves of the New World Order
Eyes of my Maker
Hero of the World
Golgotha