Hay discos que tardan en cocinarse una eternidad. En el caso de Timmons, han pasado la friolera de 10 años desde su último trabajo propio (si excluimos el Plays Sgt. Pepper, de versiones de los Beatles) y la espera sinceramente, no ha merecido en absoluto la pena.

Belch

La decepción al escuchar este trabajo es mayúscula, y más si lo comparamos con Resolution o That Was Then, This Is Now, discos realmente buenos, que dan ganas de escuchar y que un servidor sigue escuchando habitualmente en su tiempo libre. En este caso, Theme from a Perfect World es un trabajo que tras unas cuantas escuchas, se quedará guardado en un cajón ya que apenas destaca por nada. Con esto no quiero decir que a Timmons se le haya olvidado tocar la guitarra, en absoluto. Sigue teniendo un sonido y un nivel muy elevado con su instrumento. Pero es un trabajo aburrido, soso, con canciones sin alma, salvo excepciones y poco inspirado. Ha patinado en las composiciones, no es cuestión de estilo, sino de que las canciones no enganchan.

Sorprende de hecho, que este trabajo no esté orientado ni al público más guitarrero, ya que tampoco encontramos solos de técnica brutal ni nada que haga justicia al nivel que ha mostrado este hombre a lo largo de su dilatada carrera. Ya sufrió críticas en el disco tributo al cuarteto de Liverpool por la orientación tan pausada, abusando del feeling, a la hora de tocar, por encima de melodías que enganchen y temas divertidos y amenos de escuchar. Las críticas y el desinterés general por ese trabajo no han hecho mella en el de Indiana, que en este disco continua con esa línea y parece que va a ser su línea los próximos años.

Tampoco queremos dar la impresión de que todo es horrible. Hay canciones que se salvan, como Ascension y Winterland, los dos cortes que abren el trabajo y que sí tienen unas melodías, reconocibles y con cierto gancho. El resto del trabajo tiene partes que te sume en un letargo, en el que parece que el único que se divierte con los giros y los arreglos, con los juegos en la armonía es el propio guitarrista.

Otro corte salvable, por el feeling a la hora de encarar la relación con la guitarra es The Next Voice You Hear, una balada bastante sentimental y emotiva que tiene un final muy rockero fuera de lugar y con bastante poca lógica con lo que eran los primeros 5 minutos de canción. No busca ir creciendo en intensidad, sino que de pronto la banda se acelera, se vuelve loca en un final prescindible y que empaña un buen tema.

Para los amantes de The Beatles puede ir destinada That Day Came, canción donde la guitarra de Timmons parece cantar en un corte que mezcla el pop con toques jazzeros que, al menos por diferente, pueda resultar interesante. Por último, destacaría Welcome Home, que sin ser una maravilla, al menos sí llama la atención el fraseo principal aunque sí que suena muy a trabajos pasados suyos.

De este trabajo, ¿qué podemos rescatar? Aparte de 3 o 4 buenos temas, y algunas ideas y licks interesantes para los más guitarreros, destacaría el sonido tan bueno que saca a su guitarra (y que lleva sacando los últimos 15 años) y la producción, a cargo de su bajista y mano derecha Daane Mike, que es realmente espectacular.

Solo nos queda desear que no pasen 10 años para que publique otro trabajo y que no enfoque los trabajos a su diversión, sino también a que el público lo disfrute que, al fin y al cabo, son los beneficiaros y a los que, en teoría, van orientados los discos.

Belch

Theme From A Perfect World:

“Ascension”
“Winterland”
“Theme From A Perfect World”
“Sanctuary”
“The Next Voice You Hear”
“Lift Us Up (Something Wicked This Way Comes)”
“That Day Came”
“Firenze”
“Welcome Home”
“On Your Way Sweet Soul”

http://andytimmons.com/

https://twitter.com/AndyTImmonsBand