21 años lleva en solitario este virtuoso de las seis cuerdas. Dando estupendos discos, con fuerza, con garra y sobre todo con un estilo propio e inconfundible, que hace de de Axel Rudi Pell un músico incombustible, prolífico y con ganas de seguir ofreciendo buenos trabajos.

Son muchos los años que este germano nos lleva deleitando con sus discos y su magnífica música. Trabajó en Steeler durante un tiempo antes de ponerse en solitario, y siempre rodeado de grandísimos músicos, como es el caso de Mike Terrana. Siempre ha hecho y ha demostrado una especial combinación entre el heavy clásico y el hard, y lo ha llevado a su campo el de dar buena parte del protagonismo a las seis cuerdas.

Y a pesar de ser mil veces acusado de ser un músico monótono y repetitivo, ha hecho lo que siempre ha querido sin dar tregua a los que le han criticado y si no me creéis a las pruebas me remito, pues cuando escuchéis “The Crest” os daréis cuenta de que nunca se ha salido de la senda que lleva caminando desde hace mas de 20 años.

Un espectacular «Prelude of doom» da comienzo al disco. Metiendo en tensión a los que sean nuevos escuchantes de los álbumes del rubio guitarrista alemán.

«Too late» Es el tema escogido para comenzar la tralla en el álbum. Mike Terrana está sencillamente inmenso durante todo el corte, que aunque más lento que otros comienzos como «Earls of black» del disco The masquerade ball, tiene muchísima fuerza y deja entrever lo que nos presentan en el plástico. Por supuesto y como no podía ser menos, unos hachazos increíbles de guitarra os dejarán estupefactos durante la parte instrumental.

Continuamos con «Devil zone», que con aspecto medieval presenta un corte más lento que el de apertura, pero con ese estribillo ya tan clásico y pegadizo dentro de sus álbumes. Y veréis como otro magnífico solo de guitarra, hace que disfrutéis de esta música que tantas alegrías nos ha dado. Volvemos a esa velocidad a mitad de camino entre el heavy más clásico y el hard más técnico, en «Prisoner of love» que compensa y llena unos temas que algunos verán repetitivos, pero hechos con mucho gusto.

«Dreaming dead» Es un tema con un ritmo al mas puro estilo del antes nombrado «The masquerade ball» y la canción que le da título. Tiene a un Johnny Gioeli muy centrado en el tema, (casi como si algo realmente importante le fuese en este tema en concreto). En mi opinión este tema se puede comparar con la joyería, es decir no basta con tener los mejores materiales para que la joya en cuestión sea bella, hay también que saber como engarzar las piedras preciosas en el oro.

Ese es el mejor trabajo que ARP ha hecho en este corte, pues teniendo alrededor auténticos diamantes como compañeros, él se ha convertido en oro para dar forma a la mejor joya del LP, una joya de casi 8 minutos.

No hay plástico de ARP sin una balada que lo rellene. En este caso es «Glory night» un formato muy clásico y que probablemente no aporta nada nuevo al género. «Dark waves of the sea» O como él ha denominado la segunda parte de Oceans of time, es un corte de 8 minutos de duración, que devuelve al álbum a un nivel altísimo en el aspecto instrumental, y de nuevo con un vocalista dejándose la voz, en un corte con cierto nivel de virtuosismo.

«Burning rain» Comienza con unos tremendos golpes de guitarra que os harán quedar con la boca abierta. Durante todo el corte nos instalará la música en alguna discoteca del mejor rock duro de finales de los años ochenta.

«Noblesse oblige» Nos da la versión rockera de una canción de clásica, para terminar «The end of our time». Aquí el señor Terrana vuelve a decirnos porqué es probablemente el mejor batería del mundo.

En fin, cada banda cada grupo tiene su propio estilo, y hace lo que saben hacer mejor. ARP nos lo demuestra de nuevo en esté larga duración, consiguiendo un disco sobrio, que mucha gente considerará monótono, sobre todo al comparar con anteriores trabajos de la banda. Pero precisamente eso es lo que le da tanto encanto a los álbumes del rubio alemán.

Casi nadie sabe lo que este hombre ha trabajado y trabaja por la música rock, tiene un listado infinito de discos propios, infinidad de colaboraciones y composiciones y desde luego es posible que sea el mejor en lo suyo.

Con sus 50 años sigue dándonos discos tan fuertes y duros como los primeros de cuando empezó en solitario allá por el año 1989. En definitiva un auténtico trabajador de la música, que se ha ganado por méritos propios un respeto en el corazón de todo aquel que se considere oyente del rock.

Sergio Subijana

Temas:
1.- Prelude of doom (Intro)
2.- Too late
3.- Devil zone
4.- Prisoner of love
5.- Dreaming dead
6.- Glory night
7.- Dark waves of the sea (Oceans of time Part II)
8.- Burning rain
9.- Noblesse oblige (Opus# Adagio contabile)
10.- The end of our time