Para estar integrado en la cultura irlandesa, hablar del tiempo es una constante. Después de unas semanas de sol radiante, el día dio un giro inesperado hacia el frio y la lluvia que caracteriza estas tierras verdes. Aun así, el drástico cambio climático no impidió que muchos abandonaran el conforte de sus calentitas casas y atendieran al evento especial de esa noche en Dublin: la visita de Blues Pills.

Blues Pills es una banda que nasció en 2011 y se posiciona en la categoría del blues-hardrock, actualmente formada por la vocalista sueca Elin Larsson, el guitarrista francés Dorian Sorriaus, el bajista estadounidense Zack Anderson y el batería sueco André Kvarnström. La historia del ascenso de este grupo es un hecho excepcional.

El lanzamiento de apenas tres EP´s, “Bliss” in 2012, “Devil Man” y “Live at Roackpalast” ambos en 2014, fueron un éxito rotundo permitiéndoles rápidamente ganar exposición internacional que se tradujo en una gira por Europa y Australia como teloneros de Orchid, Scorpion Child y Kadavar. Aun en 2014 nos deleitan con su auto-titulado álbum debut, muy bien acogido tanto por los fans como por los media. Para promocionarlo, “The vintage caravan tour” este día pasaba por la capital irlandesa, así que nosotros no podíamos perder esta oportunidad.

A las 19h abrieron puertas del Voodoo lounge, para media hora más tarde entrar en escena Electric Taurus, un trío autóctono dublinés de stoner metal compuesto por Matt Casciani, James Lynch y Mauro Frison. Actualmente tienen un álbum editado “Veneralia” y un proyecto a medias con los italianos “Prehistoric Pigs”, donde se puede escuchar “behind the sun”, un tema de 16 minutos que cuenta con la participación de la cantante irlandesa Barbara “Babz” Allen, un sonido interesante y arriesgado que difícilmente dejará indiferente quien lo escuche. Por lo general, en su repertorio de canciones podemos identificar influencias que remontan los 70´s tales como, Led Zeppelin, Deep Purple o Black Sabbath, oscilando entre el blues / doom metal.

Subieron al escenario y tocaron “two gods\caput algol”, marcando así el inicio del concierto. Le sigue “Mescalina/If/At the edge of the Earth” otro tema con una grande componente instrumental, más rítmico, alternando riffs de guitarra graves oscuros con patrones repetitivos típicos del blues, temas que parecen cautivar al público. Las limitaciones que el local presentaba eran evidentes, sin duda no es el mejor en términos acústicos, aun así sonaron bastante bien durante todo el concierto. Otra característica de este curioso trío es la media de duración de sus canciones, casi nunca inferior a 8 minutos, de forma que unos cuarenta min después, Electric Taurus se despedían con su cuarto y último tema del setlist “Prelude to the madness”. Su performance tuvo resultado satisfactorio evaluando por los aplausos que recibieron tras su retirada, no obstante, personalmente me hubiese gustado ver un poco mas de interacción con el público allí presente.

Los siguientes invitados de esta noche eran los ingleses RavenEye, una banda formada apenas el año pasado por el guitarrista y cantante Oli Brown. El joven artista cuenta ya con cuatro álbumes editados bajo su nombre y varios premios que le otorgan un lugar de destaque en el mundo del Blues. En 2014, junto con el bajista Aaron Spiers y el baterista Kev Hickman, también ambos músicos experimentados, deciden formar RavenEye. Tocan blues-rock y lo que se puede leer sobre sus directos se resume en: potentes riffs / dinámicos shows.

Tal vez por eso, en su curriculum ya incorporan un tour europeo como banda de soporte a Joe Satriani y unos cuantos festivales esencialmente por España y Uk. En Enero de este año, lanzaron su primer single Breaking Out, e inmediatamente después se proclamaron como teloneros oficiales de Blues Pills para el tour de Uk/Irlanda. Otro punto a resaltar es la reciente gira que hicieron el pasado mes de Abril junto a los bilbaínos Last Fair Deal, visitando en total ocho ciudades españolas incluyendo Madrid y Barcelona.

La sala, ahora ya más completita, se preparaba para la segunda parte que no tardaba en empezar. Después de una corta intro, los RavenEye suben al escenario con determinación para lanzarse con “Get it started”, excelente entrada ya sea por su potente riff o por la letra, este tema captó la atención de la gran mayoría desde el primero estribillo. Finalizado el primero tema y con la batería de fondo, Oli Brown se dirige al público en tono de aviso: “Are you ready for some rock n´roll? …So, let´s go crazy!”.

Y no fueron solo palabras, a medida que avanzaba en el setlist, veíamos a unos RavenEye cada vez más entregados a la causa “let´s go crazy”, fácilmente contagiando el público que tenía delante y seduciendo otros más escépticos con temas como “Run Away” y “Hey hey yeah”, este último de fácil y pegadizo estribillo que contó con la participación del público, que lo entonó con enorme entusiasmo después de un espectacular solo de guitarra ejecutado por Oli.

Rompiendo un poco la dinámica de hasta entonces, llegaba “Home sweet home”, una melodía sencilla, lenta y algo melancólica, para justo después pasar al extremo contrario con “Breaking out”, tema más cañero y muy bien recibido por el público. Para finalizar tocaron “You got it”, donde vimos a Oli subido en la batería ejecutando un extenso solo de guitarra, mientras que Aaron en el bajo se crecía al ritmo de Kev ahora completamente poseído en la batería, un cuadro explosivo que se tradujo en muchas ovaciones y aplausos por parte del público. Un excelente final que abría paso a los próximos y últimos invitados de esta noche.

La sala ahora estaba a abarrotar, se apagaron las luces y suena la intro. Es “Mannish boy”, tema de Muddy Waters Band, como que evocando su espiritu y remarcando uno de los elemento que une a los músicos de esta noche: el Blues.

Los primeros acordes de “High class woman” rompen la intro, y las luces revelan cada uno de sus elementos. Todos ellos presentan un estilo que nos hace viajar en el tiempo entre los años 60 / 70´s, pero Elin Larsson sobresale del resto. De forma decidida se aproxima del micro, se balancea sobre él y libera su potencia vocal de forma increíble. Teniendo en cuenta algunos problemas recientes relacionados con Elin y su infección vocal, quedaba claro que ya se encontraba totalmente recuperada.

Aint’t no change” es el segundo tema que suena sin parar, contando con distintos momentos de improvisación instrumental, en los cuales el francés Dorian se explaya enseñando sus aptitudes técnicas en la guitarra eléctrica, mientras que Elin baila y aporrea la pandereta.

A continuación nos presentaban “Bliss”, la primera canción compuesta por el grupo, otro gran tema que no da descanso al público que les sigue sin nunca parar de moverse. Los casi estáticos Dorian y Zack son un contraste absoluto en comparación con la energía desprendida por el dúo sueco, que parecen no resistir a los estímulos que su propia música les provoca. Y esta es la dinámica que acompaña los temas que proceden, “Dig in”, “Time is now”, “Astralplane”.

El momento esperado de esta inyección de Blues Pills llega a los cuarenta minutos de concierto, “Devil Man” y una vez más la sala, como que paralizada, observa como la cantante sueca produce esos arranques vocales que marcan el inicio del tema. La ejecución es perfecta, espléndida, y mejora (si es que se puede!) al final cuando Elin decide improvisar utilizando la voz del público como coro soporte. Esta es la gran ventaja de los conciertos en salas de capacidad no tan masiva, la proximidad que hay entre el público y artista permite en algunas ocasiones establecer un vínculo de forma rápida, y además que este se perciba de forma especial para ambos lados. Para mí este fue uno de esos momentos, y no creo haber sido la única ya que un fan no pudo aguantarse y gritó un fuerte “I love you” que originó risitas en toda la sala.

En su setlist también incluyeron el cover “Elements and things”de Tony Joe White, y para despedir, un tema que no podía fallar, “Black smoke”. En el bis volvieron para tocar “Litle sun”, tema que lamentablemente sentenció el final del concierto, aun que el público se haya puesto súper pesado demandando mas canciones. Muy educadamente justificaron que no podían extenderse por temas de horario, motivo que bastó para calmar la peña que rápidamente se disipó dejando el local prácticamente vacío.

Noche mágica en Dublin, literalmente más de tres horas de buena música con dos grandes temas de fondo, el rock y el blues. Excelente combinación por sí sola, añadiendo talento y dinamismo, es todavía un nivel superior. Personalmente y considerando mi nueva dirección postal, un enorme agradecimiento a DME promotions por creer en el rock / heavy metal y por apostar en promocionar eventos tan especiales como este.

Texto: Ana Pereira
Fotos: Susana Manzanares / Susana González
(archivo MS.COM)

Setlist

High Class Woman
Aint’t no change
Bliss
Dig in
Time is now
Astralplane
No hope left for me
Devil Man
Elements and things
Black smoke
Bis
Litle sun