Lo primero que nos encontramos al llegar fue con una enorme cola a la espera de las entradas y que Edenbridge, Mac of mad y Gut se habían caído del cartel. La sorpresa era que Kathaarsys (grupo que me encanta) se añadían al cartel. Tras esperar 20 minutos y preocupándonos por el retraso a la hora de empezar, nos damos cuenta de que no han llegado ni las entradas ni las pulseras y nos dicen a las 19.30 que podemos ver el primer concierto de Ava Inferni sin pagar o sin pulsera  y luego volver a salir para pillar las entradas. Pues bien, al finalizar el concierto nos tocó salir a esperar la enorme cola y prácticamente todos nos perdimos a Kathaarsys. De hecho al asomarnos vimos que sólo había unas 10 personas entre el público.

Es muy triste que un grupo de un calibre como Kathaarsys, que este mismo año han sido teloneros de Negura Bunget en un tour europeo, se hayan encontrado ante esta ridícula asistencia por culpa de una mala gestión de las entradas. Hablamos con su bajista, M. Barcia, que por una parte lamentó haber tenido tan poco público y por otra haber sufrido un mal sonido.

Dando paso a la zona de acampada, hay que reconocer que la zona es muy bonita si no tenemos en cuenta que desgraciadamente los fuegos allí acaecidos han dejado bastantes secuelas en el paisaje. La acampada se encuentra en un lugar idílico, junto al río y entre árboles, pero al ser una zona muy seca, el suelo de la zona de la acampada está cubierto de diminutas espinas de ramas caídas que se clavan incluso a través del suelo de la tienda… pero nada que no se solucione con una esterilla.

Las duchas no eran otras que las que de un campo de fútbol que se encontraba justo al lado de la zona de acampada. Teniendo en cuenta cómo suelen ser estas cosas en los festivales, no estaban nada mal. Y en cuanto a los baños, había 10 letrinas en la zona de conciertos y los del bar. Pese a la escasez, nunca hubo colas debido al escaso público.

ortugal siempre ha sido alabado por su rica gastronomía a un precio más que razonable. El bar que se encuentra junto al escenario posee un gran número de mesas y ofrece variedad en sus platos (lasañas, caldos, hamburguesas, sándwiches… todo con ese regusto casero que hace que sepa tan bien) a un precio oscilando entre los 3 y 5 € como mucho.

Yéndonos a la zona de conciertos, había 4 ó 5 puestos, un par de ellos bastante surtidos de metal extremo underground, otros de merchandising no oficial y para los más golosos un enorme puesto de chucherías (¡yo lo agradecí!).

El escenario no pegaba con el resto del festival porque era muy grande y mucho más en comparación con la afluencia de público (que dejo para el final). El sonido se portó con según qué grupos. En algunos sonó todo con total nitidez y perfección, mientras que con otros tuvo sus más y sus menos, pero dentro de lo que cabe le doy buena nota. También se agradece que entre concierto y concierto pusieran buena música para amenizar la espera con bandas como Lamb of god, Meshuggah o Dagoba.

Y para finalizar con las primeras impresiones, lo que más me sorprendió del festival fue la poca respuesta de la gente. Un cartel perfecto para amantes del metal extremo que englobaba bandas míticas de death, grind e incluso death/doom, black y viking, así como un gran número de bandas nacionales. Pues bien, echando números en total han debido de acudir 600 personas. Y digo en total, porque en muchos conciertos no llegaba ni a ver a 200.

Algo tan sorprendente no puede pasarse por alto… yo nunca había estado en un festival de tal magnitud en sus bandas y con tan poca gente. ¿El resultado? Edenbridge no acuden porque el festival no les paga los billetes de avión, ver a bandas salir a tocar mosqueadas o desanimadas por no sentirse arropados ante el público, que, escasos que éramos, no estábamos muy contagiados por el entusiasmo a la hora de corear y aplaudir.

El festival ha perdido dinero, de eso no nos cabe duda. ¿El motivo de tan poca gente? Sólo podemos hacer conjeturas. No sé si ha sido por falta de una buena promoción, porque en Portugal no se mueve mucho la gente para estos eventos, malas fechas, colapso con otros festivales o qué. Yo en el lugar de los organizadores habría hecho el festival en lugar de en 3 días, de 2. Al finalizar cada día de concierto uno se quedaba con el sabor de boca de haber visto 2 ó 3 grupazos únicamente, ya que el resto solían ser nacionales y además no empezaban hasta las 16.00. En definitiva, el festival se hace largo.

El caso es que apenas ha habido respuesta y eso que el festival pintaba muy bien. Una lástima y lo siento por los organizadores.

Texto: Esther Villardón
Fotos:M.Ángel Santana