Clutch + Green Lung + Tigercub – 28 de Noviembre 2022 – Sala Apolo (Barcelona)

Una visita de Clutch a tu ciudad siempre es motivo de celebración. La banda de Maryland capitaneada por Neil Fallon, ya lo he comentado alguna vez, lleva casi 30 años sin parar de grabar y girar y cuando los ves sobre un escenario comprendes por qué están considerados una de las mejores bandas del planeta sobre un escenario. Ni siquiera la pandemia fue capaz de hacer que Clutch dejaran de tocar (emitieron bastantes conciertos en streaming desde su local de ensayo) y ahora vuelven a girar por todo el globo para presentar «Sunrise on Slaughter Beach» (2022), su duodécimo trabajo en estudio.

Para la ocasión, Clutch venían muy bien acompañados por dos bandas inglesas que en un mundo justo triunfarían por todo lo alto. Abrieron la velada Tigercub, un trio de Brighton que son la mezcla musical perfecta entre Queens of the Stone Age y Failure. El set empezó ante una sala eminentemente vacía con «Favourite Song» y «Sleepwalker» dando ya muestras de la energía que desprenden estos tres tipos.

El primer EP de Tigercub data de 2013, así que no estamos hablando de unos novatos ni mucho menos. El altísimo Jamie Stephen Hall se encarga de las voces y la guitarra, mientras que Jimi Wheelwright le da al bajo como si no hubiera un mañana y James Allix se deja la vida tras la batería. No hay mucho tiempo para poder disfrutar de este pedazo de banda, pero sí que nos obsequian con temas pretéritos como «Memory Boy» o «Blue Mist in my Head», a la vez que nos presentan nuevas propuestas como «The Perfume of Decay». El corto pero intenso set se cierra con «Beauty» un tema que tiene uno de los mejores riffs que yo haya escuchado en años, otra vez con este regustillo a QOTSA bien hecho. Ojalá vuelvan para poder disfrutar un show entero.

Sin apenas tiempo, el escenario es invadido y despojado de todo el backline de Tigercub para que Green Lung, la nueva sensación inglesa del doom stoner más setentero tomen las tablas de Apolo. La banda se formó en 2017 en Londres, y desde entonces ya han publicado un EP y un par de discos, el último de ellos, «Black Harvest» (2021), uno de los títulos más interesantes del año pasado.

La inicial «Woodland Rites» dio paso a dos temarrales como «Leaders of the Blind» y «Old Gods». El sonido es potente y cristalino, y la banda suena apabullante: todo en su sitio, la voz mandando y los riffs teñidos de toques ocultistas invaden la sala. Es casi como ver a unos Black Sabbath de 1973. La peculiar estética de los miembros de la banda hace que parezca que se han juntado colegas con gustos musicales distintos y hayan decidido formar una banda porque no encontraban a nadie de su rollo. Pero que eso no os engañe: Green Lung son una bandaza que tiene muy claro lo que quiere.

Los temas son algo largos, así que no hay mucho tiempo para desgranar muchos títulos, pero «Graveyard Sun», «Reaper’s Scythe» y «Let the Devil in» completan un setlist solvente, potente y apabullante que presagia muchas cosas buenas para Green Lung. De momento, la banda ya ha anunciado su salto a Nuclear Blast en lo que puede ser el primer pasito para la dominación mundial de Green Lung. Espero que así sea porque el potencial que atesora esta banda asusta.

Otra vez sin casi tiempo a hacer la birrita de rigor, el escenario se transforma para que los cuatro de Maryland asalten el escenario. Apolo ya está hasta los topes (como tiene que ser) y cuando empieza a sonar el consabido «We Need Some Money» de Chuck Brown & The Soul Searchers, ya sabemos que esto está a punto de empezar, pues es la banda sonora que siempre da inicio al ritual Clutch. Aparte de saber que van a tocar bastantes temas del último disco, el resto del setlist es una incógnita y ya nos sorprende de inicio con «Mice and Gods», «El Jefe Speaks» y «Earth Rocker», un trio de distintas épocas de la banda así, para empezar arrasando.

La verdad es que los temas que toquen Clutch en un concierto son un poco lo de menos, porque lo importante aquí es venir a menear el culo y a disfrutar del groove. Con un sonido potentísimo y perfecto, temas de nuevo calado como «Slaughter Beach», «Skeletons on Mars» o «Nosferatu Madre» suenan a clásicos instantáneos y no desentonan para nada con pesos pesados en la historia de la banda como «Struck Down», «Sucker for the Witch» o «Subtle Hustle».

La estampa sobre el escenario es la de siempre: Tim Sult y Dan Maines totalmente enfrascados en su mano a mano con sus respectivos instrumentos (flipantes las palizas que Sult le mete al wah), la ‘groove machine’ JP Gaster dominando el cotarro desde la parte posterior del escenario y, por supuesto, Neil Fallon interpretando su suerte de predicador reconvertido a estrella de rock que tanto le caracteriza. Fallon sigue dejándose la voz en cada verso (no para de beber agua el tío) y a la vez no para de jalear a un público que no para de moshear y corear a grito pelado sus temas favoritos.

Sin demasiadas ceremonias los temas van cayendo: «Red Alert (Boss Metal Zone)», «Mountain of Bone», «Willie Nelson» o «The Face», que cierra el bloque principal del concierto. A estas alturas la banda ya tiene al público en la palma de su mano y todavía hay tiempo para unos pocos temas más como «Rats» y dos clasicazos que siempre ponen la sala como una olla a presión: «The Mob Goes Wild» y, como no podía ser de otro modo, un «Electric Worry» arrollador que cierra un concierto impecable, de nuevo, de Clutch en Barcelona. Todo en orden.

Texto y fotos: Edko Fuzz