BluesCazorla 2022 – 8 de Julio 2022 – Cazorla (Jaén)

Hacía poco que nos íbamos a dormir y como quien no quiere la cosa ya nos encontrábamos intentando desayunar para volver a la carga con el primer día de festival completo.

El segundo día del BluesCazorla los conciertos ya empezaban a media mañana en el escenario “Agua de la Sierra de Cazorla” situado en la “Plaza Vieja” de la ciudad. Tras tantos años, la organización ya tiene cogida la medida para evitar que la gente sufra ese calor asfixiante de buena mañana, así que despliegan un toldo que cubre prácticamente toda la plaza para paliar en parte ese calor directo, y luego los bares de alrededor hacen el resto sirviendo bebida y comida sin parar, ya que es una buena hora para hacer el vermut y empalmar con la comida con esas fantásticas raciones que sirven.

Además de todo eso, hay una tradición entre el público asistente que es llevar pistolas de agua para seguir mitigando esa calor llenándolas en la fuente de las Cadenas, que está en la propia plaza… haciendo uso así de la propia agua de la sierra juntándolo con el nombre del escenario que decíamos al principio, si al final todo cuadra.

Una tradición cuanto menos curiosa que deja volar la imaginación de los asistentes que llevan desde un difusor típico para limpiar cristales hasta un aspersor que se va accionando cada x segundos, o cualquier pistola de agua con una potencia digna de admirar… así que lo más probable si pasas por allí es que de rebote te lleves un disparo de esas armas acuáticas que nunca te esperas pero a fin de cuentas se agradece por las condiciones climáticas.

Era una lástima que el escenario no nos dejase ver a los músicos tocar delante de las Ruinas de la Iglesia de Santa María, que también se encuentran en la plaza porque las tapaba el telón de fondo del mismo, pero bueno…. Lejos de buscar la foto del entorno idílico para el festival, saltaban John Duer & The Blues Freaks a escena para dar el pistoletazo de salida a este segundo día. Los de Toledo, aunque podrían ser perfectamente de cualquier pueblito de al lado del Mississippi, en marcha desde 2017 ya cuentan con tres discos en su haber siendo “Try some of this” el último de ellos.

Liderados por el barbudo y carismático John Duer de Arizona (viviendo en Toledo desde hace 7 años), el cuarteto ofreció una primera parte de su repertorio con temas propios como la inicial “Drownin’ Blues”, “Yesterday, Today” o “Killer Blues”. Para luego dejar paso a las versiones de Delbert McClinton, Casey Bill Weldon o Tampa Red como “Back To Louisiana” , “Back Door Blues” o “Stuff no More”.

Sin una puesta en escena digna de mención, todo fue vía la interpretación del cuarteto que demostró su valía técnica y experiencia para darnos un notable concierto y descubrir la calidad de esta gran banda. Duer estuvo acompañado por Sepul a la batería, Buddy García a la guitarra y Paco Cerezo al bajo. Un cuarteto rodado que cada uno tiene su rol más que aprendido y que nos dejaron una buena dosis de disfrute y de buen hacer de buena mañana.

Seguíamos combatiendo el calor en la Plaza Vieja porque queríamos ver a Baboon Blues County, la gente de Murcia que también podrían pasar como orihundos de cualquier paraje americano.

Después de sus conciertos en Madrid y Barcelona organizados por etin produccions, llegaba a Cazorla para acabar esa mini gira de verano el mítico Tommy Castro y sus Painkillers.

El guitarrista de California llegaba al festival con los tres premios de los “Blues Awards” de este año por su último disco “A bluesman came to town” que salió el año pasado y era el disco que venía a presentar. Aparecieron a las 22h por el escenario principal encarando así la ronda de los conciertos más importantes de este segundo día.

Castro y su colega Randy McDonald llevan 30 años mano a mano por los escenarios de todo el mundo para ofrecer esta propuesta tan personal y tan elegante junto a Bowen Brown a la batería y el teclista Michael Emerson. Es una delicia ver a Castro que a sus 67 años ofrezca ese repertorio lleno de una precisión suiza en todo lo que toca, desde la primera hasta la última nota.

Tiene tanto material grabado que le resulta más que complicado formar un repertorio cada noche, así que siempre lo va variando, pero los básicos están ahí como “Make it back to Memphis”, “Nasty habits” o “A bluesman came to town” o “Blues Prisioner” de ese nuevo disco…. Hasta llegar de nuevo a la docena de temas.

Es tal el nivel de calidad de Castro que nos dejaba ver su soltura y su buen hacer antes que una sentida interpretación. Pero eso no dejó de ser un impedimento para disfrutar de todo el despliegue de la experiencia de esta gran leyenda que esperamos volver a ver muy pronto.

Una vez entonados y de que manera, de California saltábamos a Memphis ya que era el turno del grandullón Eric Gales y su banda para dejarnos otra gran ristra de temas de alta factura.

Al igual que muchos de sus compañeros, el de Memphis se hizo una mini gira por España para acabar en el Cazorla presentando su último disco “Crown” tal y como hizo en su concierto de Madrid.

Y al igual que hizo en la Sol, el repertorio que nos dejaron fueron los temas más importantes de ese nuevo disco aunque también comenzaron con la intro  “Smokestack Lightning” de Howlin’ Wolf que puso todo el mundo a bailar desde el primer tema. Cayeron “You don’t know the blues”, “Put that back” o “The Storm” por destacar alguno, acabando con el medley de versiones de “Vodoo Child”, “Für Elissa”, “Inmigrant Song” y el “Back in black” de ACDC.

Muchas de estas bandas se aprecian mucho mejor en sala, un ambiente más tranquilo, acogedor, intenso… y quizá a Gales le pasó factura eso. El hecho de estar en un escenario tan grande, iba de aquí para allá intentando interactuar con todo el mundo y el haber tenido una mínima interacción del petrificado Smokeface, le hubiese ido bien. Tener tantas cosas en la cabeza le hizo no centrarse en algunos momentos de la actuación.

Aún así, disfrutamos de la actuación del de Memphis reivindicando su Crown del blues actual, pero no nos llegó tanto como días atrás en la Sala el Sol.

Llegaba el momento para otra leyenda ya que era el turno de Raimundo Amador y su blues fusionado con su mundo flamenco que le ha hecho famoso. Su último disco editado es “60 Aniversario (Directo desde Casa)” editado en pandemia para que sus seguidores pudieran tener algún tipo de material nuevo.

“El blues de la frontera” o «Puchero» fueron alguno de sus clásicos atemporales que nos ofreció junto a “Candela” o el “Ay que gustito pa mis orejas” como bis de cierre. Quizá una propuesta arriesgada dentro del cartel que alguno de los allí presentes no acabó de aceptar, pero es una de las ventajas (o no) de los festivales, la variedad de todos los artistas que pueda tener su cartel. Lástima que no estuviese Javier Vargas para emular algún tema de aquel «Noche de Flamenco y Blues».

Gran concierto de Raimundo y los suyos sin importar las horas que fueran para ofrecernos su peculiar estilo, buen hacer y técnica a raudales en cada uno de sus temas.

Llegaba el final de este segundo día con otra exquisitez de uno de los artistas de la agencia Soul Matters, The Reverend Shaw Amos & The Brotherhood. El de Los Angeles venía con su » The Cause of it All» del año pasado y su recopilatorio recién estrenado «Hollywood Blues: Songs and stories from the Family Tree» confirmando su carrera de 15 años.

Un tipo singular, elegante y con la música en la sangre The Rev nos dio una clase magistral a altas horas de la madrugada de como bailar, cantar y tocar la armónica. Quizá el cansancio no nos dejaba disfrutar de todos los detalles de su música, pero sin duda su finura y su garra era más que evidente.

Tiene más fechas confirmadas en estos días de verano, lo que si tenemos seguro es que si vuelve a gira en salas parece que lo apreciaremos mucho más. Estaremos atentos.

Susana Manzanares / David Aresté