El death metal melódico; una de las vertientes del death metal clásico más de moda en la actualidad. Multitud de jóvenes bandas llevan años de esfuerzo y dedicación para intentar abrirse un hueco en el siempre difícil mercado musical metalero. Cientos de bandas provenientes de muchos países las que intentan emular a sus ídolos de la vieja escuela gotemburguesa que tan hondo han calado entre la comunidad en los últimos 5 / 10 años con trabajos muchos de ellos clónicos entre sí, y rebasando a todas luces la delgada línea que separa “influencia” de “plagio”.

Con tan grave problema de saturación mercantil sobre la mesa, es en este punto que muchas bandas, no todas ellas suecas, por cierto, buscan diferenciar su producto de algún modo. Esto es, tratar de aportar elementos nuevos que infundan variedad a la música y provoquen en el oyente una sensación de personalidad propia y estilo genuino e inconfundible que harían reconocerlas entre cien más.

Deadlock, banda alemana que hoy nos ocupa y cuya introducción viene muy al hilo, han optado por hacer esto mismo, aunque pegándole unas cuantas escuchas de reconocimiento, pronto nos daremos cuenta de que su opción es cuanto menos restrictiva. “Wolves” representa el segundo largo de los de Leipzig y ha contado con la producción de su guitarrista Sebastian Reichl y las mezclas de Jacob Hansen, reputado músico que ya trabajara con Mercenary, Nightrage o Heaven Shall Burn.

Como novedad, se confirma la permanencia de manera fija en la alineación de Sabine Weniger, jóven vocalista que alterna en dichas funciones con los graves y las poesías oscuras de Johannes Prem, ambos protagonizando una bella e innovadora fusión vocal parecida quizá a la formada por Anders Friden y Lisa Miskovsky en “Dead End”, perteneciente al “Come Clarity”, último trabajo de In Flames, para que nos hagamos una ligera idea de por donde van los tiros.

La nueva entrega discográfica de los alemanes viene a confirmar una estupenda propuesta musical que ya se iniciara en 2005 con “Earth.Revolt”, y viene a protagonizar el proceso de promoción más destacado para el grupo desde que se formara en 1999. Deadlock apuestan por el death metal como estilo básico, de corte melódico al más puro estilo Gotemburgo, pero se atreven a fusionarlo con elementos de música electrónica como el techno, así como con ambientaciones oscuras, partes de orquestación y una gran variedad de arreglos post-producción que no hacen sino aportar variedad y frescura a un trabajo que ya lo es de por sí. Todo este complejo entramado sónico bien armonizado encaja perfectamente con la conjunción vocal a la que anteriormente hacíamos alusión, esa interesante dualidad de voces entre Sabine con su dulce y angelical timbre vocal y Johannes con su grave, desgarrado y demoníaco registro.

Dentro de estas características generales encontramos temas más puramente metaleros y más pesados como podrían ser “We Shall All Bleed”, tema que sigue a la intro “World Domination”. Desde este momento podemos hacernos una mínima idea de por donde van los tiros: death metal en el que las partes melódicas corren por cuenta de Sabine con su típica voz Radicalera (recuerda muchísimo a la clásica voz femenina de las canciones de bacalao en las que da la sensación de que en todas canta la misma mujer). Muy buenos solos de guitarra y contundencia vocal a cargo de Johannes, diversos cambios de ritmo; partes tranquilas…mucha variedad contenida en los 11 temas que conforman “Wolves”.

Esta misma linea la sigue “Code of Honour”; “Loser’s Ballet” es de cuerpo similar aunque incluyendo una introducción y un primer tramo más calmado y con unas ambientaciones oscuras muy logradas. Después el tema se acelera y vuelven los riffs pesados y los graves de Johannes, aunque también se alternas con las partes oscuras de telcado. “Dark Cell” sigue la tónica general del disco, con un estribillo alegre, tema dulce y rabioso al mismo tiempo, genial.

“Corwn of Creation” tiene las partes más rápidas y brutas probablemente de todo el álbum, alternadas con un estribillo de lo más pegadizo del disco con la voz de Sabine como protagonista absoluta. Aquí es donde la dualidad de sonidos se hace más latente. Es, posiblemente, de los dos o tres mejores cortes del trabajo, con esa combinación perfecta de estrofas rápidas y death metaleros (partes casi brutal), estribillo melódico, solos de guitarra e incluso uno estupendo de teclado. Del mismo palo sería “As Words to Bullets”.

“End Begins” es de todos el tema más restrictivo sin lugar a dudas. Toda una prueba de fuego para el que se crea abierto de mente pues combina death metal puro y duro de hacer headbanging con partes de techno que perfectamente triunfarían en un Scorpia o en un Radical. El tema que aúna todos cuantos elementos se exhiben en el álbum: riffs pesados, ritmos rápidos, lentos, arreglos de teclado, post-produción, voz melódica, solo de guitarra frenético, sesión electrónica… ¿Te atreves?

Adentrándonos en el final del CD, “Praeludium II” es una especie de introducción épica escondida en las profundidades del disco, poco más que decir. “Bloodpack” es un tema de raíces death metaleras clásicas y en él los arreglos modernos y demás innovaciones quedan al margen, erigiéndose la pureza vocal y guitarrera…hasta el estribillo, en el que hace acto de presencia la voz de Sabine y con ella las partes electrónicas nuevamente.

“To Where the Skies are Blue” es el broche de oro a un magnífico trabajo. Es ni más ni menos que un baladón en el que Sabine saca a relucir todo el inmenso potencial que lleva dentro. Con las notas de un piano de fondo sonando y tan solo con la voz como único argumento, es capaz de erizarnos el bello con cada palabra. Un timbre y un chorro de voz realmente cautivadores…preciosa guinda.

“Wolves”; un disco en el que tiene cabida desde el más despiadado riff guitarrero hasta el más tierno jugueteo vocal de una fémina, desde ritmos violentísimos hasta pasajes de música techno…Una auténtica amalgama de sonidos, arreglos y estilos no aptos para mentes clásicas y restrictivas. Si eres de los que disfrutan con grupos que patean barreras y estás harto de escuchar bandas que nada aportan al género, quizá estés preparado para disfrutar el nuevo trabajo de los alemanes Deadlock, un verdadero reto musical y todo un alarde de originalidad, valentía y atrevimiento con tan singular mezcolanza.

Raúl del Amo

Temas: 01. World Domination, 02. We Shall All Bleed, 03. Code of Honour, 04. Loser’s Ballet, 05. Dark Cell, 06. Crown of Creation, 07. End Begins, 08. As Words to Bullets, 09. Praeludium II, 10. Bloodpact, 11. To Where the Skies are Blue.