Así como el sábado se pudo notar un pelín más de gente que el viernes, el domingo la mayor concurrencia fue aún más evidente. La tercera y última jornada del cartel suponía el día grande para muchos, con bandas como Airbourne, Alter Bridge, Europe y, sobretodo, Aerosmith, haciendo que mucha gente adquiriera la entrada solo para este último día.

Texto: Susana Manzanares/David Aresté/Albert Vila
Fotos: Susana Manzanares/David Aresté

Por ello, aparcar fué un poco más difícil, y mientras caminaba desde el párking hacia el recinto del festival pude oir como se solapaban las notas de Killcode (que por lo que vi desplegaron una inmensa bandera catalana tras su escenario) con las de la primera banda que había venido a ver hoy: los canarios Jotnar. La banda liderada por Ben Melero y Elhadji N’Diaye a las guitarras sonó dura, compacta y atronadora, y los que asistieron a su concierto parecieron disfrutar sin demasiadas reservas, aunque el solape con la mayor parte del concierto de Rage no les hizo ningun favor. Su descarga estuvo basada casi íntegramente en su último disco Connected / Condemned, que llevaba muy fresco al haberlo reseñado días antes, así que no me costó corear y disfrutar de la práctica totalidad de sus temas. "The Loneliness Legacy", "Remaining Still" o "I, The Paradox" fueron algunos de sus mejores momentos, sonando mejor en las partes más cañeras que en las más delicadas y demostrando una capacidad instrumental y de ejecución excelente junto a una presencia escénica notable. Lo único que encontré algo mejorable es la soltura del vocalista Mario Infantes al interactuar con el público entre canciones, donde se le vió un poco parado, algo raro ya que durante la interpretación de los temas, aparte de demostrar tener un vozarrón, no tuvo reparos en teatralizar todo lo necesario.

Albert Vila.

  

BLACK STAR RIDERS

El tufillo (o tufazo..) que desprende Black Star Riders a Thin Lizzy es algo a lo que a los nostálgicos les es difícil resistirse y más con Scott Gorham en sus filas, la mano que sostiene ese hilo invisible de unión entre ambas bandas. La gente no se resiste porque ese inconfundible sonido les precede y saben que no fallan, para bien o para mal cierto es que no inventan nada nuevo, van sobre seguro y sus conciertos son exactamente lo que el público espera: un remake de Thin Lizzy con un toque modernizado y algo más de caña, lo cual no tiene por qué ser malo ni mucho menos, no lo es.

Llegaban a Barcelona presentando su recientísimo ‘Heavy Fire’, tercer trabajo de la banda desde su formación que resulta ser bastante correcto y casi casi –por muy poco- a la altura de los dos anteriores. Como en ellos, nos encontramos una vez más con composiciones correctas, estribillos pegadizos y facilones con ese toque folky que tanto nos gusta; con el solvente Ricky Warwick como frontman, la veteranía de Gorham complementada con Damon Johnson a las cuerdas, el bajista Robbie Crane en combo con el chico nuevo en la oficina Chad Szeliga, que conforman la formación actual de la banda.

  

La gran compenetración entre ellos sobre el escenario es también el secreto de su gancho, y aunque se van acercando un poco al peligroso ‘más de lo mismo’, de momento se puede ir llevando, a ver para el próximo disco como va la cosa… Si a sus temas propios les sumas esas perlitas del pasado que dejan caer de regalo, al final lo que sale es un concierto resultón de los que hacen pasar un rato estupendo y bastante disfrutable.

Susana Manzanares.

CRISIX

El primer gran concierto del día para los fans de la tralla fué el que iba a hacer que los igualadinos Crisix pusieran la carpa totalmente patas arriba. Como la mayoría que estábamos ahí ya los habíamos visto alguna vez que otra, y sabíamos de las inigualables capacidades de Juli Bazooka y los suyos para montar fiestones de dimensiones siderales, se respiraba un ambiente de excitación pre-"algo va a pasar" que no noté en casi ningún otro concierto, ni grande ni pequeño.Y ni que decir que Crisix no solo no decepcionaron, sino que creo que excedieron las expectativas de los fans más ambiciosos mientras dejaban con la boca abierta a aquellos que no los conocían y que se encontraron con una lluvia de violentos puñetazos llegándoles desde todos lados sin saber ni por donde le caían.

Con su simpatía habitual, derrochando sonrisas y saltando y corriendo de un lado para otro con muchas ganas de gresca, el quinteto catalán empezó su concierto con "Conspiranoia" para continuar con "Rise… then Rest" y la nueva "Agents of Mosh", contagiando a todos los presentes con su irresistible festividad. Cuando llegó "Death By a Fistful of Violence" el público ya andaba absolutamente enloquecido, llenando la pista de constantes circle pits y rindiéndose a la infecciosa, violenta y endiablada velocidad con la que la banda vino a comerse el festival.

  

Después de demostrar con el mambo beat de "Brutal Gadget" que lo suyo no es tomarse demasiado en serio, llegó uno de esos momentos que hace que los conciertos de Crisix nunca sean una simple sucesión de temas y se conviertan casi siempre en algo memorable. Los miembros de la banda se intercambiaron sus instrumentos (demostrando que no son precisamente mancos) para atacar un acelerado medley de hitazos del metál con "Symptom of the Universe", "Hit the Lights", "Black Magic", "A New Level" y "Antisocial" que acabó con la primera incursión de la banda entre el público, en este caso gracias a los devaneos de un Busi que ejerció de vocalista ocasional.

En "Bring ‘Em to the Pit" ya sabíamos lo que iba a pasar, y después del circle pit más grande que yo vi en la carpa en todo el fin de semana, Juli paró todo, se bajó a la pista y anunció que era el momento para su famoso Football of Death, una particular versión del wall of death de toda la vida donde se introducen pelotas hinchables para que los participantes tengan algun aliciente extra.Estábamos a punto de llegar al final de una descarga intensísima, pero aún faltaba escuchar "G.M.M. (The Great Metal Motherfucker)", quizás el mejor corte de From Blue to Black, introducida como "El Gran Fill de Puta del Metall" (mola, el nombre) y, para terminar, el inevitable himno del frenetismo que es "Ultra Thrash".

   

Para su interpretación, la banda decidió dejar a Javi Carry solo tras los parches y bajarse al completo a la pista, formando un circle pit histérico y pasional a su alrededor que supuso uno de los momentos definitivos del fin de semana. Crisix, señores, son muy muy jefes.

Albert Vila.

HAMMERFALL

Sin respiro entre los británicos BSR y nuestros incombustibles Crisix, era el turno para el que podría ser el máximo estandarte del heavy metal sueco de las últimas décadas (ahora que no nos oye Sabaton…), Hammerfall descargaban su martillo sobre una audiencia que dejaba ver que los esperaba con ganas, la verdad es que yo también tenía ganas pues ya hacía mucho tiempo que no los veía y siempre me parecieron una banda bastante apañada en directo aunque para mi gusto más en disco, en especial los primeros.

  

Los tenía bastante perdida la pista hace tiempo, también es cierto que tuvieron su máximo auge hace unos años y aunque por lo que pude comprobar siguen en una más que aceptable buena forma y con un exultante Joacim Cans que no paró de correr y recorrer el escenario y la pasarela. A pesar de darnos un estupendo concierto, no sé si pesan los años o los kilos de metal o ambos, pero no creo que ya vuelvan a brillar a nivel mediático como antaño.

Sin embargo hay que decir que ellos sí brillaron, y no sólo por la chicharrera de sol que estaba cayendo, sino porque la banda sonó compacta, equilibrada, se ven las tablas y los años sobre ellas, Oscar Dronjak y su martillo y el ex-caniche Pontus Norgren (esta banda le pega bastante más la verdad…) flanqueando por ambos lados al movido Cans conformaron un show la mar de lucido.

  

La banda ofreció un set variado incluyendo temas del todo impresdindibles como ‘Blood Bound’, ‘Riders Of The Storm’, ‘Hammer High’,  ‘Renegade’ o ‘Let The Hammer Fall’ y cómo no la imprescindible ‘Hearts On Fire’ con la que se despidieron. En pocas palabras, un repaso a lo más destacado de su discografía con buena parte de sus clásicos que era lo que la mayoría queríamos ver, para qué nos vamos a engañar. En general bastante satisfactorio, si se siguen manteniendo así no le haría ascos a verlos de nuevo en sala… Muy bien Hammerfall.

Susana Manzanares.

SEPULTURA

Los "nuevos" Sepultura son una banda que no deja indiferente a nadie. Aunque Derrick Green ya lleva más de veinte años al frente de los brasileños (prácticamente el doble de lo que estuvo Max Cavalera), aún hay muchísimos que consideran que esta encarnación de la banda no es digna de llevar este nombre. Y si bien es cierto que existen dos Sepulturas muy distintos, no tengo tan claro que la frontera esté con la marcha de Max, y asistir a un concierto de la banda a día de hoy es muy revelador para poner de relevancia exactamente esto. El atronador vozarrón de Derrick tiene un tono más hardcore, más groove, mientras que Max se acercaba más al death metal. Por ello, donde realmente chirría el grandullón vocalista es en los temas pre-Chaos A.D., y el hecho de contar solo con una guitarra, además, hace que esos temas siempre acaben por sonar algo faltos de fuerza.

Y es por eso que creo que estos temas más antiguos, que ya no se ajustan demasiado a lo que es Sepultura hoy en día, van desapareciendo poco a poco de los setlists, hasta el punto en que durante la tarde de hoy solo pudimos escuchar "Inner Self" y "Desperate Cry" correspondientes a esta primera época, dejando en el tintero canciones tan pivotales en la carrera de la banda como "Beneath the Remains", "Troops of Doom", "Dead Embryonic Cells" y, sobretodo, la mismísima "Arise". En cambio, los temas de Chaos A.D., y no digamos ya los de Roots, sonaron totalmente atronadores, al alejarse ya de ese thrash / death más clásico que Sepultura practicó en los ochenta y acercándose al groove / metal alternativo que, más o menos, ha definido el resto de su carrera.

  

Aunque no es probablemente lo que la mayoría de gente que se acumuló frente a su escenario hubiera deseado, es refrescante ver a una banda tan clásica como Sepultura defender su último trabajo con tanto convencimiento. Pudimos escuchar hasta cinco temas de su sorprendente (por estilo y por calidad) Machine Messiah ("I Am the Enemy", "Phantom Self", "Sworn Oath", la gran "Resistant Parasites" e incluso la espectacular instrumental progresiva "Iceberg Dances", tocada con dos cojones por el señor Andreas Kisser, auténtico líder la banda a día de hoy).

Otra cosa que choca un pelín de estos tiempos recientes de Sepultura es el altísimo protagonismo que se le dá al joven Eric Casagrande, que aunque es muy cierto que el tío es un batería sencillamente magistral, parece raro utilizarlo como reclamo en una banda con tanta historia. La verdad es que a mí, solaco y falta de ambiente del todo propicio aparte, el concierto de Sepultura me gustó mucho, pero no fué hasta el tramo final, en el que enlazaron "Territory", "Refuse / Resist"; "Rattamahatta" y "Roots Bloody Roots", cuando la gente se volvió completamente loca.

  

En estos temas la banda sonó excelente, y la última fué uno de los momentos más difrutados a lo largo del día, con todo el público saltando y cantando. Es curioso porque Roots fué el primer álbum de los brasileños que (a mí) ya no me gustó tanto como lo que habían publicado hasta entonces, así que a veces me sigue sorprendiendo ver como el tema título ha alcanzado con el tiempo casi el estátus de himno generacional.

Albert Vila.

THUNDER

Por tercera vez en menos de un mes teníamos delante de nuevo a una de las mejores bandas de hard rock del planeta… y que no se note que es una de las favoritas de servidora.. Los británicos Thunder y todo su señorío y elegancia se pasearon por Santa Coloma parando el tiempo y hasta el pulso a más de uno. Sólo con la expectación y los largos años de espera que los precedían ya hacía de éste un concierto casi histórico en la ciudad.

Pocos días antes ya se lucieron por primera vez en esta gira en otro festival haciendo historia también, pues poca, muy poca gente no se quedó con la boca abierta de lo que estaba pasando. En Barcelona eso sí, con un sol de justicia azotando a unos Danny Bowes y Luke Morley sublimes -con todos mis respetos al resto de la banda- no iba a ser menos. Lo que esta banda ofrece, gustos aparte, es bastante difícil de describir. Una experiencia musical que te remueve los sentidos, te engancha, te mece y te tiene flotando hasta pasado un buen rato de acabar incluso.

  

No se puede hacer mejor y desprender tanta clase sobre un escenario. En su creciente re-popularidad de estos tres o cuatro últimos años han sacado tres discos, uno de ellos directo y en todos los formatos y que parecen haber ayudado bastante a que por fin oyeran nuestras plegarias y se han decidido a dar el salto fuera de UK, bueno, a visitarnos a nosotros más concretamente, que por el resto de Europa algo más sé que se pasean.

Este era nuestro momento, el de escuchar por fin en directo ‘Dirty Love’, ‘Love Walked In’, ‘In Another Life’ o ‘I Love You More Than Rock’n’Roll’ y llevarnos a casa el recuerdo imborrable. Cualquiera de esos temas es suficiente para que amortice el precio de la entrada, aunque sea aquí, si, en un festival. Thunder representan la elegancia, la armonía y la confuencia perfecta de todos los elementos del buen hard rock.

  

Hablar de ellos daría para páginas y páginas pero no es plan de aburrir al personal, así que sólo puedo recomendar desde mi humilde atrevimiento que quien no los conozca, o al menos no mucho, se ponga alguno de sus discos y si no lo ha hecho ahora en esta inédita visita por nuestro país, que algún día busque la manera de verlos en directo porque no se va a arrepentir, pero de no hacerlo quizá si…

Susana Manzanares.

AIRBOURNE

Tras la elegancia de Thunder llegaba el torbellino australiano Airbourne para poner todo patas arriba aunque solo tuvieran una hora, aún con solo y con el cansancio del público de estar en el tercer día y en la última parte de la jornada. El cuarteto comandado por el incandescente Joel O’Keefe seguían presentando su último disco ‘Breakin’ Outta Hell’ junto a sus hits de siempre esta vez por varios festivales europeos. Con ‘Ready to Rock’ y ‘Too Much, Too Young, Too Fast’ repasaron sus trabajos anteriores antes de meterse de lleno con el más reciente a través de ‘Rivalry’. Un no parar desde el primer tema como ya sabemos, de manos del eléctrico Joel como máximo exponente, headbanging, solos, se revienta latas de cerveza contra la cabeza…

Maestro en desarrollar los instintos más viscerales que despiertan las canciones del grupo, como sello personal de Airbourne. En un viaje de idas y venidas por todos sus trabajos pero dando protagonismo al más reciente, al llegar al ecuador del concierto todo el mundo en la sala estaba o sudando del no parar, o bañado en cerveza pero más bañado aún con litros y litros de rock clásico del de toda la vida y que el sediento público agradeció desde el primer momento.

  

12 temas en total con especial atención evidentemente a su último Breakin’ Outta Hell, pero no podían dejarnos sin escuchar los temas de sus anteriores trabajos, sobre todo de su debut Runnin’ Wild. Sin duda siendo Joel el máximo foco de atención de los australianos, a la banda no les hace falta ningún tipo de escenografía, ni videos o  similar…No hay tregua alguna, si no te ha gustado algún tema en concreto, el siguiente seguro que sí y hace olvidar al anterior.La parte final la acometieron con »‘Live It Up’ y ‘Runnin’ Wild’ con otro surtidor de cerveza y más rock sin concesiones.

El show de airbourne es tan adrenalínico que no hay momento para el descanso, el aburrimiento o la decepción, creen en lo que hacen y saben cómo hacerlo, así que ganan siempre. La banda engrasada a las mil maravillas es consciente en que el show dependerá del flujo de intensidad y visceralidad que quiera darle Joel, así que ellos se limitan a ser una gran base rítmica que facilita el terreno para que cuando el perro de presa quiera salir a por nosotros lo haga de la mejor manera posible.

  

No hay muchos detalles que comentar  del repertorio, más que nada porque hay poco más que añadir… esto es Airbourne, es así, no sabes por donde te van a venir y si me apuras como ya hemos dicho te haría falta un chubasquero si te pones a primeras filas.

David Aresté.

ALTER BRIDGE

Como en la mayoría de festivales y fechas veraniegas, tuvimos a Myles y sus Alter Bridge acompañando a Aerosmith por Europa, estuvieron con ellos en Madrid aunque también antes de pisar el Rock Fest y el día siguiente al concierto de Madrid se hicieron otra fecha en Bilbao con Deep Purple.

Haciendo una apuesta fuerte por ellos (entendiendo que Roadrunner es un sello más importante y que tiene un target más adecuado para AB), Napalm Records apostó por ellos y les editó este último “The last hero” que llevan presentando todo este tiempo y que vinieron a presentar por Europa. Ese disco representó la puesta en marcha de nuevo de la banda después del periplo de Myles con Slash.

  

En su hora de actuación tocaron 11 temas como Sonaron “Come to life”, “Crows on a wire”, “Isolation” o sus clásicos “Blackbird” o “Metalingus”. Miles siempre agusto con Tremonti de escudero disparan sus riffs compactos y directos ante una buena base rítmica junto a la voz de Keneddy que sigue creando opiniones para todos los gustos.

Los americanos que vuelven donde lo dejaron, anunciando shows especiales en Londres con Orquesta y que ya han hecho sold out, siguen en plena forma Keneddy y sus muchachos, que pusieron el toque alternativo en este último tramo de festival protagonizado por los sonidos más clásicos que ya había comenzado con Thunder..

David Aresté.

EUROPE

Una vez más los suecos más ‘guapos’ de los ochenta, volvían a hacer acto de presencia en la ciudad Condal. Lo de ‘guapos’ va con segundas,  porque espero que por fin se hayan quitado la etiqueta tras treinta años sobre los escenarios que ya va siendo hora, aunque hay quien todavía cree que siguen siendo la banda del ‘tiroriro’, el cardado, el brillo de labios y poco más. Afortunadamente hay muchos más que creen que detrás de esa fachada siempre hubo una pedazo de banda de hard rock capaz de hacer un trabajo excepcional tanto en estudio como en directo y quienes no hayan sabido ver eso no saben lo que se han perdido todo este tiempo.

En los últimos años, cada vez que Europe ha pasado por nuestros escenarios, han sido inevitables las reflexiones sobre el tema de lo que ha cambiado su sonido a lo largo de los años y cómo de la misma manera no ha calado en todos los oídos favorablemente. Hoy no voy a volver a repetir lo mismo porque es obvio que Europe suena así ahora porque es la evolución que ellos han deseado y además, guste a todos o no, también ha resultado excepcional.

  

El paso de Europe por Santa Coloma fue de nota, como siempre, con su último trabajo ‘War of Kings’ por bandera y un Joey Tempest entregadísimo, dándolo todo y llevando la vena del cuello a su máximo esplendor al cantar, quizá esta vez con algo de esfuerzo extra, pues siendo sincera no me pareció su mejor noche la verdad… Más mal o más bien lo que está claro es que como frontman desde luego no se le puede poner ninguna pega, ni antes de jovenzuelo ni ahora en la madurez de su saber estar sobre las tablas, aunque la voz no siempre le acompañe.

En cualquier caso, la banda tiene en todos sus miembros los suficientes pilares como para sostener un concierto al nivel de notable y sobresaliente, Norum no ha fallado nunca así que no lo va a hacer ahora a estas alturas, máxime cuando se le ve pletórico explotando su ‘nuevo’ sonido con el que todos ellos se hacen cómplices como una perfecta maquinaria bien engrasada.

  

Europe siguen siendo una banda sólida, medida y con paso firme, sin deslices, pero también se han convertido en una banda madura como el buen vino y por eso nunca defraudan, sean temas nuevos, medio nuevos o sus clásicos de siempre, eso sí, para bien o para mal el tiroriro que no falte…

Susana Manzanares.

AEROSMITH

Después de un gran concierto de Europe, venía el último cabeza del festival y quizá principal atracción del mismo, desde Boston “y despidiéndose” Aerosmith con su Aerovederci Tour después que estuvieran en Madrid pocos días antes junto a Alter Bridge y Eclipse.15 años para Barcelona y 20 para Madrid fue lo que tuvimos que esperar para verlos de nuevo por aquí, en aquella gira del Nine Lives junto a The Black Crowes. Dos lanzamientos de estudio y mucha mecha mojada a nivel mediático hizo entrar a la banda en una espiral de apatía que solo se les iba a quitar si giraban, y menos mal que así lo hicieron… lástima que el motivo anunciado es que se iban a retirar, sumándose a las de Judas Priest, Scorpions y Twisted Sister que tardaron tres años en hacerlo.

Sea como fuese los teníamos ahí delante y que a ritmo de Carmina Burana del bueno de Wagner comenzó la intro retrospectiva de toda la carrera de la banda arrancando las primeras ovaciones del personal. Ya dicen que de lo último que nos acordamos de la gente es de la última vez que los vemos y la verdad esa es la imagen que muchos de los allí presentes tenían de la banda… de la canción de Armageddon ( que no es ni suya ), de “Pink”, “Jaded”, etc… pero como decíamos solo les hizo falta girar para acordarse de lo que verdaderamente son, una banda de rock con 50 años a las espaldas y con muchos temas que tocar.

  

Por eso ni cortos ni perezosos comenzaron con “Let the music do the talking” del excéntrico “Done with mirrors”, como late motiv de la gira… que suene la música y que se vaya todo lo demás. Lejos de tener un repertorio fijado para todas las fechas de las giras, de las 3 que vimos combinaron repertorio, algo que extrañamente se ve y no sabemos porque y la verdad es que lo agradecimos y nos sorprendió así que el segundo fue “Nine Lives” con Tyler ya dándolo todo en los tonos más agudos del tema. “Love in an elevator”,”Living on the edge” y ”Rag Doll” nos recordaron al triunvirato de discos que volvieron a Aerosmith al número 1 después de su recaída y así lo demostró todo el público recordando esos clásicos. Momento single con “Falling in love (is hard on the knees)”, bien es cierto que la banda tuvo ahí su paso al dólar con este “Nine Lives” como transición ( en sus últimos temas ) y su posterior “Just push play” y son temas como decimos que aún son bastante digeribles y permitieron bailar a más de uno con su estribillo pegadizo. Cambio para que Joe Perry cogiese el mando y se marcase su ya típico “Stop Messin Around” a las voces desprendiendo su particular feeling y su forma de tocar, intensa a más no poder aunque pasen los años.

Inducidos en este momento vintage la banda se arrancó con otra de los Fletwood que llevabanya en su repertorio como es “Oh well”, con una improvisación instrumental de largo minutaje, viendo lo que decíamos antes… que disfrutan tocando rock de toda la vida, que improvisan, que obviamente hay una gran técnica detrás… aquello supuestamente fluía y se notaba encima del escenario como si fuera el local de ensayo o una sala para 100 personas y no un festival de 20 mil. Cuando los vimos en el Sweden Rock llevaron un equipo de cámaras que les hizo estar muy forzados a todo lo que grababan o hacían para que lo recogieran las cámaras… aquí tenemos que agradecer que fueran más naturales y no estuvieran tan pendientes ( o eso o que grababan material en directo ). Seguía un poco más el momento versiones con su mitiquísimo para los fans y escondido para el público de a pie “Remember (Walking in the sand)” de The Shangri-Las… momento épico donde los haya y que todos hicieron una gran interpretación. “Chip away the stone”f paue el otro recuerdo a los temas antiguos del grupo que seguro que sorprendió a más de uno por rescatarlo y por poder vociferarla en vivo.

  

Hacia el final llegó el segundo momento radio con la azucarada y amorosa “I don’t want to miss a thing” que todo el mundo cantó y con el manido “Come together” que todo el mundo recantó. El trío final antes de los bises fue “Sweet Emotion”, dando un golpe en la mesa con “Eat the rich” y primer pseudo final con “Dude (looks like a lady)”, temas más que asegurados que la gente respondiese, sobretodo en este último.Momento para sacar el piano de cola blanco y arrancarse con el archiconocido “Dream On”, con un final con Perry y Tyler subiéndose al instrumento en los momentos más álgidos del tema… El último recuerdo vintage para “Mother popcorn” del “Draw the line” que Tyler cantó casi a capella como intro de “Walk this way”, que sirvió para rematar la fiesta, echar el resto y salir con una sonrisa de oreja a oreja. No se les puede decir como acabar un concierto, lo saben de sobra.

Al igual que los otros conciertos que les vimos solo tuvimos problemas con su corista, que lo hizo mal desafinando en la mayoría de temas y si solo era para tocar el teclado ya lo pueden hacer Tyler. Por lo demás todos rallaron un excelente nivel de forma, se nota que llevaban toda la gira ya y todos tienen muy aprendido su papel… Hamilton, Whitford y Kramer detrás marcando la base rítmica dejando el peso principal a dos instituciones del rock como son Steven Tyler que como siempre fue de menos a más en cuanto a voz para calentar y que no paró ni un momento; Joe Perry por su lado lo complementó como siempre con su elegancia innata para tocar mezclada con su actitud rockera tan propia del guitarrista.

  

Un buen final que no decepcionó y que nos pensábamos que no íbamos a ver más, pero a día de hoy ya están hablando que a la banda le quedan al menos 5 años, tal y como nos comentó Zack Whitford en la entrevista que le hicimos…. dejando de lado el anuncio de la “despedida” supongo que nos tendremos que alegrar. El festival siguió con los argentinos Dios salve a la Reina pero nos tuvimos que ir por las horas que eran, ya que al día siguiente había que volver al trabajo y dejamos a los argentinos para las próximas fechas que tienen confirmadas por España en los próximos meses.Al menos tendremos oportunidad de comprobar eso de si son las mejores versiones de Queen.

Hasta aquí el último día del Rock Fest, tres días de buena música con un cartel de inmejorable nivel llegando ya a su cuarto año esperando el aniversario de sus 5 años. Nos alegramos poder estar ahí año tras año y explicar todo lo que evoluciona el festival, esperamos con ganas que nos depara esa quinta edición, y las que sean.

David Aresté