En colaboración con nuestros amigos de Top Artist Promotion, os traemos una entrevista que le hicieron desde sus oficinas al mítico batería de los legendarios Deep Purple ,Ian Paice, sobre ¡Whoosh! y la situación actual de la banda. Claudia Elisabeth es quien nos trae las declaraciones de esta leyenda de la música…


Como músico debe ser importantísimo morir con las botas puestas, es decir no dejar nunca de hacer lo que haces aunque te veas obligado por la edad a cambiar la manera en la que lo haces. ¿es este tu caso?

Uno no puede parar, tienes que seguir intentando continuar hacia delante y evolucionar y aprender cosas nuevas para mantener su interés. Hacer nueva música definitivamente te ayuda a mantener el interés, porque te obliga a tener que pensar más. Con canciones nuevas tienes que pensar todo el tiempo, porque todavía no las tienes grabada dentro de tu cerebro, por eso es tan emocionante y es una disciplina muy distinta. Tener que tocar música que es totalmente nueva es mucho más interesante.

Viajar forma parte de la vida de todo músico profesional y tu no eres la excepción. ¿cómo vas llevando este tema con el paso de los años?

Ir de gira es como una especie de intercambio, me he perdido muchas cosas han pasado en mi familia en el pasado. Me he perdido la oportunidad de ver a mi hijo pasar de ser un niño pequeño a un hombre, esa clase de cosas pasan muy rápido, no tendrás la oportunidad para volverlo a ver. Así que, realmente renuncias a algo, pero esa es la principal verdad en la vida de ser un músico y, si tienes la suerte de llegar a ser un músico muy exitoso, tan solamente lo aceptas.

Esta última década ha estado marcada por tres increíbles álbumes. Sin embargo desde “Now What!?” y especialmente con “Infinite”, la banda se ha ido despidiendo gradualmente de sus fans. ¿Os habéis planteado una fecha límite para “colgar las botas”?

No creo que ninguno de nosotros seamos lo suficientemente valientes como para decir “Esto es lo último de todo”. Creo que cuando hagamos nuestro último tour o álbum, ese será exactamente el último. Y duraremos todo lo que sea necesario. No creo que nos juntemos de nuevo hasta final de este año y ya veremos si escribiremos más música, y si tenemos ideas y nos gustan esas ideas, si es así no habría motivo para no hacer un nuevo disco. Hacer música es divertido y sorprenderte cuando estás grabando en el estudio es muy emocionante, porque vas por la mañana y no tienes nada. Si tienes un buen día, entonces sales con dos o tres ideas que crees que podrán crecer en buenas canciones y eso es emocionante.

Para mucha gente es importante que sigáis haciendo música.

Bueno, eso está bien, porque hay muy pocas bandas de nuestra generación que siguen siendo capaces de trabajar, ya sabes, The Stones, The Who y gente así. Yo fui quien introdujo a mi hijo en las bandas de los 70, obviamente a él le gusta la MTV y VH1, y un día, le puse junto a mi colección de CD y él sacó uno y dijo “¿Quién es este?”, y le dije “ese es Jimmy Hendrix” y él me preguntó “¿Es bueno?”, y le dije “bueno, escúchalo. Dale una oportunidad”, luego sacó otro y dijo “seguramente los recordarás, ¿Quiénes son””, “The Who”, “son buenos”, “escúchalos”. Al día siguiente, volvió y empezó a sacar diferentes CD de la caja, porque solamente escuchar algo de lo que nunca has escuchado hablar antes y si es algo bueno, te abre los ojos.

Este álbum vuelve a tener un altísimo nivel instrumental. Vosotros mismos debéis reaccionar con mucho orgullo al escuchar muchas de esas partes tan estratosféricamente bien interpretadas.

Gracias por el elogio. La mayoría de mi amor, de mis influencias musicales son del pasado, no estoy diciendo que quiero estar en el pasado, pero encuentro muy emocionantes las cosas que se han hecho hace mucho tiempo, porque hay muchas cosas de las que no habría pensado por mí mismo. Personalmente necesito más, necesito oír a increíbles grupos tocando y no importa si tocaron la semana pasada o si lo hicieron hace 65 años, es la música antigua la que me interesa, ahí es donde está el secreto, porque cuando vuelves a los primeros músicos del jazz o los primeros músicos de todo, ellos tocaban y era emocionante, tienen ciertas partes de magia que han pasado de moda, pero si las encuentras y puedes traerlas a la actualidad, entonces acabas haciendo algo bueno que nadie hace, nadie busca hacerlo, nadie sabe que está ahí, son de hace mucho tiempo, así que eso es lo que escucho en mi música. Intento encontrar esos viejos trozos de magia que todo el mundo ha olvidado.

Os sale de una forma tan sencilla, que asombra…

Llegas a un punto donde has estado haciendo algo por tanto tiempo que paras de creer que tu vida es extraordinaria, es solamente lo que haces. Comprender desde fuera a las personas es algo distinto cuando lo haces desde dentro con los músicos. Porque es todo lo que he conocido en mi vida adulta, no he hecho nada más, desde la edad de 16, casi 17, no he tenido lo que llamarías un trabajo regular, esto es lo que hago. Así que no puedo pensar en algo diferente en mi vida, lo veo igual que una persona que se ha pasado toda su vida trabajando en una oficina, no pueden pensar en algo más.

Con este disco, las letras vuelven a ejercer como cierta palanca de concienciación ante un mundo que definitivamente estamos empeñados en destruir, ¿cómo surge esto?

Bueno, creo que todos deberíamos estar preocupados por eso. Es una cosa rara, cuando estábamos haciendo el disco el año pasado antes de que esta cosa del virus pasara, cuando Ian empezó a escribir las letras; él no trata de escribir el “chico conoce a chica”, “chico se enamora de la chica”, esas son las canciones que están en el pasado, basura. Cuando él escribe, él lo hace sobre el mundo que él ve y todo lo que ve a su alrededor, lo escribe todo en su pequeño libro. Puede ser algo gracioso, puede ser algo terrible, puede ser algo que esté mal, pero Ian siempre ha escrito letras que en parte comentan sobre el mundo en el que vivimos desde los 70s. Si escuchas “Child in Time”, esa canción va sobre el hecho que de no necesitamos pelearnos con el otro, somos más o menos lo mismo y esta canción ojalá ayude que los jóvenes entiendan que todo lo que hemos hecho antes, no es necesario que se continúe, la vida puede ser buena y el mundo puede ser pacífico. Así que esta canción trata de dar a las personas una oportunidad para pensarlo y en este disco, hay dos o tres canciones que dan a las personas esa oportunidad para pensar en las cosas que estamos haciendo mal, porque no hay nada que no podamos arreglar, solamente necesitamos querer arreglarlo.

¿Crees que la gente está preparada hoy en día para pensar en cosas que no tengan que ver con el beneficio mutuo y ese afán egoísta que desgraciadamente está tan de moda en las sociedades basadas en el consumismo?

No lo sé, lo único que podemos hacer es empujar a la gente hacia lo que creemos que es la dirección correcta. Y ese es el mensaje para la persona que lo está escuchando, ya sea si entienden el problema, si se preocupan por el problema o si no lo hacen. Tengo que decir que no soy un gran creyente en lo de ordenar a las personas en hacer las cosas, creo que es algo peligroso y que conseguirás un mensaje negativo. Si intentas obligar a alguien hacer algo, su primera respuesta será “No, no lo voy a hacer”; pero si consigues, quizás, convencer a alguien, entonces es una buena idea que se haga. Así, una persona cambiará y dirá “Sí, estoy de acuerdo, no deberíamos hacer esto. No voy a tirar mi vaso de café por la ventana, me lo llevaré conmigo a casa”, son estas pequeñas cosas las que pueden pasar. Cuando seamos conscientes de todo lo que le estamos haciendo a nuestro increíble pequeño planeta azul, podremos hacerlo mejor, eso es todo.

Lo que más me gusta de este nuevo álbum es que tiene trece canciones y ninguna de relleno ¿reivindicáis con esto la falta de costumbre de las nuevas generaciones incapaces de escuchar álbumes completos en favor casi exclusivo de los “Singles”?

Creo que nos dimos cuenta hace mucho tiempo de que podíamos salir con el mejor single del mundo, el mejor single en la historia de la música, pero no sería reproducida en la radio porque no encajaría en ninguna demografía en este momento del tiempo, no puedes ponerle una etiqueta, es solamente música. Entonces dejamos de preocuparnos por eso hace mucho tiempo, dijimos “mira, vamos a hacer las piezas de música que nosotros creemos y que sabemos que va a haber gente ahí afuera que las va a disfrutar y no nos preocuparemos por los logros que podamos alcanzar en la radio o en la televisión, no nos preocuparemos por eso, porque es algo que está fuera de nuestro control. Así que hacer algo más comercial o, como tú has dicho, “single”, ya no es más una parte de lo que somos.

El Coronavirus abre una situación desconocida para los músicos. ¿Cómo lo estáis viviendo vosotros en particular?

Bueno, todo el mundo está deseando que para finales de este año, todo este bajo control, pero el virus no va a desaparecer, los virus siempre han estado con nosotros, ha pasado mucho tiempo, no va a desaparecer, tenemos que buscar una manera de vivir con ello. La sociedad tiene que continuar, los seres humanos somos cautelosos socialmente, interactuamos, necesitamos ver a nuestros amigos, necesitamos sentarnos y tener una cerveza en nuestra mano, necesitamos ir a restaurantes, necesitamos ir a un partido de futbol, lo necesitamos y no podemos dejar que nos pare sin más. Y si el precio para eso es perder a unas cuantas personas, ese es el precio, la sociedad tiene que continuar. No podemos detener el funcionamiento del mundo, la naturaleza es muy dura y muy cruel, tenemos que lidiar con ello. No quiero ser muy duro con esto, pero esa es la regla de la naturaleza. Y si la naturaleza nos lanza otro “obstáculo” en nuestro camino, entonces tenemos que aprender a continuar con eso. No podemos pararlo para siempre, sería una locura.

Las canciones de este disco siguen siendo rock, pero se nota mucho que no tenéis limitaciones a la hora de incorporar cualquier tipo de influencia de otros estilos musicales.

Exacto. Cuando creamos estas piezas de música, no tenemos fronteras, no hay limitaciones en lo que cada persona puede aportar. La idea inicial quizás es muy simple, melodías muy del rock and roll duro. O quizás, como dices, algo más de naturaleza clásica con rock, o quizás algo que has creado con una base muy simple o algo por el estilo, cualquier cosa a la que llegamos nos debe dejar interesados. Sonamos a nuestras múltiples influencias. Me refiero a que Ian es un gran fan de Elvis Presley, así que su estilo es rock and roll; a Roger le encanta Bob Dylan, y puedo decir que se puede apreciar cuando compone; a mí me encanta el jazz, todo sobre ello; a Steve le encanta la música country americana y la música televisiva, ha trabajado mucho en ello; a Don le gusta la música clásica, así que tenemos todo eso para basarnos.

Supongo que con la edad habréis mejorado el proceso de composición de vuestros trabajos. ¿Cuéntame un poco como funciona todo?

Cuando estamos trabajando, estás muy, muy concentrado y hay mucha presión, es mucho trabajo, porque, ya sabes que cada canción tiene que corregirse y hay algunas canciones que tienen grandes problemas. Hay algunas condiciones técnicas que pueden ir mal y cuando logras una canción que es perfecta, eso es solo una parte de 10. Cada una de las otras canciones tienen algo que tienes que arreglar y hacerla bien. Así es hacer nueva música, es mentalmente muy intensivo y poco sencillo. Desconectarse después de grabar es por una muy buena razón, sabes que en el fondo de tu cabeza, de alguna manera en los siguientes 2 o 3 años, vas a tener que dejar de apilar nuevas ideas, porque una vez que el álbum está terminado para mí, me convierto en un músico a larga distancia. Me convierto en un señor doméstico que no piensa en música para nada. Así que, cuando grabo en el estudio y termino mi batería, me voy, no quiero ver que es lo que los otros chicos están haciendo. Confío en ellos para que hagan el mejor trabajo que puedan, el trabajo correcto de la misma manera en la que ellos confían en que haga las baterías bien, y cuando las termino, siendo un disco todavía muy básico y sin voces, me voy, vuelvo a casa. O cuando escucho el disco, lo escucho casi de la misma manera en la que lo escucharías por primera vez, no quiero escuchar cada pequeño detalle que se hace cada día. Solamente lo quiero oír cuando esté terminado. Sé que he terminado mi parte y no puedo cambiarlo. Quiero escucharlo cuando esté terminado. Así que cuando acabo mi parte, me desconecto al 100%.

Claudia Elisabeth de Top Artist Promotion

Fotos promocionales: Ben Wolf