Una vez más, cambiamos de registro y calmamos nuestra sed de aires diferentes con una artista que bien merece pasar una noche de viernes con ella y con su violín… Nos fuimos hasta Alcalá de Henares para disfrutar de una gran noche de folk de la mano de Judith Mateo y de algún que otro invitado sorpresa…

Hablar de Judith Mateo puede suponer caer en el tópico de decir que es una de las mejores violinistas de nuestro país, pero es que no tenemos más remedio que caer… lo es. Para muchos con un estilo imposible de clasificar, Judith se mueve en perfecta comunión entre el folk y el rock como quien no quiere la cosa y cada vez que se sube a un escenario brilla apagando todo lo demás a su alrededor.

No hace falta para nada ser un ferviente seguidor de los sonidos más ‘folkies’, basta con ser un poquito simpatizante y tener un mínimo de aprecio por la música para saber reconocer lo que uno tiene delante en más de una ocasión. Y me imagino que si estáis leyendo esto ya si no por lo anterior, es porque Judit Mateo os suscita un cierto interés… A nosotros si, por supuesto… si no, qué sentido tendría que habláramos de ella? En esta casa siempre hay sitio para la buena música, el talento, la originalidad y sobre todo el rock, mucho rock.

Rockera por encima de todo y con un talento excepcional agarra el violín -instrumento clásico donde los haya- y con él en sus manos nos descubre cómo se pueden extender los tentáculos de la música más tradicional hasta llegar a fusionarse amorosamente con los sonidos más duros del rock. Sólo unos pocos lo consiguen y ella con cuatro discos y más de trescientos conciertos a sus espaldas, es una de las privilegiadas que saben hacerlo… o los privilegiados somos nosotros por poder disfrutarlo…?

En cualquier caso, desde luego privilegiado es todo aquél que le gusten ambas ramas y tenga la oportunidad de ir a un concierto de Judith, pues les dará en toda la vena del gusto. Te puedes descubrir a ti mismo tanto headbangeando  como un poseso, como con la boca abierta y cara de haba medio en éxtasis imaginando que estás en una campiña, en un viejo pub irlandés o algo por el estilo…

Judit llena ella solita el escenario, pero si encima se rodea de excelentes músicos como David Pedragosa a la guitarra o Gabriel Peso a los teclados, ya para qué más…  No contenta con ello, ni corta ni perezosa se nos lleva sus conciertos a invitados que ponen voz a los temas como Chuse Joven, o si me permitís, hacer mención especial a José Carlos Molina, gran culpable de hacerme retroceder esa noche a momentos  de juventud a los que su inconfundible flauta puso la banda sonora… Excelente combo, ellos dos mano a mano, momentazo.

En definitiva, un gran concierto apto para ser disfrutado por cualquier tipo de público, una fiesta garantizada para todas las edades, pero sobre todo, una gran noche de puro Folk/Rock, repetiremos sin duda…

Texto y Fotos: Susana Manzanares.