Desde aquel “Killing is my business” de los americanos MEGADETH han pasado 28 años y durante ese tiempo han sido numerosos los vaivenes de Dave Mustaine y su banda. Ahora, casi treinta años después de aquel debut, Mustaine, Ellefson, Broderick y Drover vuelven a la carga con este pobre “Supercollider” que, sin miedo a equivocarme, jamás será considerado como pieza clave de su discografía.


Marcel·lí Dreamevil
Nota:6/10  

MEGADETH es una de esas bandas cuya carrera se dibuja en capítulos claramente diferenciados. Así, tenemos los discos “Killing is my business” (1985), Peace Sells, But Who’s Buying? (1986) y So Far, So Good, So What (1988) que supusieron el crecimiento natural de una banda que apuntaba maneras. Más tarde se constituyó la que por todos es considerada la formación dorada de Megadeth con Dave Mustaine, Marty Friedman, Dave Ellefson y Nick Menza y cuya formación fue capaz de parir auténticas joyas del metal como fueron “Rust in peace” (1990), “Countdown to extinction” (1992), “Youthanasia” (1994) y “Cryptic writings” (1997).

La famosa década de los noventa, que tanto daño hizo al heavy metal, curiosamente supuso la explosión y encumbramiento de MEGADETH como uno de los bastiones compositivos en cuanto a la estela más compleja del thrash metal. No obsante, esa gloriosa trayectoria se truncó de repente con el malogrado “Risk” (1999), a saber, último disco de la formación de oro, para continuar con el irregular “The world needs a hero” (2001), momento a partir del cual se sucedieron diversas compilaciones y directos.

En el año 2004, y tras el polémico pseudo abandono de Mustaine de la música, apareció aquel “The system has failed” que supuso un buen intento por volver a sus orígenes más notables. Le siguió “United abominations” (2007), “Endgame” (2009) y “Thirteen” (2011), éste último con la incorporación de su bajista original Dave Ellefson.

Por tanto, podríamos resumir que en lo que llevamos de siglo la banda de San Francisco ha ido perdiendo fuelle paulatinamente y creo que a estas alturas queda muy lejos el momento en el cual sean capaces de sorprendernos a pesar de la calidad musical de sus componentes

Entrando en este nuevo trabajo titulado “Supercollider”, cuya portada creo que podría ser considerada como la peor presentación de toda su discografía, he de decir que mi opinión se fundamenta en unas quince escuchas del disco en cuestión y, pese a ello, no consigo sacar los argumentos suficientes como para poder defender de manera notable este disco.

Dicho de otro modo, la reiterada escucha de este disco lleva a la conclusión de que Mustaine está inmerso en la rutina que supone esa especie de obligación de tener que sacar disco y eso hace inevitable que cueste mucho identificar trazas de creatividad en los temas que configuran este, bastante aburrido, disco.

Evidentemente, donde hubo fuego siempre quedan brasas y es por eso que podemos encontrar temas que pueden llegar a destacar un poco por encima del resto de sosos medios tiempos. Es el caso de “Kingmaker”, “Don’t turn your back” (con un potente trabajo de batería), “Forget to remember” (melódico tema muy en la onda de aquel “Black Swan” de su anterior trabajo), la curiosa “A House Divided”, uno de los temas más duros del disco (a pesar de incluir solos de trompeta) o “Dance in the rain”, uno de esos temas que podríamos denominar “progresivos”, que empieza a modo de balada y que evoluciona hasta llegar a unos pasajes propios de sus primeros y rudos discos. Sin duda “Dance in the rain” es el tema que me lleva a recordar un poco la esencia de Mustaine en estado puro.

¿Estamos ante un disco incomestible? En absoluto. Como he apuntado anteriormente, la calidad de sus músicos hacen que a cada escucha puedas ir encontrando algún detalle nuevo que hace la escucha agradable. ¿Estamos ante un buen disco de Megadeth? En líneas generales es un buen disco, entra bien y es fácil de digerir pero fácilmente olvidable. ¿Estamos ante un gran trabajo de Megadeth? En absoluto. Éste es un disco que seguramente pueda pasar desapercibido por mucho que la banda intente etiquetarlo como su mejor disco.

Como conclusión, y a modo de opinión personal, creo que Mustaine necesitaría un guitarra con la misma creatividad que en su momento demostró Marty Friedman. Desde que éste se fue de la banda, Mustaine ha sabido rodearse de excelentes técnicos a las seis cuerdas pero ninguno de ellos ha sido capaz de superar a su predecesor y a estas alturas creo que Mustaine, por sí solo, tiene la creatividad un tanto mermada.

Marcel·lí Dreamevil

Temas:1. Kingmaker, 2. Super Collider, 3. Burn!, 4. Built For War, 5. Off The Edge, 6. Dance In The Rain, 7. Beginning Of Sorrow , 8. The Blackest Crow, 9. Forget To Remember, 10. Don’t Turn Your Back… , 11. Cold Sweat , 12. All I Want, 13. A House Divided»

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