Con motivo de la segunda edición del "The Metalway Festival" el 50% del equipo
de Santuario y Metal Symphony (Marcel·lí "Dreamevil y Vicen Whisper Immortal),
junto a otros 2 miembros de la Komunidad del Machina (al resto nos lo encontraríamos
allí) partíamos de Reus hacía ese pueblo fantástico rodeado de bellos paisajes
llamado Gernika.

Hacia las 21:30 del día 27 de Julio, llegamos a la localidad Bilbaína para,
después de aparcar los coches, dirigirnos a la zona de acampada esperando no
encontrarnos con algo parecido a lo del año pasado. Como esta vez ya sabíamos
donde era, llegar hasta allí resultó de lo más sencillo. Pero primero de todo
fue ir a buscar la pulsera pertinente para poder entrar, cosa que no hubiera
hecho falta ya que en la misma entrada a la zona de acampada había una caseta
donde poder cogerlas.

En la misma puerta un miembro de la organización nos indicaba por favor no acampar
en los caminos marcados. Recordamos que el año pasado, debido a que el espacio
se quedó corto la gente tuvo que acampar allí donde podía, convirtiéndose en
un autentico caos el buscar la tienda. Este año, al ampliarse la zona de acampada,
todo ha sido perfecto y acceder a la tienda era una auténtico placer, exceptuando
por la cantidad de barro que allí había, ya que debido a las lluvias caídas
durante toda la semana y primer día del festival, los caminos se convirtieron
en un auténtico barrizal. Pero a esto si que no podemos decir nada, ya que la
meteorología no la controla ni el hombre del tiempo.

Por dentro de la zona de acampada todo estaba muy bien organizado, con indicaciones
para poder dirigirse a los baños, aseos y la inmensa carpa del bar (otra de
las novedades allí encontradas).

Al día siguiente, después de levantarnos e irnos a desayunar algo para no tener
el estomago vacío durante tantas horas, nos dirigimos a la zona de conciertos.
Allí se hallaba una gran cola de gente en las puertas de entrada, lo cual hizo
que accediéramos al recinto cuando Dreamaker estaban en el escenario. Un inmenso
barrizal nos sorprendió dentro, y es que debido a la lluvia, y al igual que
la zona de acampada, al recinto de conciertos le pasó exactamente lo mismo,
la fresca hierba verde se convirtió en una zona impracticable llena de barro
y agua. Dicho sea de paso, esto volvió loca a la organización, que se volcó
en todo momento para acondicionar lo más rápidamente posible el lugar y hacer
la instancia lo más cómoda posible. Así pronto lo subsanaron arreglando la zona
de conciertos y rellenando la hierba faltante por paja, lo cual se agradeció
mucho ya que gracias a eso la gente se podía tumbar o sentar en el suelo. Y
es que la organización en todo momento estuvo pendiente que el personal allí
concentrado estuviera lo más a gusto posible sin escatimar en gastos y esfuerzos
(tanto para público como para prensa).

Y es que a esta edición del festival no se le puede echar en cara prácticamente
nada y hay que dar a la organización un 9 (por eso de que la perfección no existe
y siempre hay se puede mejorar). La zona de acampada era amplia, bien señalizada.
En las duchas no había que hacer mucha cola para ducharse, y arreglaron la zona
de concierto en el mayor tiempo posible para la comodidad de todos, buscando
recursos allí donde podían. En la parte negativa podemos comentar lo caro que
resulta beber ya que un katxi de cerveza costaba 7€ nada barato para nuestras
economías.

Esperemos que el año que viene se siga mejorando y "The Metalway Festival" se
convierta en un festival de referencia.

Texto y Fotos: Vicente Ramírez