Otro de los grandes genios de nuestros tiempos metálicos actuales es Mikael Akerfeldt. El sueco se ha erigido en una de las mentes más creativas del death metal progresivo escandinavo y a través de su banda más emblemática Opeth, ha venido cosechando una sucesión de trabajos que a día de hoy loshan convertido en un grupo de culto.

La portada del disco es toda una obra de arte;de cierto aire psicodélico nos muestra un árbol de donde cuelgan las cabezasde los miembros de la banda, al pié del árbol yacen cráneos diversos y sus raíces confluyen en los mismísimos infiernos. Tras el árbol una cola de personas pretenden obtener algo del mismo, mientras que una ciudad se consume en llamas al fondo.

Nos llama la atención que la cabeza del teclista Per Wigerb se precipita hacia el suelo, intuimos que este grafismo representa el abandono de éste por mutuo acuerdo tras finalizarla grabación de los teclados para el presente trabajo.El lanzamiento del álbum se realiza también con una edición especial Box-set pre-order que contiene el disco en vinilo y material extra.

En cuanto al sonido, diremos que es muy cercano al rock progresivo de los setenta, siempre bajo el sello inconfundible de Akerfeldt. Pero algo destacable durante todo el álbum es que no hay ni una voz gutural, y es algo que echamos mucho de menos si hablamos de un disco de Opeth, quienes siempre han sabido mezclar con maestría partes agresivas y oscuras cercanas al death con el más esplendoroso rock progresivo.

Este disco se ha quedado solamente en el esplendoroso rock progresivo, lo mismo que ocurrió en su día con “Damnation”. Se trata de un disco más bien tranquilo, con partes muy melódicas y otras muy técnicas.

Para este trabajo Opeth ha contado con unos productores de lujo con Jens Borgren (Leprous, Pain of Salvation, Katatonia, SymphonyX,David Townsend, etc..) y Steve Wilson (PorcupineTree, Blackfield,etc,,,).La formación que graba el disco la componen Per Wibergen su última contribución a los teclados, Martin Axenrot a la batería, Martin Mendez al bajo, Fredrik Akesson a la guitarra y coros y Mikael Akerfeldt a la voz principal y guitarras.

El disco se abre con “Heritage”, un precioso pasaje a piano que nos lleva a “TheDevil´sOrchad” impresionante corte de rock progresivo muy setentero donde percibimos que Opeth no es sólo Akerfieldt, sino una gran banda de rock compuesta por unos grandes músicos. La labor de Martin Axen roten este tema es de lo más destacado, con una gran cantidad de estilos y matices.

“I feel the dark” en su primera parte nos muestra el buen gusto por la guitarra acústica que con una base de batería y un bajo magistral,conforman el lienzo adecuado para que los teclados y la voz de Akerfeldt dibujen un cuadro perfecto. El corte parece terminar, pero prosigue en una segunda parte fundamentalmente de desarrollos progresivos con un Axenrot espectacular.

Los dos siguientes cortes si bien son reconocibles, nos presentan aspectos novedosos para lo que nos suele ofrecer Opeth: “Slither” es un tema que musicalmente sigue la escuela hard rock tratando de emular a unos Rainbow o a unos DeepPurple y “Nepenthe” es muy tranquilo, quizás algo extraño, con muchos toques de jazz pero todo ello mezclado con las melodías que ellos saben crear. Sin embargo ”Haxprocess” si que es un tema muy propio de Opeth con ese toque de guitarra acústica con esa resonancia característica, pero siguiendo con ese aroma setentero.

“Famine” arranca con una parte de percusión que culmina con la entrada de un piano clásico al que se incorpora primero voz de Akerfeldt, después la guitarra y luego entran el resto de instrumentos con una carga progresiva notable. Muchos matices curiosos en las partes instrumentales con uso de órgano Hammond, flauta, etc…pero de forma sutil, rockeras pero alejadas del metal.

Siguen con “Thelines in myhand” hipnótico donde los haya, con un trabajo ya desde el principio excelente a la batería de Axenrot y no por menos de Martín Mendez al bajo. Impresionante el corte lleno de grandes momentos.

“Folklore” desde el principio nos suena (sobre todo en la voz) a aquellos Camel de primeros de los setenta, con partes muy acústicas y con momentos de verdadera magia progresiva, como la parte final de la canción que en una base musical amena, insertan unos solos de guitarra que se relevan con la voz obteniendo así uno de los mejores momentos del disco.

El final viene de la mano de “Marrow Of TheEarth” en un precioso corte acústico ideal para finalizar el disco. La textura melódica creada entre las guitarras acústica y eléctrica con grandes dosis de resonancia nos vuelven a recordar al aquellas grandes obras que Camel nos regaló de la mano de Andy Latimer.

“Hereitage” es un buen disco que nos introduce en el universo Akerfeldt y del que disfrutarán todos sus incondicionales, si bien se echa de menos esa dosis de death metal que siempre han sabido combinar de forma tan certera. Pero esta vez ha decidido ceder todos los gruñidos a su proyecto paralelo Bloodbath, donde practica en este caso death metal sin contemplaciones. En este disco vienen a demostrar el gran espectro compositivo de un Akerfeldt totalmente identificable y los resultados de su voluntad en adentrarse más aún en los interminables y gratificantes terrenos progresivos.

Si te gustó “Damnation” te encantará este álbum, si esperas su vena metalera de decepcionará, pero lo que es innegable es el gran trabajo compositivo y la gran calidad que atesoran sus músicos, donde especialmente recomiendo a los amantes de la batería la escucha de la aportación de Martin Axenrot (quien también por cierto acompaña a Akerfeldt en su proyecto paralelo Bloodbath).

Toni Marchante

Temas:
01. Heritage
02. The Devil’s Orchard
03. I Feel The Dark
04. Slither
05. Nepenthe
06.Haxprocess
07.Famine
08. The Lines In My Hand
09. Folklore
10. Marrow Of The Earth