Y nos llega la primera entrega de la batalla por el nombre de Queensrÿche, que a lo mejor nos ayudará a desvelar donde está la cepa de la esencia que hizo grande al grupo y que ha permanecido latente desde mediados de los noventa con trabajos más que mediocres.¿Será Geoff Tate?, ¿será el resto de la banda? ¿Era DeGarmo el gurú?.

Toni Marchante.

Nota: 4,5/10

Como todos ya conocéis, el año pasado fue el año de la ruptura del cantante Geoff Tate con el resto de la banda. Razones irreconciliables derivadas de múltiples motivos que iban desde lo musical hasta lo personal, pasando por todo lo relativo a la gestión de la banda, dieron al traste con más de casi treinta años de unión, con incidentes esperpénticos, que poco ayudan a la maltrecha reputación de Queensrÿche, después de tantos años presentando trabajos muy por debajo del nivel exhibido en su época gloriosa.

Tras la separación, como se veía venir, comenzó el litigio por los derechos del nombre y por ello, ambas partes han optado por hacer uso del mismo y apresurarse a lanzar un nuevo álbum bajo el nombre de Queensrÿche. El primero en llegar ha sido este, el presentado por el cantante Geoff Tate, quien incluso hace sólo unos meses lanzó nuevo álbum en solitario “King & Thieves” coincidiendo con la ruptura. Además este disco va con dedicatoria a sus antiguos compañeros, pues las iniciales del título F.U. que aparecen en la portada en forma de anillos acompañando al anillo-logo, en el argot americano significa “Fuck you” que traducido en fino sería “¡Que os den!”.

Lo cierto es que tras escuchar este “Frequency Unknow” podemos decir que es mejor que “King & Thieves”, cosa tremendamente fácil, pero nos viene a certificar lo que ya sospechábamos, que Geoff es uno de los culpables del fracaso estrepitoso de Queensrÿche musicalmente hablando.

Con el comienzo del litigio, Geoff Tate se puso en marcha de forma urgente a formar una banda, para lo que ha vuelto a contar con Kelly Gray a la guitarra (anteriormente pasó por Queensrÿche) y Randy Gane a los teclados, ambos participaron en su disco en solitario; y ha incorporado a Robert Sarzo (Hurricane) a la guitarra , Rudy Sarzo (Ozzy Osbourne, Whitesnake, Quiet Riot) al bajo y Simon Wright (AC/DC, Dio) a la batería.

En cuanto a lo que se escucha en el disco, no hay por aquí ni un reflejo que nos recuerde a “Operation;Mindcrime” o “Empire”. La palabra progresivo parece haber sido borrada de la mente de Geoff Tate y además con saña. Da hasta sensación de que hasta le tiene odio y no de ahora si no desde hace casi veinte años.

Lo que ya intuíamos se refrenda en el disco. Lo visto en “King & Thieves”, las prisas por ser el primero en lanzar el disco, los cambios continuos en la formación…todo esto no es bueno y pasa factura en el disco.

El disco comienza con “Cold”, un medio tiempo de riffs gruesos con algo de interés pero sin chispa. “Dare” es un tema enfundado entre sonidos de guitarras grunge donde destaca la batería de Simon Wright.”Give it to you” es un tema que camina en un arpegio de guitarra y un ritmo constante de batería y bajo, pero resulta vacío. “Slave” vuelve a sonar noventero y grunge con un estribillo demasiado evidente y sencillo.

”In the hands of god” parece algo más interesante, se intuye más trabajado en las melodías, pero no es comparable ni a las peores canciones cosechadas por la banda hasta 1993. “Running Backwards” mantiene algo el nivel pero sigue sin convencer.

La segunda parte del disco parece que remonta un poco con “Life without you” un medio tiempo más interesante.”Everything” también es un buen tema, algo flojo en producción, pero es de los temas que se puede salvar, para de nuevo caer estrepitosamente con “Fall”. Para finalizar los temas nuevos del disco tenemos la balada “The Weight Of The World» a la que se le da cierto estilo Queesrÿche, quizás el único corte que se pueda equiparar a su época gloriosa en cuanto a composición y sonido.

Para colmo incluye en el álbum cuatro temas regrabados de Queensrÿche de su época más gloriosa, cuatro clásicos, que mejor no haberlo hecho, ya que no puede competir ni por asomo con los originales, ni en producción, ni en calidad. Sobre todo las voces que dejan mucho que desear. No hay más que escuchar los coros en los estribillos de “I don´t believe in love” o “Jet city woman”, demasiado agudos y poco apropiados. Las voces en “Empire” no son comparables a la original. Además los temas suenan algo desnudos, sin encanto, sobre todo “Silent Lucidity” falto de la maravillosa orquestación que exhibe el corte original, además Tate parece desentonar en las estrofas finales.

No vamos a entrar en el debate de que si es un disco de Queensrÿche o no. Esta banda hace mucho que perdió su identidad y este disco perfectamente podía pasar por un disco de Queensrÿche de su última época. Un disco discreto, semivacío con algún destello puntual, pero totalmente prescindible.

La conclusión es que no es un problema de los músicos, pues los que utiliza en el disco son gente contrastada y de dilatada experiencia, sino que es un problema de composición, de creatividad, de materia gris músical. Geoff Tate fue un grandísimo cantante, ahora canta bien porque los años no pasan en valde, pero no es el alma ni contiene la esencia que un día alumbró a Queensrÿche.

Toni Marchante

Temas:

1.»Cold»
2.»Dare»
3.»Give It To You»
4.»Slave»
5.»In The Hands Of God»
6.»Running Backwards»
7.»Life Without You»
8.»Everything»
9.»Fallen»
10.»The Weight Of The World»
11.»I Don’t Believe In Love»
12.»Empire»
13.»Jet City Woman»
14.»Silent Lucidity»

Página web: https://www.queensryche.com