En el año 2021 apareció en la escena metalera nacional un grupo totalmente desconocido llamado Reylobo, los cuales consiguieron hacerse un hueco con su opera prima “El Octavo Pecado”. Pues bien, para demostrar que ellos están aquí para quedarse y ampliar mucho más ese hueco abierto, este 2023 volvieron con su segundo trabajo discográfico llamado “Infinito”, volviendo a contar con Alberto Rionda como productor, al igual que en su álbum anterior.

Si en aquel ya sorprendieron con temas como “La jauría humana” , tanto a nivel compositivo como vocal, en este disco vuelven a hacer un trabajo magistral de nuevo en las composiciones y en las letras, con un álbum conceptual que trata sobre el dolor de la pérdida de seres queridos a través de su protagonista “El hijo de las estrellas”.

No se descarrilan del todo y siguen la misma senda que en “el octavo pecado”, es decir, un heavy metal melódico con tintes de power metal, donde sobresalen las guitarras rápidas y una batería muy potente.

Así lo podemos encontrar en el tema que abre el disco “Lux Aeterna” (que nada tiene que ver con el de Metallica, aunque se llame igual), tema que abre unas guitarras muy melódicas, pero a los 25 segundos da un giro completo y el tema cambia 180 grados. La única pega que encuentro en este tema es el hecho que Nacho se esfuerza en alcanzar unos agudos en los que quizá no haría falta. El nivel vocal que tiene ya lo demostró en su anterior disco, pero parece que en este ha intentado descubrir nuevos registros en las notas altas, lo cual en momentos da la sensación de que se le vaya a ir la nota. No lo hace, pero casi lo roza. No obstante, es un gran tema y en los tonos un poco más bajos, hace un trabajo magistral.

Le sigue “hijo de las estrellas” otro corte poderoso, con un Nacho Fernández cantando en tonos que domina a la perfección, con una base rítmica muy dinámica y pegadiza.

Reylobo – Hidalgo

En el tercer tema, “Hidalgo”  encontramos la primera colaboración del disco, de la mano de Miguel Ángel Franco de Saurom, quien deja su imprenta con su cálida y característica voz, la cual se entrelaza perfectamente con la de Nacho. Este es un tema que seguro hará la delicia de todo fan de la banda, ya que está cargado de melodía y ritmos frenéticos con un estribillo muy pegadizo.

La segunda colaboración, con Leo Jiménez, la encontramos en la que continua, “el hambre” (https://www.youtube.com/watch?v=_Vla2ic50zE), como no podía ser menos ya que Leo es el profesor de canto de Nacho Fernández.

El corte no es tan rápido que los anteriores, y se centran más en la vertiente guitarrera, con unos muy buenos solos que junto a la batería de Guillermo Barranco “Momo”, lo hacen algo más cercano a un medio tiempo.

Con un inicio muy melancólico por parte del violinista Valentín Miralles se inicia “Duelo”, tema en el que los teclados, por parte de Miguel Torralba, adquieren cierto protagonista acompañando la guitarra de Pedro Gallego.

En “en las fauces del lobo” vuelven a retomar el estilo que los caracteriza, añadiendo un punto la dureza de la guitarra donde Pedro hace un grandísimo trabajo, al igual que Nacho, con esas dobles voces que aportan un toque diferenciador a la canción.

Con “Valeria” (https://www.youtube.com/watch?v=0FFlhRkXOj4), el tercer corte que lanzaron de este “Infinito”, encontramos el tema más emotivo del disco, con una letra dedicada a la hija fallecida de Guillermo Barranco “Momo”, pero no por emotiva es un tema lento, todo lo contrario.

Reylobo – Valeria

La balada del disco, “Un reflejo de mi”, llega justo después, en el que todos se van deleitando en sus respectivos instrumentos.

Volviendo a retomar la rapidez, llega “Universo” un corte que sigue el patrón del resto de temas, aunque no destaca sobremanera. El que si lo hace es “La escalera de la creación”, con unos teclados iniciales que recuerdan bastante a Avalanch de la primera época y en el que vuelven a contar con otra colaboración, esta vez de Rafael Lázaro de Red Balance. Una canción en donde sobresale la simbiosis perfecta de guitarras y teclados, con una batería potente y grandes voces de Nacho.

“El adversario”, un tema medio tiempo con unas muy buenas melodías a la guitarra y donde los teclados aportan una atmósfera que atrapa, es la encargada de cerrar el disco, y en la que vuelve a colaborar Valentín Miralles, al violín.

Reylobo en sólo dos discos se ha convertido en una banda de presente y futuro en la que no hay que dejar de seguirles la pista. Este Infinito con una clara diferencia respecto a su debut, se disfrutará a medida que les des escuchas al disco. Lo único que pueden hacer es ir evolucionando hacia arriba y convertirse en unos de los referentes del metal nacional. Como diría nuestro compañero y gran amigo, Marcel·lí Dreamevil, sí, hay relevo generacional.

Vicente Ramírez
Temas:

Lux Aeterna
Hijo De Las Estrellas
Hidalgo
El Hambre
Duelo
En Las Fauces Del Lobo
Valeria
Un Reflejo De Mí
Universo
La Escalera De La Creación