La gira europea de Ritchie Kotzen finalizó en España con dos conciertos, el sábado 1 en Madrid y el domingo 2 en Barcelona tras haberse recorrido países como Italia, Alemania o Francia.
Texto: Belch
Fotos: Susana Ferraz

En el caso de Madrid, el resultado fue un auténtico éxito, con una afluencia mayoritaria llegando al lleno de la sala Caracol, que no es una sala pequeña de unas 500 personas más o menos, y eso a pesar de los tiempos que corren y que desde hace 4 o 5 años nos hace una visita al año.

Como digo, la afluencia fue muy numerosa pero sobre todo variopinta, acudiendo desde los más heavys ochenteros que le siguen de su paso por Mr. Big o Poison, hasta público más orientado a la guitarra e incluso público más general, a los que enganchó con discos más pop como puede ser el de Change, cuando se cortó el pelo e hizo sus pinitos con esos aires, como digo, más pop.

Para describir lo sucedido este sábado voy a empezar con los puntos negativos, y el principal es lo indignante de que pongan la apertura a las 8 y estés esperando hora y media a que empiece el concierto para un concierto de hora y media, que a juicio de un servidor poco sentido tiene tanta espera. Entiendo que las salas tengan que hacer negocio para que la gente consuma, pero cada vez se adelanta más la apertura, como digo siendo de la misma duración que el propio espectáculo.

El otro punto negativo es inherente al propio guitarrista. Es conocido por todos que no es un showman, su forma de expresarse es con la voz y con la guitarra, pero sí que en sus conciertos se echa de menos una mayor comunicación con el público. Bien es cierto que sí estuvo bastante más comunicativo que otros conciertos como el de Ritmo y Compás de hace 2 o 3 años donde no dijo ni hola y dio la sensación de ser un ensayo con público y poco más. En la Caracol sí que animó a cantar a la gente, sí que se comunicó pero aun así se le puede y debe pedir más interacción. Lo que es innegable que estuvo más sonriente y más motivado, sobre todo en la segunda parte del concierto, donde se soltó, quizás gracias a que la sala se empezó a calentar y a corear los temas.

Sobre Kotzen y su interpretación musical solo puedo quitarme el sombrero ante la voz y la forma de tocar de este guitarrista. Realmente impresionante, cada día canta mejor y este sábado se le vio en plenitud de condiciones pese a llevar una gira muy extensa, dando el 120%. A nivel guitarrístico este hombre juega en otra galaxia, al nivel de Gilbert, Petrucci y demás aunque menos conocido a nivel popular, quizás por esa orientación más pop, funky o soul y menos rockera que es más standart por lo general. Desde hace un par de años da una vuelta de tuerca más y no se conforma con cantar, y cómo lo hace, tocar a ese nivel y con ese toque tan hendrixiano, sino que da una vuelta más y decide tocar sin púa pero sin perder ni un ápice de ese nivel técnico que atesora y sonando contundente pero definido y teniendo un sonido peculiar y muy personal.

Como decía, vino a presentar su nuevo disco, y se lo quitó de en medio a las primeras de cambio con los cuatro primeros temas del show. Abrió con Bad Situation con una sala bastante fría y expectante y a la que costó enchufarse. Empezó a verse movimiento con Help Me, tema con aires funky y que finalizó con una jam improvisada de calidad sublime, con un Kotzen haciéndose un solazo más que interesante. Igual que en otros conciertos se emperraba en hacer jams en prácticamente cada tema, en esta gira ha priorizado el tocar temas, el hacer que la gente cante y se vuelque, dejando solo dos momentos instrumentales como este que digo de Help Me u otro más blues en Doin’ What The Devil Says To Do, donde ya es habitual que se prepare otro momento virtuoso en colaboración con su músicos (Dylan Wilson al bajo y Mike Bennett a la batería). De su banda solo se pueden decir cosas muy positivas. Mike Bennett fue muy solvente y contundente, animando al público en todo momento, volviéndose loco moviendo su media melena y realizando coros, muy metido en el concierto. Una grata sorpresa este batería. Dylan Wilson también hizo una gran labor con su instrumento, pero se mantuvo comedido y discreto en sus movimientos.

Continuó el show con 24 hours la cual tocó perfecta pese a ser un tema muy complejo de tocar y a la vez cantar. Me sorprendió muy gratamente y dio muestra del nivel tan estratosférico que tiene este hombre. Finaliza el repaso a su nuevo trabajo con Love is Blind, tema inspirado al 200% por Hendrix y que no tuvo la respuesta del público que yo esperaba. A raíz de ahí repasa su discografía empezando con Fear donde se empezó a oir algo más la voz del público y Kotzen empezó a soltarse y animarse. Doin’ What The Devil Says To Do es ya un clásico tras la publicación de aquel Into the Black, un blues donde saca todo su potencial vocal y donde da cancha a la banda para tocar y soltarse algo más. A partir de ahí, el concierto dio un subidón muy importante tocando muchas de las canciones conocidas, empezando por dos clásicos, uno mas rockero como Losing My Mind donde la sala ya se metió y se volcó con el guitarrista americano y otro más medio tiempo a ritmo de blues A love Divine, uno de mis favoritos y que sonó redonda, cantando y jugando con las melodías a su antojo, haciendo que el público comentase su gran nivel vocal.

Fooled Again se ha convertido por derecho propio en otro de los obligatorios, preámbulo de High, donde la sala se dejó la voz y coreó de tal manera que hasta Ritchie nos dio las gracias en repetidas ocasiones. Como es tradicional en sus set no pueden faltar los recuerdos a Mr Big y Poison con los temas Shine y Stand con un gran seguimiento por parte del público, cantando todos y haciendo sonreír y animarse al norteamericano. Grandes cortes para acabar con la primera parte del concierto a los que hay que añadir Paying Dues algo más acelerada que la original e incluso algo más cañera, dándole el fin de fiesta más rockero antes de los bises.

Nos quedaban dos temas en para echar el telón, unu ineludible Remember, otro de los míticos con ese solo tan descomunal que toca en los conciertos los últimos años y que sale en el directo en Brasil que editó, para acabar con Go Faster, buen tema pero quizás el público se esperaba otros cortes más conocidos para finalizar el concierto y quedó algo frío pese a ser muy rockero y bailable.

Como dije al inicio, hora y media de un grandísimo concierto a nivel musical, donde Kotzen se animó más de lo de costumbre aunque aún queda un poco soso, pero que dejó a todos con un gran sabor de boca. Y es que, escuchando los corrillos de la gente tras el concierto, todo el mundo alucinaba con cómo había tocado, pero sobre todo, con cómo había cantado Kotzen. Realmente sensacional sin duda y es que cada vez canta mejor y cada vez gestiona mejor su aires soul. Ahora toca esperar novedades discográficas, que, si no se tuerce la cosa será un proyecto con Mike Portnoy y Billy Sheehan además del próximo trabajo en solitario. Veremos que nos depara en el futuro este magnífico músico.

Texto: Belch
Fotos(Barcelona): Susana Ferraz

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Set list de Richie Kotzen – 1 de Diciembre – Sala Caracol @MAD:

Bad Situation
Help Me
24 Hours
Love is Blind
Fear
Doin’ What The Devil Says To Do
Losing My Mind
A love Divine
Fooled Again
High
Shine
Stand
Paying Dues
Remember
Go Faster