20è Festival del Mil.leni: Toundra – 6 de Marzo’19 – Sala Barts (Barcelona)

El pasado miércoles, el Festival Mil·leni nos trajo a Barcelona a unos grandes de la escena nacional, Toundra, para la que fue su única, pero potente, apuesta relacionada con el Metal en esta vigésima edición.

Texto y fotos: Quim Torres

A falta de Apolo, la sala Barts parecía ser un lugar acertado para ver a un grupo como Toundra, con un gran escenario y el componente estético de ser un teatro, además del buen sonido que pudimos apreciar con los teloneros, Malämmar, que vinieron con su juerga a descargar riffs bien pesados e hipnóticos. A las ocho y cuarto, Xavi se colgaba su SG y, al estilo de Matt Pike, daba las primeras repetitivas notas para ir creando el mantra hasta que los otros dos componentes subieran al escenario para hacer retronar la sala con esos bajos y batería, brindándonos así una media hora de caña sin descanso.

  

Malämmar me sorprendieron para bien respecto a la última vez que los vi, en sus inicios hace ya 2 años y, si alguien piensa que su estilo puede ser un poco pesado para aquellos que no estén acostumbrados al Stoner y el Doom, lo salvan con su actitud encima del escenario y la magnífica canción de 10 minutazos que cerró el concierto, que es la misma que encontramos al final de su LP Vendetta, y que les valió un gran aplauso de despedida.

Sobre un fondo completamente cubierto por el gran logo de Toundra, empezó a sonar “Breath” de Pink Floyd, que contribuía a crear el ambiente idóneo para el inicio del concierto, antes de que subieran los músicos y comenzaran a romperlo todo con la canción más cañera de su último disco: “Cobra”.

  

Como en el disco, continuaron con “Tuareg”, que fue seguida por una canción tan mítica de su discografía como “Bizancio”, de su segundo trabajo, que despertó a aquellos fans que no están tan familiarizados con Vortex. Sin embargo, Toundra sonaban muy diferentes a sus discos, tanto al último como, sobre todo, los anteriores, tanto que, a veces costaba distinguir qué canción estaban tocando, también se cargaron los matices de las canciones, creo que quieren sonar demasiado cañeros, y es difícil controlar dos Gibson Les Paul con dos Marshalls JCM 800 en un estilo que necesita tantos juegos de dinámicas y sutilezas, lo cual se echaba mayoritariamente en falta en las partes que tenían que ser más suaves donde Macón llevaba la parte solista.

Continuaron con la buena tanda de temas de sus anteriores discos, primero con “Kitsune” y luego con dos de sus mejores canciones, “Cielo Negro” y “Magreb”, que marcaron un punto álgido en el concierto, como no podía ser de otra manera, con dos temazos llenos de magia e intensidad acompañados de una puesta en escena que se iba desatando y mejorando por momentos.

  

Sin embargo, sorprendentemente, dos de los temas que más brillaron y me gustaron en directo fueron “Kingston Falls” y “Mojave”, el primero, aunque me pasó un poco desapercibido en el disco, tiene muy buen gancho en vivo, gracias a sus melodías claras y riffs directos; el segundo es posiblemente la mejor canción de Vortex, y aquí sí que consiguieron reflejar los magníficos juegos de dinámicas y de ambientes que tiene el tema.

Con esta canción se despidieron, pero no tardaron en volver a subir ante la rápida e impasible respuesta del público, que, como no, quería más. Volvieron a arrancar con la sutil “Strelka” para, finalmente, terminar con “Cruce Oeste” que sonó bastante más cañera que en el disco, pero en este caso, para mejor, acabando por lo alto.

  

Seguramente, todos los presentes pasamos un buen rato, pero lo que espero yo de una banda como Toundra no es pasar un buen rato, es tener algún tipo de experiencia más allá del divertimento. Creo que los madrileños no consiguieron un sonido que estuviese a la altura de sus composiciones y, aunque la actitud encima del escenario levantaba el ánimo y transmitía mucha energía y complicidad, para mi fue un constante “quiero y no puedo”, porque, sin embargo, la música no me llegó a decir ni la mitad de lo que me podría haber dicho. No se si no fue el día de Toundra o fue mi día o las expectativas que tenía, pero no cabe duda de que me quedo con ganas de volver a verlos pronto para ver si en otra ocasión me pueden hacer sentir todo lo que me han hecho sentir sus discos.

Texto y fotos: Quim Torres