Después de casi cuatro años, el Transatlantic vuelve a atracar en Madrid como primer puerto de su gira europea que les llevará durante todo el mes de marzo por el viejo continente, tras haber finalizado su periplo por América y tras haberse dado un paseo en el crucero progresivo que Mike Portnoy ha promovido bajo la denominación de Prog Nation at Sea.
Texto: Toni Marchante
Fotos: Manu Cabaleiro

La visita de estos privilegiados musicalmente hablando, tiene por objeto dar a conocer en directo su última obra, lanzada al mercado el pasado mes de enero bajo el nombre de “Kaleidoscope” del cual ya hemos dado cuenta en nuestra sección de Novedades. Y he de destacar que pese a lo reciente del álbum (salió justamente hace un mes), el público coreó los temas nuevos como si los llevaran escuchando años.

La apertura se tenía anunciada para las 19:00 comenzando a entrar el público a las 19:30 para un concierto que debería haber empezado a las 20:00. Sobre las 20:15, en la pantalla de video que ocupaba el fondo del escenario, se reproducía la verdosa imagen animada y caleidoscópica de la portada del nuevo disco, con el sonido pregrabado de fragmentos musicales de canciones Transatlantic, pero en formato orquestal, que se iba reproduciendo en bucle hasta las 20:22, momento en el que los componentes del grupo fueron invadiendo el escenario bajo los acordes iniciales de “Into the Blue” mientas que en la pantalla de video figuraba la bandera española.

El público que casi llenaba la sala recibió con gran entusiasmo a los intérpretes y desde el primer minuto se produjo esa comunión mística banda-espectador que hacía presagiar que iba a ser una noche extraordinaria; y desde el primer minuto así fue. El arranque demoledor de “Into the blue” con un Mike Portnoy impresionante en las baquetas fue suficiente como para levantar a los asistentes, aporreando sus parches e incitando al personal a jalear e invitándolos a la diversión.

La disposición del grupo en el escenario fue la habitual: En cada extremo sobre una tarima Neal Morse con su teclado y Mike Portnoy con su batería colocada lateralmente, mientras que en el centro del escenario y en forma de V se colocaron Roine Stolt a las guitarras, Pet Trewavas al bajo y en el vértice más retrasado Ted Leonard (Enchant, Spock´s Beard), como apoyo multi-instrumentista, cubriendo la baja de Daniel Gildenlöw quien tenía previsto realizar estas funciones, tal y como ocurrió en la gira anterior, pero que no pudo por problemas de salud, y al que deseamos se recupere lo antes posible. Como añadido a la gira anterior, la banda nos presentaba una pantalla de video de fondo, donde se iban reproduciendo motivos en concordancia con las canciones, que dotaron de quizás algo más de luminosidad y animación respecto de su última visita donde solo contaron con un telón de fondo.

Pero en un concierto de Transatlantic lo que quizás sea menos importante es visionar el video, porque con tal elenco de músicos el entretenimiento está totalmente garantizado. “Into the blue” nos duró los veinticinco minutos de rigor y es muy difícil describir las gratificantes sensaciones que se percibían, porque la banda salió a conquistarnos desde el primer minuto llegando a tocar nuestras fibras sensibles más y más profundamente (deeper & deeper). Durante la interpretación vimos la compenetración y participación de todos sus integrantes, incluso pudimos ver Ted Leonard asumiendo el papel de vocal protagonista.

Tras terminar, Mike Portnoy nos saludó y nos preguntó cómo nos sentíamos; nos dijo que hace cuatro años estuvieron por aquí y que es el primer concierto de la gira europea, pasando a presentar a sus compañeros y dando paso a “My New world”, canción rescatada de su álbum debut, con estribillo facilón que evidentemente todo el mundo coreó con emoción y con frecuentes proyecciones del globo terráqueo en la pantalla del fondo. La siguiente en sonar fue “Shine”, el primer single y tema de adelanto de su nuevo trabajo. Un tema muy Neal Morse, de corte acústico que brilló (nunca mejor dicho) dejando un momento entrañable en la sala.

Y llegó el momento de dar un repaso resumido a su anterior álbum “The Whirlwind”. Y lo hicieron de forma extraordinaria, ofreciéndonos una versión con varios temas, algunos recortados, pero que transcurrieron sin bajar en ningún momento los niveles de intensidad; lo que hizo que el público disfrutara de lo lindo. La compresión de este álbum en 28 minutos les quedó colosal, con varios momentos álgidos, como en “Overture”, la parte final instrumental de “Is It Really Happening?” (auténticamente espectacular) o el reprise final que ya terminó de elevar al respetable al reino de los cielos, guiados por el reverendo Morse que no paró de bendecir a los que allí estábamos, durante toda la noche en esa típica postura suya cuando canta y levanta su mano. Además, Mike Portnoy estuvo muy activo en todo momento pese a lo que comentaremos más adelante, lanzando sus baquetas mientras tocaba en dirección a Ted Leonard, quien se las devolvía de vuelta desde la distancia, tal y como pudimos ver mientras interpretaban la parte “Evermore”.

Tras el repaso a su anterior trabajo, todos se tomaron un breve descanso, salvo Stolt y Morse, que se quedaron en el escenario; el primero con su telecaster y el segundo con una guitarra acústica para ofrecernos tres minutos de virtuosismo guitarrero que desembocó en “We All Need Some Light”, donde el resto de músicos se fueron incorporando y que comenzó cantando Neal Morse junto con el público y donde el respetable se quedó solo cantando el estribillo en un momento de esos que pone la carne de gallina. La segunda estrofa la acometió Ted Leonard ocupando el centro del escenario. Durante todo el tema los intercambios acústicos de guitarra entre Morse y Stolt fueron verdaderamente magistrales, dejándonos otro de los muchos grandes momentos de la noche.

De la tranquilidad y la belleza pasamos directamente a la apoteosis de la mano de uno de los mejores temas que Transatlantic haya escrito y que aparece en su nuevo álbum. Hablamos de “Black as the sky”. Imposible describir lo que vimos, hay que vivirlo. Con Pete Trewavas, ese Hobbit pegado a un bajo, con ese aspecto de Bilbo Bolsón que no paró de saltar agarrado a su “bajo de poder”. Al terminar el tema, Mike Portnoy de forma divertida nos comentó que el show había terminado, incluso se despidió provocando el clamor del público. Mike Portnoy tuvo un percance antes de empezar el concierto, que le produjo un esguince de tobillo, acabó el concierto con una mano sangrando sin que apenas nos diéramos cuenta, incluso en muchas fases del concierto se dio la típica vuelta alrededor de su kit de batería tocando los platos por la parte externa sin importarle su dolencia. Tocó la batería dando una verdadera exhibición, golpeando con contundencia y dejando muestras de lo gran batería y profesional que es.

La siguiente en sonar, presentada de forma muy divertida por Morse fue “Kaleidoscope”, el otro tema largo del nuevo disco, con sus siete partes. En “Ride the Lightning”, esa parte tan influenciada por el estilo de Morse, pudimos disfrutar de unos segundos del “Ride the lightning” de Metallica; un guiño que quedó muy curioso. La interpretación fue colosal, sobre todo en “Black dog” donde alcanzó su momento más elegante bajo la voz de Roine Stolt. La parte pinkfloidiana al igual que en el disco fue interpretada por Trewavas para dar paso a la última parte “Ride the lightning (Reprise)” que fue verdaderamente increíble y donde echaron todo el resto.

Dos horas y cuarto de concierto que se nos habían pasado volando llegando a su fin, abandonando el escenario para volver a regalarnos un bis de ensueño. Y es que si después de ese tiempo te regalan casi media hora más de música es para agradecerlo, aunque esto ya sabíamos que podía pasar pues como anunciaron se trataba de un concierto en formato “An evening with”. Los regalos fueron dos temas emblemáticos ambos en versión reducida: “All of the Above” y “Stranger in Your Soul”, esta última la única representante de su segundo álbum en el extenso concierto. El personal de la sala jaleó y coreó cada estrofa, cada línea melódica. En “All of the Above” nos ofrecieron los primeros dos movimientos y hubo tiempo incluso para que el teclado de Morse y la batería de Portnoy se enzarzaran en un momento jazzístico muy divertido. También Roine Stolt pudo dejar su sello psicodélico con un grandioso solo de guitarra.De seguido empiezan a sonar los tambores de Stranger in crescendo acabando todo el mundo botando en la sala. En Stranger brillaron todos, con momentos para un lucimiento equitativo donde nos ofrecieron sus tres últimas partes, concluyendo la magnífica velada con Portnoy dejando el escenario en último lugar tras decirnos en un correcto castellano: ¡Muchas Gracias amigos!.

Tenemos que resaltar algo que en toda la noche se repitió hasta la saciedad: La complicidad de Neal Morse con Mike Portnoy. La admiración recíproca de estos dos grandes genios ya ha sido demostrada por ambos públicamente, pero los cruces de miradas durante el concierto, esos momentos donde fijan sus pupilas, con la sonrisa en los labios para ver quien da la entrada a quien en el próximo compás… dos personas que se entienden con la mirada, que no necesitan las palabras para comunicarse…química pura!!.

Transatlantic en directo son una garantía absoluta de una velada perfecta de rock progresivo. Un equipo formado por músicos dentro de la élite de este género que son conscientes que tienen este proyecto para hacer grandes cosas dentro de un grupo de buenos amigos y con esos mimbres difícilmente se puede fracasar. Una banda donde todos aportan y suman, es fácil ver fragmentos con 4 ó 5 voces al unísono, con aportes instrumentales protagonistas que se solapan creando momentos verdaderamente mágicos, en definitiva la sensación de poder llegar a la felicidad a través de la música. En el mundo de los barcos el transatlántico es de los más grandes y en el del rock progresivo actual Transatlantic también.

Esperemos que haya DVD después de la gira para poder tener un recuerdo que tras esta noche es imborrable y ojalá tarden menos de cuatro años en sacar un nuevo álbum que nos permita otra gira y volver a poder disfrutar de una noche tan grandiosa y mágica como esta.

Texto: Toni Marchante
Fotos: Manu Cabaleiro

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Set list:

1.Into the Blue
2. My New World
3. Shine
Whirlwind Medley
4. Overture
5. Rose Colored Glasses
6. Evermore
7. Is It Really Happening?
8. Dancing With Eternal Glory
(Whirlwind (Reprise))
9. Duo de guitarras Stolt/Morse
10. We All Need Some Light
11. Black as the Sky
12. Kaleidoscope

13. All of the Above
(Full Moon Rising / October Wind)
14. Stranger in Your Soul
(Awakening The Stranger / Slide / Stranger in Your Soul)