Fabulosa obra maestra en la que Vinnie Moore ataca de nuevo, armado con una guitarra a la que sabe hacer gritar con furia, o susurrar con delicadeza cuando es necesario. «To the core», su nuevo trabajo, rebosa, como siempre, toneladas de musicalidad y melodías muy elaboradas, algo que, por desgracia, no suele abundar en el mercado de los «guitar hero».

No debemos olvidar que Moore, militante de UFO, además de colaborar con muchas bandas y artistas de prestigio, es uno de los creadores de la corriente llamada «shred», que llevó la guitarra a sus más altas cotas de técnica y complejidad. De hecho, él fue uno de los primeros fichajes del mítico sello discográfico Shrapnel Records, de Mike Varney, que reclutó por esos tiempos a unos jovencísimos Cacophony (Friedman de Megadeth y Jason Becker, que estuvo con Dave Lee Roth), y sin lugar a dudas, fue uno de los impulsores de la onda neoclásica, junto a Yngwie Malmsteen.

Sin embargo, al contrario que la mayoría, y con la salvedad de un electo grupo de grandísimos músicos entre los que él se cuenta (también Vai, Satriani, Gambale, Tafolla, Gilbert…), Moore nunca ha puesto la música al servicio del malabarismo con la guitarra, sino al contrario.

En su último trabajo, esta tónica continúa; To the core empieza con «Fly», toda una declaración de intenciones. El tema se mueve entre los ámbitos de la fusión y el hard rock instrumental, y jamás pierde la cara a la sección rítmica. No se limita a una guitarra haciendo melodías imposibles (y a veces absurdas), sino que está acompañada por una batería con una buena producción (tal vez se echan en falta más cambios), un bajo que resuena con potencia, y sobre todo un colchón de teclados y segundas guitarras muy bien logrado y trabajadísimo. Eso, además del predominio de las melodías por encima de los solos, ya nos demuestra que Moore siguen siendo el de siempre.

El segundo corte del disco, «Panic Attack», comienza con un estilo que puede recordar perfectamente a The edge, guitarrista de U2, con texturas ambientales muy interesantes, que pronto se rompen con la fuerza de una guitarra desgarradora. El ritmo tiene una gran importancia en todo el disco. Moore no quiere lucir su capacidad de solista; quiere hacer música. Los teclados también tienen su apartado en este tema que, en ocasiones, bordea la música electrónica, al más puro estilo de Bucketthead o Marty Friedman en los últimos tiempos. Pronto nos encontramos con las lineas «cantables», y Moore hace cantar magistralmente a su guitarra. Pocos pueden hacerlo como él…

«Off the hook», tercer corte del disco, es mucho más añejo, con sabor a clásico del rock y destellos al más puro estilo Ritchie Kotzen. Adornos que completan un tema con mucho gusto, muy bailable, e incluso con dosis de humor por así decirlo. De nuevo, melodía a raudales, y es que para Moore hacer esto parece incluso fácil. Algo similar podemos ver en otro tema, el sexto del disco, Jagsaw, muy de este corte, que recuerda a los duelos de guitarra del blues del Missisipi, con un Moore que literalmente hace hablar al instrumento en una sucesión de preguntas y respuestas.

Llegamos al cuarto corte, «Trascendence», que me parece de lo mejorcito del disco. Es un tema con claras reminiscencias orientales, que parece transportarnos a las arenas de Marruecos. Se respira ambiente de metal, pero el tema tiene un trabajo y un lirismo muy superior a la mayoría de cortes con orientación oriental que puedas haber escuchado. Con maestría, va introduciéndonos en ambientes diferentes, hasta hacernos creer que viajamos al desierto (y sin el uso de drogas, que conste xD). El final del tema es lo contrario de lo esperado, pues cuando parece que va a llegar a su climax, de pronto todo se relaja. Para mí, lo mejor del disco, sin duda.

También hay espacio para las baladas, como «Soul Caravan», con tintes de jazz, piano y vientos que adornan muy acertadamente el tema, generando un colchón de matices y una riqueza que lo convierten en un tema tan serio como trabajado. Mención especial para el cambio que hay sobre la mitad del tema, de una clase excepcional, con la inclusión del saxo. «Remorse» también tiene un cierto aire baladero, muy al antiguo estilo de Moore, que demuestra por qué ha ingresado en UFO.

«Tailspin» es, tal vez, el tema más experimental y extraño del disco. Con un desarrollo inicial que se mueve entre la música de metal-electrónico, sobre todo en su intro, hasta que deriva a un rock mucho más clásico, para finalmente caer en el funky más puro, con una maestría absoluta, y de nuevo volver a las melodías experimentales, incluso con toques hindús, en un contexto extrañamente basado en el funk, y algunas reminiscencias de Tom Morello, de Rage Against the Machine.

«Over My Head» es un tema mucho más «tradicional» de guitarra solista, con elementos muy propios del mejor Satriani o de Steve Vai. Un tema muy fácil de recordar, que desde el comienzo suena a clásico. A veces, lo sencillo es absolutamente genial, pero eso no tiene nada de fácil.

También hay espacio para los temas más progresivos, a lo Liquid Tension Experiment, como «Into the open highway», con un ritmo interesantísimo y una intro que juega con la relación íntima que se establece entre la guitarra y el teclado. Después el tema vuelve a caer en un estilo más sencillo, pero nunca pierde el gusto a buen metal progresivo.

Cierra el disco «Into the Sunset», que comienza con una intro puramente ochentera, que podría recordarnos una de esas películas a lo Tom Cruise, con mal guión pero una música genial. El tema está trabajadísimo, y el sonido es impecable. Los teclados van recreando un ambiente para que la guitarra se desenvuelva con soltura y liberta, pero sin sentirse jamás vacía. De nuevo resulta sobrecogedora la capacidad de Moore para hacer melodías y desarrollar un toque de frescura en cada uno de los temas.

En conclusión, me ha sorprendido gratamente este trabajo, no porque no esperase calidad, sino porque me parece uno de los mejores de un maestro que no deja de sorprender. A la altura de los mejores discos de este género, sin lugar a dudas. Cualquier amante de la guitarra solista estará encantado con la musicalidad que respira. Sin embargo, este disco no va dirigido solo a este tipo de público; tiende demasiada calidad como para quedarse ahí. Cualquier amante de la buena música debería agenciarse esta obra maestra, que es el único calificativo que se le puede dar.

Genial.

Belial Báez

Temas:
1. Fly 04:51
2. Panic Attack 06:19
3. Off the Hook 05:15
4. Transcendence 03:53
5. Soul Caravan 05:55
6. Jigsaw 03:41
7. Remorse 07:02
8. Tailspin 05:33
9. Over My Head 03:57
10. Into the Open Highway 06:47
11. Into the Sunset 05:41