En estos días hemos tenido grandes retornos de manos de las figuras más notables de la época dorada del hard rock, aquellos añorados años ochenta y la mayor parte de ellas nos han llegado a través del sello Frontiers.

Como tantos otros, el proyecto que nos ocupa no iba a ser menos, Zion, liderado por el recordado Freddy Curci, al que la gran mayoría recordará por los brillantes álbumnes dejados por dos grandes bandas, Alias y Sheriff, y que no ha querido perder este tren, dado los excelentes resultados obtenidos por el resto de bandas a las que nos referiamos antes.

Sólo que para él, el retorno no será tan dulce, a juzgar por el mediocre trabajo que nos presenta, y del que daré las oportunas explicaciones a continuación.
Acompañando a Curci tenemos a los guitarristas Jason Hook (ex Bullet Boys) y Joey Scoleri. A cargo de la batería están Paul Marangoni (ex The Works y Conney Hatch) y Joey Greco. El puesto de bajista lo ocupa Ken Malandrino y como teclista Ross Greene.

Sin olvidarnos de la colaboración en el bajo de Fabrizio Grossi.

Compositivamente el trabajo aprueba por los pelos, con temas bastante normalitos, aunque habría que matizar, puesto que la producción, masterización o lo que sea se ha cargado lo poco de brillante que pudiera tener, y más teniendo de su lado gente de la talla de Steve DeMarchi (Alias/Sheriff) o Bob Marlette. Al margen del sonido, que es pésimo, quizás el sr. Curci se puso el listón bastante alto en el pasado, como para ahora esperar un regreso del mismo calibre a lo que nos tenía acostumbrados antaño. Aún así algunos de los temas consiguen casi rozar ese listón, aunque sin poder salvar el conjunto.

Aún así, no toda la culpa la tiene la producción, puesto que no hace falta dar más que una escucha para ver que Curci no está en su mejor momento vocal, a juzgar por las inumerables ocasiones en las que el vocalista se desgañita no siendo ni un reflejo de aquellos otros proyectos del pasado, y como ejemplo el corte «One Man Alone».

Sí hay algún tema salvable con la rockera «Dangerous», que se incluye también en el volumen 4 de «Rock The Bones» de la misma compañía. «How Much Longer is forever» o «Devil’s dance» también serían los «destacables». Incluso «Everybody´s Watching» donde la guitarra podría ser lo más llamativo del tema, pero que a penas podemos disfrutar por el dichoso sonido.

Un disco que desde el primer tema rompe toda la esperanza de volver a tener entre las manos una joya de este gran vocalista, pero que con toda seguridad pasará a la historia como su disco más mediocre, y que sólo acabe llenando las estanterías de algunos fans a los que no llegó a defraudar.

La verdad es que aquí salta a la vista que se han apostado el todo por el todo, pasando por alto algo tan importantisimo como la producción y dejando sólo la marca del renombre de su vocalista a la expectativa de sus fans, como si eso fuese suficiente.

Bárbara Hernández

Temas:
01.- All it takes is a minute
02.- How much longer is forever
03.- One man alone
04.- Dangerous
05.- I´m running home
06.- Everybody´s watching
07.- No surprise
08.- The sky is falling
09.- The devil´s dance
10.- Who do you think you are
11.- Crash the mirror