Aunque no fue hasta hace apenas tres años que comenzaron a recibir reconocimiento internacional, lo cierto es que los finlandeses Arion llevan una década en activo trabajándose un sonido a horcajadas entre el metal sinfónico y el power metal. Y, si bien es a estos dos géneros a los que más se les puede —y debe— adscribir, sería injusto pasar por alto que han sabido incorporar influencias que los alejan de tener un corte clásico en su sonido. Ya lo dejaron claro con Life Is Not Beautiful y lo vuelven a corroborar con este Vultures Die Alone recién salido del horno.

Sara J. Trigueros

No es muy complicado hacerse una idea general de lo que se puede encontrar en este disco. De los diez temas que lo componen, al menos la mitad obedecen a un mismo estilo, y este puede perfilarse muy bien en ese adelanto que lanzaban hace tres meses, «Out of My Life», que, a su vez, es la puerta de acceso al álbum en todos los sentidos posibles. Tenemos un corte de duración media muy agresivo en su sonido y con elementos melódicos en momentos puntuales como el estribillo.

Para el aspecto lírico también es un buen botón de muestra: letra(s) donde predomina el sentimiento de traición, la necesidad de sacar fuerzas de donde no las hay y un ambiente general en el que predomina el desamor y la melancolía. En líneas generales, forma y contenido están bastante bien equilibrados y, cuando se salgan de este patrón, la música también nos lo hará saber.

Arion – Out of My Life

Con estas características generales tenemos, ya lo he anticipado, casi la mitad del álbum reseñado. «Break My Chains», aunque con una introducción más épica y un solo de guitarra con cierto protagonismo, se mantiene en un nivel similar, como también lo hará, más adelante, «A Vulture Dies Alone», incluidos solo de guitarra, rabia en las letras y grandes dosis de metralla a la batería (Topias Kupiainen).

La reiteración de elementos no es óbice para que estos gusten o incluso tengan calidad. En este caso, me parece que los solos, sin alardes virtuosos, son interesantes, y la capacidad de Lassi Vääränen para acompañar melódicamente las modulaciones que vamos encontrando en las letras tampoco va a la zaga.

«Bloodline» es también un tema muy parecido, pero quizá merezca la pena detenerse en él, ya que es uno de los dos en los que colaboran artistas externos (si bien en ambos casos se tratará de una cantante femenina como contrapunto). Aquí, lo que en un primer momento parecía prometedor (la vocalista es nada más y nada menos que Noora Louhimo, de Battle Beast), se queda en una intervención muy breve que no le permite desplegar demasiado sus posibilidades. En cambio, encontramos una sección instrumental sinfónica bastante satisfactoria.

Arion – Bloodline

La segunda colaboración del disco vendrá de la mano de Cyan Kicks en «In the Name of Love», donde sí tiene algo más de presencia, aunque como contrapartida su timbre de voz no termina de empastar. Este es un tema en el que parece que se atreven a alejarse de las fórmulas más cercanas al power metal y se aproximan un poco a algo que podríamos meter debajo del paraguas del rock alternativo.

Con esto podríamos dar comienzo a una faceta diferente del disco, que va intercalándose con los temas más convencionales. Por ejemplo, un poco en la misma línea alternativa se encuentra «I Love to Be Your Enemy», donde pese a su carácter épico y agresivo, se asemeja bastante al metal industrial y el teclado (Arttu Vauhkonen) tiene un papel de más relevancia.

Arion – I Love to Be Your Enemy

También podríamos citar en esta lista «I’m Here to Save You», que introduce elementos electrónicos para levantar el ánimo prácticamente desde las primeras notas. Y, aunque musicalmente no aporte gran novedad, sí estaría en la misma línea un corte como «I Don’t Fear You». Ambos son los únicos casos donde las letras abandonan un poco la melancolía y la rabia que dominan el álbum y se acercan a terrenos, si no alegres, al menos sí un tanto positivos.

Dejo para el final «Where the Dream Greets the Sky» y «Until Eternity Ends», que brillan por derecho propio. El primer es un corte instrumental cuya intensidad va aumentando en una clara progresión ascendente. Predominan las atmósferas y un sonido muy limpio en las guitarras (Iivo Kaipainen) que hacen que su escucha detenida sea una parada obligatoria. También es el único que he encontrado en el que el bajo (Gege Velinov) parezca tener capacidad para conducir alguna de las voces. «Until Eternity Ends» es igualmente tranquilo, donde predomina el piano y encontramos a Lassi Vääranen controlando a la perfección su voz.

Arion – Foto promocional

Todo esto da como resultado que, pese a tener dos o tres momentos verdaderamente inspirados y algunos temas cuya corrección no puede ponerse en entredicho, nos encontremos ante un disco, en conjunto, irregular.

Quizá no esté de más, llegados a este punto, recordar que no dejamos de estar ante un grupo que en 2013 estuvo a punto de representar a su país en Eurovisión. El primer impulso es girarse con entusiasmo. Mientras aquí nos afanamos en llevar a poperos imberbes (o, en el mejor de los casos, poperos a secas), en el norte de Europa a veces nos encontramos con estas sorpresas. Y eso se agradece, pero quizá no sea suficiente. Desde luego, no es suficiente como para pasar por alto algunos defectos de forma y recursos repetitivos, que empañan los logros que —a riesgo de ser pesada, insisto:— estar, están ahí.

Sara J. Trigueros

Temas

1. Out of My Life
2. Break My Chain
3. Bloodline
4. I’m Here to Save You
5. In the Name of Love
6. A Vulture Dies Alone
7. I Love to Be Your Enemy
8. Where the Ocean Greets the Sky
9. I Don’t Fear You
10. Until Eternity Ends