El pasado lunes 8 de octubre desembarcaba en la Ritmo y Compás la gira de los rusos Arkona, una de las bandas más interesantes del panorama actual. Como grupos invitados estaban los húngaros Dalriada y los irlandeses Darkest Era. Una buena noche de folk metal.
Texto y Fotos: Alfonso Dávila

Con la apretada agenda de conciertos que hay en octubre y noviembre, no era de extrañar que algún concierto se celebrara un lunes, y así fue. En un día atípico para los conciertos Arkona consiguieron meter una buena entrada, alrededor de medio aforo. Una buena noche de concierto sin duda, en la que pudimos ver a una de las bandas más interesantes del panorama metalero actual, Arkona. Además era la primera visita al país por parte de los húngaros Dalriada y de los irlandeses Darkest Era, por lo que no había motivos para perdérselo.

Los primeros en actuar fueron los irlandeses Darkest Era, un grupo prácticamente desconocido por estos lares, pero que después de su actuación se han ganado unos cuantos admiradores, gracias a su calidad y a la actitud que desprendieron sobre las tablas. Comenzaron antes del horario anunciado y eso hizo que los que llegaban un poco justos a la sala, yo incluido, se perdiesen un par de temas. Su actuación dio inicio con “Beneath the Frozen Sky” y “On the Crest of Doom” y pese a que los miembros del grupo tienen una estética hardockera, su música es todo lo contrario, folk metal con toques de música irlandesa.

Siguieron con “Heathen Burial” de su primer y único disco “The last Carees of Light”. El quinteto compuesto por Krum a las voces, el bajista David Lindsay, los guitarristas Sarah Weighell y Ade Mulgrew y la batería Lisa Howe, estaban dando un concierto muy enérgico, especialmente por parte de los dos guitarras que no pararon de mover la cabeza y de moverse por el estrecho escenario durante todo el concierto. Finalizaron con el tema que da nombre al disco; “The last Carees of Light” y “The Morrigan”. Muy buena actuación de un grupo al que os invito a escuchar porque os sorprenderán.

Les llegó el turno a los húngaros Dalriada, que venían con la cantante Anita Kun como sustituta de Laura Bidner ya que no pudo girar por haber sido recientemente madre. Su actuación se vio sin duda perjudicada por el horroroso sonido que tuvieron y que no se solucionó hasta que salieron Arkona. Dieron inicio a su concierto con  “Hunyadi és Kapisztrán Nándorfehérvári Diadaláról (Saltarello)”, y antes de nada quiero pedir perdón de ante mano por si me confundo en algún nombre de uno de los temas de Dalriada o Arkona, pero es que el húngaro y el ruso no los controlo aún. En “Ígéret” tema que gustó mucho y con el que pusieron a toda la gente a bailar. Llegó uno de los momentos más graciosos por parte de estos húngaros cuando preguntaron a voces por Santiago Segura y por Torrente, y es que no pararon de hacer bromas durante su concierto.

Siguiendo con la parte musical, tocaron a continuación “Napom, Fényes Napom” de su nuevo trabajo y “Szent László”, después de brindar con nosotros mientras el batería decía en perfecto castellano eso de: “Arriba, abajo, al centro y pa´dentro”. “Kinizsi Mulatsága” un tema muy festivo que volvió a poner la Ritmo y Compás patas arriba y es que no dieron tregua. En “Bórivok Éneke” fue en donde quizás más se hizo notar el mal sonido, debido a que el componente folclórico apenas era perceptible. Pusieron el punto y final a su divertido concierto con “Leszek A Hold” y “Hajdútánk”, ambos pertenecientes a su disco “Ígéret”. Concierto muy divertido, de una grupo muy bueno, pero que lamentablemente se vio muy perjudicado por un sonido muy malo.

Ya les llegaba el turno al cabeza de cartel, Arkona. El quinteto ruso salió a escena con un sonido perfecto, en el que se podía distinguir perfectamente cada instrumento y en el que se escuchaba con nitidez la voz de Masha. Dieron el pistolezo de salida don “Arkaim” de su último disco, para seguir con “Slovo” el primero de sus temas más conocidos. Continuaron con “Goi, Rode, Goi” con un derroche de energía enorme por parte de todos, especialmente por parte de Masha “Scream”, que aunque parezca delicada y pequeña, es una auténtica bestia. La flauta de Vladimir “Volk” nos introdujo a “Od Serdtsa K Nebu” con la que crearon un ambiente increíble con sus constantes cambios de ritmo, pasando de un medio tiempo y el metal extremo.

La alegre “Pamiat” puso a todo el mundo a saltar y a mover la melena, para después relajar un poco el ambiente con “Slav´sia Rus” que sonó tremendamente contundente. Masha, que estuvo increíble durante toda la noche, inició a capella la pegadiza “Zakliatie” que pertenece al disco que estaban presentando en la gira, “Slovo”. Y después de esta parte más “tranquila”, comenzaron con la tralla y ya no nos dieron ni un respiro, incluso consiguieron que la gente hiciera un wall of death. La tralla comenzó con “Katitsja Kolo”, cargada de guturales, para después abandonar el escenario y dejarnos con un fondo musical de música folclórica rusa.

Regresaron al escenario para interpretar ya las últimas canciones de su concierto, y es que fue bastante corto, apenas hora y cuarto. La primera que tocaron fue “Leshiy” en la que “Volk” tocó la gaita, y continuaron con “Kupalets” en la que denuevo Masha comienza cantando solamente acompañada por el sonido de unos tambores y con las palmas del público. Y con lo que nos tenían preparado ahora se armó una buena.

Con “Stenka Na Stenku” y sobre todo con “Yarilo” consiguieron que la gente enloqueciera, no solamente haciendo el wall of death, que he comentado antes, sino consiguiendo que nadie permaneciese con los pies quieto. Hasta los rusos alucinaban. Cuando todos pensábamos que ya no iban a tocar ninguna más, nos sorprendieron con “Kupala i Kostroma”, con la que ahora si pusieron el punto y final a una buena noche cargadísima de folk metal y en la que todos nos lo pasamos en grande.

Texto y fotos: Alfonso Dávila