La
noche comenzó con Shylock, grupo alemán de hard rock. Apenas había quince personas
en la sala cuando empezaron a tocar, de los cuales la mayoría repartidos por
el bar y la zona de atrás y cuatro gatos pegados al escenario. A medida que
tocaban, la sala se iba llenando con gente que al parecer había ido a ver exclusivamente
a Bonfire. Una pena que la gente no se animara, aunque era prácticamente imposible
no quedar atrapado con la vitalidad del grupo, que no paraba de intentar hacer
participar a la gente. En una ocasión Matthias Schenk , que no hablaba nada
de español, incluso empezó a pedir a todos que diesen un paso hacia delante
para acercarse al escenario. Cantó, saltó, dio manos ( a las cuatro personas
que estábamos junto al escenario), y lo dio todo por tratar de dar el mejor
concierto posible.

Una voz bonita, si bien no me pareció que estuviese en sus plenas facultades,
lo cual se notó sobretodo cuando llegó el momento de la balada acompañada solo
por el teclado, para que el resto de los músicos se tomasen un pequeño descanso.
Pero incluso así, lograba transmitir y que la gente se emocionase.

Algo que resaltaría, es que los coros en las canciones quedaban perfectos,
cuando normalmente en los directos no suelen ser muy allá…
Puede que el momento estrella de su actuación, fuese cuando Steven Wussow, que
no había pronunciado aún palabra y se había acercado mas bien poco al público,
se acercó al borde del escenario y saltó para dar una vuelta entre los presentes
para sorpresa de todos. Eso si, acompañado por un vigilante de seguridad, de
los cuales por lo demás apenas se notó su presencia. Esto fue algo que mas tarde
repetiría el cantante de Bonfire.

Tocaron apenas media hora, se fueron ,y volvieron para tocar una ultima canción,
agradecieron a la gente el estar allí presentes y tiraron algunas púas y baquetas.
Resumiendo, unos músicos excelentes, que se desvivieron por dar espectáculo
a un publico que debería haber dado un poco más de si.

Tras ellos, rápidamente se cerraron las cortinas para comenzar a preparar el
escenario para los teloneros…

Tras la descarga de Shylock, al filo de las 10:30 de la noche, media hora más
de lo previsto y muy bien inaugurada la noche, era la hora de recibir como se
merecían a una de esos grupos de hard rock de toda la vida, una de esas bandas
de las que a veces y por desgracia la gente se olvida, pero que ciertamente
ahí siguen, dando guerra año tras año y sin perder la ilusión de agradar a su
público igual que la primera vez que se pusieron delante de ellos. BONFIRE llegaban
a Madrid, y lo hacían tras su actuación del pasado miércoles en Barcelona, actuación
de la cual no debieron quedar muy satisfechos dada la escasa, pero eso si entusiasmada
y fiel asistencia de público.

En Madrid la situación era bien distinta: viernes, fin de semana, sin Champions
League de por medio, en la sala Caracol, emplazamiento a mi gusto idóneo por
ser una sala con una acústica envidiable y que cuenta con un aforo que al final
ni se quedó corto ni largo, sino perfectamente adecuado a la más que decente
asistencia, alrededor de 250 personas que sin llegar a abarrotar la sala si
la poblaron como la ocasión merecía.

Desde el año pasado no teníamos ocasión de disfrutar en nuestro país de la magia
y de la música ofrecida por este fantástico quinteto del oeste alemán, fue en
el festival granadino Atarfe Vega Rock y anteriormente habíamos podido gozar
de ellos en el tour de presentación de «Free», su creación fechada en 2003.
Celebran este año además sus 20 años de existencia (bajo el nombre Bonfire)
continuando con la gira de presentación de «Double X», su álbum estrenado en
este mismo 2006 y del que dieron un breve repaso. Y es que aunque el tiempo
pase hay bandas y personas que apenas si difieren con el paso de los años, y
por suerte eso es algo que el público sabe apreciar y premiar como se merece.

Bonfire salieron a entusiasmar Madrid. Resulta muy estremecedor presenciar
un concierto de estas características, dado el alto grado de entrega de los
músicos, la perfecta ejecución de todos y cada uno de sus temas, la buenísima
acústica, a la que la única pega que le pondría es que quizá al principio de
la actuación el micrófono de Claus Lessmann sonaba un tanto bajo…Todo un cúmulo
de buenas sensaciones, con un público del de siempre, entregado y fiel, como
prueba su entusiasmo ante temas como «Day 911» o «But We Still Rock», pertenecientes
a su más reciente creación y no menos coreados que el resto de clásicos de la
velada.

Nada desentonó. El setlist fue acertado, mezclando como ya decimos temas clásicos
de su discografía como pueden ser «SDI», «Sweet Obssesion» o «Proud of my Country»
con otros más recientes como los nombrados del «Double X». A nivel personal
queremos destacar como siempre a Claus Lessmann a las voces y algunas partes
guitarrísticas, ¡No para el tío! Todo el rato yendo de un lado para otro saludando
a su público y cantando con una naturalidad y fidelidad asombrosas. También
destacar a la guitarra solista al señor Hans Ziller, todo un hacha a las seis
cuerdas y todo un encanto verle tocar y disfrutar de su tremenda simpatía. Como
el resto de miembros destacamos especialmente también la labor del joven baterista
Dominic Huelhorst, quien se marcó un solo nada despreciable.

Destacamos cada momento tras la finalización de una canción, momentos en los
que Claus siempre aprovechaba para dirigirse al público en un castellano bastante
correcto todo sea dicho. Llegó también como no podía ser de otra manera el momento
emotivo y solemne en el que el propio vocalista en un discurso ya muy soltado
aunque coherente y bien aprendido nos transmitía su tristeza por no poder sentir
orgullo hacia su país sin que se le tachara de fascista, momentos tras los cuales
obviamente comenzaban las primeras notas de la bonita «Proud of my Country»,
de lo mejor de la noche sin dudas. Momento divertido fue también cuando en «Sweet
Obssesion» Claus abandonó el escenario para recorrer micrófono en mano toda
la sala cantando el pegadizo tema.

En resumidas cuentas, casi dos horas de buen hard rock con estribillos, ritmos
pegadizos, baladas, guiños en español, clase, saber estar y toda clase de sensaciones
entremezcladas las que nos ofrecieron los chicos de Bonfire a su paso por Madrid
y por España en general. Grandísimo sabor de boca el que dejaron a todos sus
fans y muchísimas las ganas que hay ya de volver a disfrutar de su simpatía
y buena música una vez más por nuestras tierras siempre y cuando se decidan
a regresar, que bajo mi punto de vista tras lo visto en Madrid y leído lo acontecido
en Barcelona y Bilbao es más que probable, más aún teniendo en cuenta la gran
afición de la banda por nuestro país…KEEP THE BONFIRE BURNING!

Set list:
Day 911
But we Still Rock
Never Mind
Under Blue Skies
Don’t Touch the Light / Hot to Rock
Tony’s Roulette
Proud of my Country
Rock & Roll Cowboy (español)
Solo batería
Give it a Try
Sweet Obssesion
American Nights
Hard on Me
Ready 4 Reaction
You Make Me Feel
SDI
Bang Down the Door

Texto: María Escalera y Raúl del Amo
Fotos: Mariano Crespo – Force Magazine –