DIO EN COSTA RICA, 22 de julio 2006. Telonero: TRAUMA.
Costa Rica Tennis Club, Sabana Sur, San José.

No siempre tenemos la oportunidad de ver a una leyenda del rock como DIO. Por
nuestra tierra ha pasado Helloween (2), Kreator,
Dark Tranquility, Gamma Ray, Therion, Apocalyptica , algo más comercial
como Rasmus (2 veces) a un género hard rock-melódico como Stryper (2000), Bon
Jovi (1993), Survivor a unas leyendas como
Foreigner, Deep Purple (1998) y Journey
. En cuanto al rock español han venido Ángeles, Rata Blanca, Tierra
Santa y lo más comercial como Mago de Oz, algo de culto como Héroes del Silencio,
entre los que recuerde. El propio Paul Di’Anno
había estado el miércoles en cierto lugar del centro de San José. Pero
que alguien como DIO nos haya tomado en cuenta, ¡¡impensable!!! Y eso es lo
que mantuve en mi mente para estar cinco horas haciendo fila bajo el frío y
la amenaza de lluvia constante. Durante cuatro días anteriores la madre naturaleza
nos había maltratado como para pensar en una excepción. Pero el milagro se hizo.

Dos aspectos me llamaron poderosamente la atención: poca o casi nada de seguridad
a lo largo de la fila y dos, la enorme cantidad de adolescentes. Era muy pocas
personas que uno pudiera identificar mayores de cuarenta o rayando en los cincuenta.
Seguro entrarían más tarde, en la zona del V.I.P. pensé. Lo que sí fue bastante
interesante era escuchar a los adolescentes alrededor de este chavalo de 32
años, muchos quizás ni siquiera habían nacido cuando DIO sacó su mejor álbum
(en mi humilde opinión) “Dream Evil”, hablando de sus canciones tanto como solista
como de su época con Black Sabbath con tanta propiedad que realmente parecían
adultos trayendo esas memorias de la “época de la represión”, cuando había que
entrar a la casa escondiendo el LP de Maiden o Judas.

En fin, era casi las ocho de la noche cuando por fin, abrieron la puerta de
acceso. Muy bien la seguridad interna. Pasadas las ocho los muchachos de Trauma
(grupo Tico formado a inicios de los noventa) arrancaron la velada, a sabiendas
que tenían un reto muy duro de enfrentar: abrirle a DIO. Me parece que el sonido
no los ayudó mucho, en realidad éste era muy estruendoso para un lugar cerrado,
y a veces el volumen de la guitarrista principal (creo que lo era) bajaba abruptamente.
Debo admitir que no soy muy fanático de Trauma. Pude reconocer temas como “En
la Hoguera”, su último sencillo “Descarga de Poder”, “Trauma” y mi favorita
“El Cid” con la que cerraron los casi 45 minutos de su presentación. Se llevaron
las palmas de la audiencia.

Hubo que esperar unos diez minutos para las últimas pruebas de sonido. La muchachada
estaba ansiosa. Se escuchaban ciertos nombres de canciones que muchos esperaban
que DIO las interpretara. Pasadas las nueve, las luces se apagaron, empezaron
los gritos y los aplausos. El público empezó a gritar “DIO, DIO”. Se escucharon
las primeras notas de la guitarra y lo que parecía una intro sinfónica. El guitarrista
Craig Goldy salió al escenario, luego el tecladista Scott Warren. Era
“Children of the Sea”. Cuando se apreció la figura de Ronnie James DIO
sobre el escenario la gente enloqueció, muchos se abrazaban atónitos. Me pregunté
por qué habían iniciado con un tema un tanto lento. Cuando el público empezó
a acompañar a Ronnie en la canción me di cuenta que perfectamente poco importaba
con cuál tema se iniciara ese memorable concierto. Lo mismo hubiera dado que
DIO iniciara con el “Himno a la Alegría”. Los brincos de Rudy Sarzo, perdón,
el Señor Rudy Sarzo de un lado para otro y con su bajo por todo lo alto me hizo
recordar esa escena típica de los grupos de rock de los ochentas.

Un corto saludo “¡Hola Costa Rica!” introdujo el tema siguiente
“I Speed At the Night”.

DIO empezó a ondear un poster conmemorativo de su visita tomada de la audiencia,
luego la bandera del país. La gente gritaba a más no poder “Oeee, oee…DIO,
DIO” lo que parecía conmoverlo. “One Night
in the City” y “Stand Up and Shout” fue una mezcla perfecta para los
cambios de ritmos y saltos de la gente. Cuando se empezó a escuchar las primeras
notas de “Holy Diver” otra vez la
audiencia enloqueció. El coro cantando la lírica y la voz de DIO por los amplificadores
estaban casi al mismo nivel de volumen. Una vez que estaban en su bolsillo Ronnie
dio la sobredosis con “Gypsy”.

Vino el solo de batería con Simon Wright quien se ganó al público con una demostración
muy buena, quizás no impresionante, de sus habilidades, la cual culminó con
un corto final sinfónico. Tres momentos que conmovieron, uno en lo personal
pues como dije, “Dream Evil” en mi
concepto es su obra maestra; en realidad, fue el primer cassette que alguien
me grabó que conocí de esta leyenda allá a inicios de los noventa en mi adolescencia,
por lo cual siempre ha representado algo muy especial. Por ello cuando prosiguió
con “Sunset Superman” enloquecí. La
interacción con el público por parte de DIO le dio un toque muy especial. Ronnie
agradeció al público por su respuesta. No sé cuantas personas había dentro del
lugar. Creo que eso poco le importaba. Cuando nos recetó con
“Don´t Talk to Strangers”, fue otro momento sublime; ese cambio de la
balada a lo heavy fue fenomenal.

Cuando anunció “Rainbow In the Dark”
no diferenciaba el sudor de las lágrimas en ese momento. Ronnie bajó la tensión
cuando dejó a Craig iniciara su solo de guitarra. Para ser muy sincero, desconozco
lo que Goldy quiso hacer. Primero fue un riff heavy, un tanto indefinido, luego
pasó a unas notas más suaves, un tanto blusy. Hizo muy poco para ganarse a la
audiencia. Quizás el cansancio por venir ese mismo sábado al mediodía de Caracas,
Venezuela debe haber sido mortal para ellos, lo que quizás se evidenció en que
Goldy apenas hizo su trabajo sobre el escenario. Fueron tres minutos para darle
paso a Scott Warren, a quien tampoco logré captar su intención con los también
tres minutos que le dio al público. Quizás muy clásico para mi gusto. A Warren
lo logré captar en dos ocasiones a lo largo de la velada ponerse su mano izquierda
disimuladamente sobre la boca, intentando no bostezar. A petición de DIO el
público los recompensó con el aplauso, aunque sé que hubo muchos (me incluyo)
no muy convencidos.

Luego vino “I” igualmente acompañada
por el público en “los coros”. Dos momentos mágicos: nuevamente me conmoví cuando
Ronnie introdujo “All the Fools Sailed Way”
de su álbum maestro. El público levantaba las manos durante el coro.
Fue increíble el sentimiento de su voz durante todo el tema. El otro momento
mágico fue cuando dijo que la canción siguiente la había tocado en el pasado
con unos viejos amigos: “Man on the Silver
Mountain”. La versión fue un tanto lenta comparada a la incluida en
“The Best of”, aunque claro, no era Richie Blackmore quien estaba sobre el escenario,
con el debido respeto para Goldy.

“Long Live to Rock and Roll” fue otro
momento para hacer esa química con el público a través del coro tan marcado.
Después los cinco se unieron para colocarse al frente y saludar a la audiencia.
Parecía que ya se estaban despidiendo. “El “Oee, oee..DIO, DIO” fue tan sonoro
que ni siquiera se marcharon para que los llamaran, sino que de una vez retomaron
sus instrumentos. DIO introdujo el tema diciendo que venía de su álbum favorito.
Con sólo eso, el público reaccionó a más no poder pues sabían que se aproximaba
una descarga de 8 o 9 minutos: “Heaven and
Hell”. Antes de entrar con la lírica DIO hizo una pausa mientras los
demás continuaban con sus notas, para que el público hiciera ese famoso coro
de introducción. Los distintos tempos de la canción fueron completamente asimilados
por el público. En ese momento de la canción donde habla
“There’s big black sheep looking down at me” todo quedó oscuro, salvo
una luz roja intensa provenía desde abajo para iluminar la cara de DIO. Fue
impactante.

DIO y su grupo se fueron del escenario, pero era claro que no terminarían así
tan fácilmente, sin que la ovación a más no poder se hacía sentir. Ronnie regresó
para decirnos que el tema siguiente iba dedicada a todos los que diariamente
practicaban ese mensaje: “We Rock”,
y la audiencia se volvió loca brincando de un lugar para otro.

Nuevamente DIO abandona el escenario sin antes agradecer desde lo más hondo
de su existencia la respuesta y muestras de cariño. Luego de unos tres minutos
de gritos y ovaciones para él, volvió al escenario. Si nos estaba recentando
un “The Best of” o “Greatest Hits”
, entonces no podía despedirse sin la estocada final:
“The Last In Line”. Si el se había entregado “on stage”, la audiencia
también lo hizo. Luego de que se despidieron y desaparecieron del escenario,
la gente todavía se quedó expectante a ver si volverían a salir, nadie se movía.
La música de fondo indicó que de verdad ya se había acabado.

Cuando salía del recinto, se me había olvidado completamente las horas de espera
afuera. La gente salía de la misma manera que entró tranquilos, pero satisfechos.

Texto: Aramis Vidaurre
Fotos: Marianela Víquez Eddy Rojas – La nación –

SET LIST:

1. Children of the Sea
2. One Night In The City
3. Stand Out and Shout
4. Holy Diver
5. Gipsy
6. Drum Solo
7. Sunset Superman
8. Don’t Talk to Strangers
9. Rainbow In the Dark
10. Guitar/keyboard Solos
11. I
12. All the Fools Sailed Away
13. Man On The Silver Mountain
14. Long Live to Rock N’ Roll
15. Heaven and Hell

1º Encore:
16. We Rock

2º Encore:
17. The Last In Line