Un sábado noche de hard rock al lado del mar en Barcelona siempre es un buen plan. Nos acercamos esta vez a la Sala Monasterio del Port Olímpic para ver un más que interesante doble cartel: los escoceses Estrella y unos de los nombres con más prestigio (que no fama) de la escena hair metalera americana de finales de los 80: Enuff Z’Nuff.

Texto y Fotos: Edko Fuzz

 

La clara influencia de The Beatles y Cheap Trick en la música de los de Chicago siempre les dio un toque distintivo muy característico en su sonido, y además lo adornaban con una imagen multicolor que les hacía fácilmente identificables. Nunca llegaron a pasar al nivel superior de popularidad y ahora, con el bajista y fundador Chip Z’Nuff como único miembro original, se dedican a seguir tirando sacando discos y girando de vez en cuando con el ya veterano Johnny Monaco a la voz y guitarra, y esta vez acompañados por Michael Richards a la batería.

Abrieron la noche los escoceses Estrella, la banda liderada por los tres hermanos Gunn: Paul (voz), Luke (guitarra) y Nathan (bajo) más el batería Leo McPherson, que se acercaron a presentarnos su segundo disco "We Will Go On", recién aparecido en el mercado. Practicantes de un hard rock de corte clásico y festivo claramente influenciado por Aerosmith, Def Leppard y Van Halen, Estrella salen al escenario a matar y nos regalan un show de estadio en un pequeño club para poco más de 30 personas, combinando temas del nuevo disco con otros de su disco de debut como "Shout – I Wanna Hear You", "Whatever It Is" o "Do It ‘Til We Drop".

Los hermanos son un torbellino sobre el escenario. Paul tiene el desparpajo y la labia de un buen frontman y no puedo dejar de mencionar el asombroso parecido físico que posee con el malogrado Steve Clark de Def Leppard. Increíble. Luke y Nathan hacen poses con sus instrumentos, saltan, se suben a tarimas, y, en definitiva, se lo pasan teta sobre el escenario mientras el público hace lo propio ante tamaña muestra de entusiasmo y simpatía.

Los temas del nuevo disco como "Here I Am" o el propio "We Will Go On" no desentonan para nada en el repertorio y sirven de perfecto aperitivo para abrir la velada. Si Estrella siguen en esto con esta actitud y garra es muy probable que consigan dar un importante paso adelante. Tienen buenos temas y un directo por el que muchas bandas más grandes darían un brazo. Ojalá no tarden en volver y consigan un seguimiento un poco más masivo, bandas así lo merecen.

Sin mucho tiempo que perder, las estrellas de la noche, Enuff Z’Nuff tomaron el escenario ante unas 50 personas. Una lástima que no se acercara más gente a presenciar un show de esta banda tan especial, pero así son las cosas. La banda no se amedrentó y empezó con "Kiss the Clown" de su disco de debut, que fue el pistoletazo de salida a una primera parte del show demoledora. Temazos como "One Step Closer", "In Crowd", "The World is a Gutter", "Little Indian Angel" o "For Now" caldearon los ánimos de mala manera.

Chip va a su bola y apenas tiene gestos de complicidad con el público aparte de un par de intervenciones al micro y un poco de cachondeo con un seguidor de primera fila al que le puso el bajo por encima y bautizó, con mala leche "cariñosa", como "Baldy Z’Nuff". Eso sí, el tío aún hace unos coros maravillosos. Monaco es un buen guitarrista y hace las veces de Donnie Vie de manera más que digna, pero su extraña imagen y su actitud un tanto estrafalaria nunca me deja de desconcertar en una banda como Enuff Z’Nuff (¿hablando por teléfono con un plátano? WTF?). Richards, por su parte, cumple a la batería con creces.

El segmento central del show quizá no es tan brillante con temas de las etapas menos conocidas de la banda como "Day by Day" o ´"Holiday", pero los ánimos se calientan de nuevo con uno de los mejores temas de los de Chicago, "Baby Loves You", en otra concesión a su fantástico segundo disco, "Strength". El tema da paso a un solo afortunadamente no muy largo de Monaco, que nos mete de lleno en la recta final del show con una portentosa versión del "Jet" de Paul McCartney and The Wings (raro que vengan esta vez presentando un disco de versiones y la que toquen no esté incluida en él) para empalmar con sus dos himnos más populares: "Fly High Michelle" y "New Thing" que ponen el punto final al concierto.

Un show más que digno y bastante superior a otras veces que la banda se ha acercado a la ciudad. El setlist fue casi perfecto para los fans de la primera época de la banda (faltaron esas dos perlas favoritas de cada uno, por supuesto) y la banda sonó bien. Nadie llegó a pagar los 10 euros que Monaco pedía por una caja de Chips Ahoy! firmada por Chip en el mismo escenario, pero el momento solo ayudó a hacer más divertido un concierto en el que fue una lástima que fuéramos tan pocos. La nueva Sala Monasterio, rodeada de garitos salseros y restaurantes orientales es una auténtica rara avis en el Port Olímpic de Barcelona. Ojalá se convierta en un nuevo reducto rockero en una zona tan inverosímil. ¡Vayan a los conciertos!

Texto y Fotos: Edko Fuzz