No son pocas las efemérides que nos ha traído este atípico año que ya acaba. Tampoco han escaseado las oportunidades para hablar de Gotthard. Si lo hicimos con el último disco y con el reciente homenaje a Steve Lee, ¿cómo no íbamos a aprovechar el decimoquinto aniversario de Lipservice?

Sara J. Trigueros

Me resulta relativamente sencillo encontrar al menos un motivo por el que merezca la pena pararse a escribir sobre casi cualquier disco de los suizos. En esta ocasión, aniversario aparte, se trata de un álbum que demostró que se podían seguir escribiendo himnos de hard rock en pleno siglo XXI. No es poca cosa. Pero tampoco es la única. Con poco más de 50 minutos de duración, el séptimo trabajo de Gotthard se presentaba no ya como un variado ejercicio de estilo, sino como el más perfeccionado hasta la fecha.

La crítica musical siempre es un terreno donde la subjetividad campa a sus anchas, así que poco sentido tiene detenerse mucho tiempo a sopesar si superaron con este al colosal Homerun o si, quizá, fue superado un par de años después con Domino Effect. Dejo fuera de la ecuación a Human Zoo, pero no por falta de méritos propios, sino por convención. Las tríadas es lo que tienen, y siempre hay que dejar algo fuera.

El disco

Lipservice no fue el disco que hizo a Gotthard saltar a la fama (creo que ese puesto se le puede dejar al ya mencionado Homerun o, siendo un poco más generosos, a Open), pero, sin duda, se trata de uno de los más especiales al no sobrarle —ni faltarle— absolutamente nada. Para empezar, el himno al que me refería más arriba es, por unanimidad, «Lift U Up». Las múltiples versiones que han venido haciendo del tema hablan por sí solas. Y tampoco se quedan atrás «Stay for the Night» o «Anytime, Anywhere», muy diferentes entre sí, pero con todos los ingredientes necesarios para seguir siendo inolvidables quince años después. Siguiendo con las agrupaciones de tres en tres, con ellos tendríamos, en parte, el esbozo de las líneas temáticas: «Lift U Up» representaría esa capacidad que tiene el hard rock para levantar el ánimo; «Stay for the Night» la veta más macarra del grupo; y «Anytime, Anywhere» un lado más oscuro que, si bien es el que menos exploran, también ha traído excelentes frutos.

Y, si estos eran los temas individuales, el hilo conductor de todo el disco no podía ser otro que la construcción melódica. Desde la apertura con «All We Are» hasta cortes que han ido pasando algo más desapercibidos como «Said & Done» (pero escuchad el estribillo, por favor, a ver si podéis seguir quietos en la silla). Siempre aprovecho la ocasión para decir que el mayor mérito de Gotthard ha sido este: seguir haciendo buenas melodías un género sin pretensiones que, precisamente por no apuntar tan alto, consigue calar más hondo. Y me dejo de giros lingüísticos, porque aquí habíamos venido a otra cosa.

¿Pero por qué Lipservice puede escucharse como un punto de inflexión en la carrera de los suizos, si ya llevaban 20 años dando buena guerra? Quizá la clave haya que buscarla en el sello discográfico. Este es el primer disco con Nuclear Blast, que ya eran palabras mayores hace tres lustros, y el salto les sirve para darse a conocer un poquito más. No sé si para arriesgar más, pero ya no podían pasar desapercibidos en ningún país europeo donde hubiera eso que tanto nos encanta denominar «escena». Desde luego, esa escena se iba a divertir, iba a recuperar el tiempo perdido e iba a recordar aquellos elementos de bandas míticas que habían quedado ya relegadas a un sonido que no parecía que fuera a volver con fuerza propia otra vez.

El resto, como se suele decir, es historia: todavía quedaban otros dos álbumes excelentes con Steve Lee, y con el tiempo (y cuatro nuevos discos en la mochila) han demostrado que podían seguir facturando muy buena música. Pocas cosas hay más satisfactorias que echar la vista atrás y que la nostalgia sepa así de bien.

Sara J. Trigueros

Temas

All We Are
Dream On
Lift U Up
Everything I Want
Cupid’s Arrow
I Wonder
I’m Alive
I’ve Seen an Angel Cry
Stay for the Night
Anytime, Anywhere
Said & Done
The Other Side of Me
Nothing Left at All
And Then Goodbye
I Can’t Stop (bonus track)