La legendaria banda norteamericana Riot, nacida en 1975, vuelve a escena con la formación clásica de su trabajo “Thundersteel” tras 23 años. Llega con Tony Moore como vocal, Mark Reale y Mike Flyntz a las guitarras, Don Van Stavern al bajo y Bobby Jarzombek a la batería, una banda de auténtico lujo que está bastante infravalorada. El disco consta de doce canciones que se mueven entre el power y el heavy metal, las que analizamos ahora.

Arranca con un tema afilado y rápido como “Riot”, con los continuos agudos de Tony y una gran labor de Reale, al igual que en la próxima canción “Still Your Man”, que tiene un sonido muy de Maiden, aunque en realidad Riot, a pesar de ser neoyorquinos, musicalmente se acercan a la NWOBHM de los 80.

El próximo tema baja las revoluciones de las dos canciones anteriores para darle un toque más étnico o místico, “Crawling”, que cuenta con unas voces más templadas y una gran melodía en la guitarra, uno de los grandes temas del disco. Con “Wings Are For Angels” llega la tarea más dura para Tony, que alterna agudos y graves constantemente en el tema, y para Bobby, con una batería que le otorga al tema un ritmo vertiginoso. Uno de mis temas favoritos a pesar de ser de las canciones lentas del disco es “Fall Before Me”, con un puente y estribillo tremendos y una voz increíble de Tony a lo largo de toda la canción.

“Sins Of The Father” nos vuelve a acercar el lado más ochentero de la banda con una base rítmica muy consistente y unas guitarras majestuosas. “Majestica” con una preciosa melodía guitarrera nos sirve de intro para “Immortal Soul”, tema que pasa sin pena ni gloría, demasiado típico, a pesar de la cabalgada de la guitarra a lo largo del tema con un tempo bajo y la voz de Tony, otra vez magistral. “Insanity” es un temazo que comienza con Tony cantando a capella, con un consistente ritmo y riffeo, además de un estribillo hímnico y “Whiskey Man” es un tema que es bastante repetitivo, en un medio tiempo, en la que destacan las guitarras acústicas y un estribillo directo, que al principio no convence del todo pero que con las escuchas gana bastante.

“Believe” a pesar de mostrarnos los límites de Tony en los agudos, a los que llega un poco forzado, cuenta con una muy buena guitarra inicial y un gran Jarzombeck. “Echoes” cierra el disco con otra gran melodía de guitarra y un estribillo chillón de Moore contrastando con estrofas graves en las que volvemos a ver las carencias de Tony por tramos.

En conclusión, será uno de los mejores discos en cuanto a reuniones, con un Tony Moore muy centrado en el proyecto, a pesar de su operación hace unos días y una base rítmica que funciona como la seda, basada en Bobby, siguiendo con Van Stavern y acabando con Mark y Mike. Abundan los riffs abrasivos y los estribillos muy trabajados.

Una banda que se ha reencontrado y siguen manteniendo el feeling de hace 23 años intacto, con un disco que ha sido fruto del entendimiento entre todos los miembros de la banda, con algún defecto como que es un poco irregular, como a lo largo de su carrera. A pesar de ello, hay auténticos temazos pero sin embargo en ocasiones pecan de repetitivos en otros cortes. Un auténtico lujo de disco que vuelve a reunir a una banda muy compenetrada.

Óscar Gil Escobar.

Temas:
01 – Riot
02 – Still Your Man
03 – Crawling
04 – Wings Are For Angels
05 – Fall Before Me
06 – Sins Of The Father
07 – Majestica
08 – Immortal Soul
09 – Insanity
10 – Whiskey Man
11 – Believe
12 – Echoes