Al igual que la NWOBHM en los años 80 en el Reino Unido, del mismo modo que el death metal de corte melódico en Suecia y concretamente en Gotemburgo durante los años 90, a la manera del puro black metal nacido años ha en tierras noruegas, buen momento sería este para ir hablando ya de nueva tendencia en cuanto al desarrollo de un estilo muy determinado en torno a un país en concreto.

Y es que la veda del thrash metal clásico fusionado con el metalcore característico de muchas bandas americanas ha sido abierta en el país de las barras y las estrellas, y parece dispuesta a acompañar las composiciones musicales de muchas bandas durante mucho tiempo.

Sanctity es un nombre más, una nueva banda que nace en el seno americano y que aprovecha el tirón del que actualmente gozan formaciones como Trivium, The Haunted, Shadows Fall, Killswitch Engage o Avenged Sevenfold para editar en este 2007 y bajo el brazo protector de Roadrunner Records (no podía ser otro) “Road to Bloodsheed”, su primer disco de estudio, disco que ya cuenta con las buenas críticas y la aclamación de gran número de medios y fans.

Los de Asheville, que pese a su juventud y poca experiencia parecen tener las ideas bien claras y contar con muy buenos consejeros, practican como decimos una mezcla de estilos multimillonaria que cuenta con un buen número de matices…

A la manera de dos de sus más fuertes influencias como son Trivium y Avenged Sevenfold, Sanctity practican un metal poderoso, cargado de fuerza y energía rabiosa a raudales. Dicho carácter es transmitido por medio de un bloque estilístico básico como sería el thrash metal en una vertiente a caballo entre lo moderno y lo añejo, una buena mezcla que mantiene bases contundentes y riffs afilados que a su vez es retocada por arreglos y pasajes diversos perfectamente reconocibles como de metalcore. Utilizaremos esta denominación para que el lector pueda llegar a hacerse una idea más fidedigna del sonido en conjunto de Sanctity, pese a que sea un término que a los músicos no les guste mucho emplear.

Buenos solos, pasajes de coros melódicos, sing-along, arreglos diversos y variedad en general para un disco muy potente y enérgico echo al más puro estilo jóven americano. En la otra cara de la moneda hayamos que ciertamente Sanctity no vienen a enseñarnos un nuevo horizonte, sino más bien lo contrario. Sanctity siguen la estela de un estilo y un sonido que pese a que adquiere ciertos matices en ellos mismos, básicamente viene a fortalecerse de los éxitos de otras bandas, pecando de poco originales en este sentido.

No obstante encontramos buenos y frescos temas como “Zeppo”, del que se ha grabado incluso un videoclip, “Road to Bloodsheed”, tema que resume bien la dinámica del trabajo, “Billy Seals” con un arranque que torna instantáneamente de sinfónico a cañero, alternando pasajes rápidos con otros lentos y melódicos.

Temas cortos y muy directos en general para un muy buen disco muy bien producido de unos Sanctity que si saben crecer musicalmente y evolucionar su sonido como es debido serán capaces de hacerse un hueco entre los grandes nombres del metal actual en la escena americana sin lugar a dudas.

Por el momento Trivium ya les han escogido (junto a Annihilator) para abrir los shows europeos de su “The Crusade Tour”, dato significativo este que les facilitará mucho las cosas para la difusión de si ya de por sí bien promocionada música. Si tenéis oportunidad de ir, no os los perdáis, darán mucho que hablar.

Raúl del Amo

Temas: 01. Beneath the Machine, 02. Brotherhood of Destruction, 03. Road to Bloodsheed, 04. Laws of Reasons, 07. Billy Seals, 08. Zeppo, 09. Flatline, 10. The Rift Between, 11. Seconds, 12. Once Again.