El pasado 7 de Marzo se presentaban por segunda vez en cuatro meses el supergrupo formado por el guitarrista Javier Vargas, el mítico baterista Carmine Appice y el magnífico cantante Paul Shortino, junto al bajista Luis Mayo. Para esta segunda gira estatal, eligieron como grupo invitado a Jorge Salán, o lo que es lo mismo, nuestros dos guitarristas más internacionales unidos en una gira.
Texto: Alfonso Dávila
Fotos: Manu Cabaleiro

>A las 20:30 abrían el concierto los chicos de Jorge Salán, ante por desgracia un escaso público. El trío compuesto por Jorge (guitarra y voz), Carlos Expósito (batería) y Carlos Mainer (bajo), “Depredador”, tema perteneciente a su último disco “ Sexto Asalto”. Desde el primer momento pudimos ver la calidad musical de todos los miembros de la formación. Ya les gustaría a muchos grupos sonar como suenan estos tres músicos. Continuaron con otros dos temas más de su último plástico, los cuales fueron “Mar de cristal” y “Tocar tierra”. Durante toda la actuación, pudimos observar a un Jorge muy dicharachero, haciendo comentarios entre canción y canción, y demostrando que cada día está más cómodo en su papel de líder del grupo.

Siguieron con “Reflejos del ayer”, durante la cual los miembros del grupo fueron presentados por un Jorge muy gracioso, presentando a Carlos Mainar como “un músico que se quiere retirar” y a Carlos Expósito como alguien al que le gusta beber. Tras un breve solo de armónica por parte de Jorge, tocaron “La lluvia quedó atrás”, durante la cual, Jorge se subió a una caja que había en medio del escenario, para tocar el solo. Para terminar, eligieron la versión del tristemente desaparecido guitarrista irlandés, Gary Moore. Con “Over the Hills and Far Away” pusieron punto y final a su actuación. Buen sabor de boca el que dejaron con su descarga.

Tras el cambio de set, amenizado por música de Thin Lizzy y Gary Moore, saltaban al escenario los cabezas de cartel. Puntuales, a las 21:45, arrancaban con la versión de AC/DC “It´s a long way to the top”. Los primeros en salir fueron Javier y Mayo, seguidos por Carmine y finalmente Paul. Desde el primer momento dejaron patente la calidad de todos ellos. Siguieron con “Soul of love” de Paul Rodgers. Momento para dar la bienvenida al público y de presentar a los miembros del grupo por parte del guitarrista español. En “Black night”, Shortino entró un poco tarde, pero no importó ante la gran interpretación que hizo del tema.

Da gusto ver sobre las tablas a gente que saben moverse sobre ellas, sobre todo por parte del exQuiet Riot, que desde el primer instante no paró de bailar y de pasárselo bien. Durante las entrevistas previas a esta gira, anunciaron que incluirían canciones nuevas en el repertorio, y así fue. Vargas, presentó el nueva tema, llamado “Must bel ove” compuesto por Paul y que aparecerá en su próximo disco. La canción les quedó de lujo, aunque fuera la novena vez que la tocaban según comentó Javier. Recuerdo ahora para John Mayall con el tema “Black cat moan”, durante la cual Javier y Mayo se tocaron dos solos impresionantes. La siguiente en caer fue el clasicazo de Janis Joplin “Piece of my heart”, que sonó de auténtico lujo.

Llegaba el momento más emotivo de la noche, con la interpretación a capella por parte de Paul de “Heaven and hell” de su gran amigo Ronnie James Dio, al cual estuvo dedicada la interpretación. Impresionante la voz que aún conserva este hombre, que consiguió que todo el público cantara el riff del tema. Otro recuerdo a otro gran músico que nos dejo hace poco, el guitarrista irlandés Gary Moore. De su larga trayectoria, eligieron la canción de su etapa en solitario “Parissine Walkways”, que Vargas bordó en su interpretación. La siguiente canción en sonar fue una del seguramente el primer supergrupo de la historia del rock, los británicos Cream. De ellos sonó “Spoonful”, que comenzó con Javier tocando el riff para después unírsele el resto del grupo.

Llegaba el turno del solo de batería de uno de los grandes bateristas de la historia, Carmine Appice. Si generalmente los solos de batería en los conciertos suelen ser la parte de bajón del bolo, el de Carmine fue todo lo contrario. Muy entretenido, demostrando la calidad que tiene y por la que es uno de los grandes, tocando con una sola baqueta que se cambiaba de mano en cada golpe y hasta haciendo otro solo solamente con las baquetas. Después de lo visto, normal que haya tocado con gente como Ozzy, Rod Stewart, etc. Ya con todos los músicos sobre el escenario, siguieron con “Rocky m. way” y “Living alone”, con Shortino que no soltaba el botellín de cerveza.

Tras “Fever”, llegaba el momento de recordar Vanilla Fudge, grupo en el que militó Appice. De ellos tocaron otro gran clásico como “You Keep me hangin´on”. Del guitarrista inglés Jeff Beck tocaron “Lady”. Hay que recordar que Jeff Beck junto al bajista Tim Bogert y el batería Carmine Appice, ya he dicho antes que es un histórico, formaron en los 70 un supergrupo llamado Beck, Bogert & Appice y que fue el predecesor de Vargas, Appice y Shortino, aunque también estaba Bogert, que no ha podido girar por un accidente de moto.

Llegaba el momento Rod Stewart, con la canción “Do you think I´m sexy”, en la que Shortino demostró ser un gran fontman, bailando, lanzando guiños a las chicas y sin perder en ningún momento fuelle. Por cierto, de este tema han estado grabando esta semana un videoclip en Madrid. Se estaba acercando ya el final. Para la siguiente canción, invitó a participar a Jorge Salán, que tardó en aparecer, por lo que el grupo empezó a improvisar sobre el escenario, y con su calidad solamente podía salir algo bueno, como fue el caso. Hasta en un momento dado, Paul se arrancó a bailar samba. Un auténtico espectáculo lo de este hombre. Ahora ya sí, con Jorge junto a ellos, llegaba el momento para el último tema de la noche. Si antes habían tocado temas de grupos en los que había tocado el batería, ahora le llegaba el turno a uno en los que estuvo Shortino, Quiet Riot. “Meatl Health” hizo las delicias de todos los heavies que había entre el público, los que menos, mientras que el sector más clásico no conocían el tema. Sin duda disfrutamos como unos locos cantando su estribillo.

Por desgracia ya no hubo tiempo para más. Casi dos horas de puro espectáculo que se marcaron este supergrupo compuesto por grandes mitos de la historia del rock. Además gran detalle el que tienen siempre al terminar el concierto, ya que siempre salen a firmar autógrafos y a hablar con los asistentes. Esperamos con ansia su segundo disco, esta vez ya con temas propios y que vuelvan a girar por aquí. Si aún no los habéis visto, merecen mucho la pena.

Texto: Alfonso Dávila
Fotos: Manu Cabaleiro