En 1970, hace 43 años, salía a la luz el primer trabajo de los ingleses BLACK SABBATH con Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Ese mismo año apareció el hito de la historia del metal titulado “Paranoid” permaneciendo juntos hasta 1978, año en que se publicó aquel “Never say die” y tras el cual Ozzy Osbourne abandonó la banda cerrando así lo que podríamos denominar la etapa clásica de Black Sabbath.


Marcel.lí Dreamevil
Nota:6/10  

 

A pesar de la marcha de Osbourne, la banda siguió en activo y consiguió resucitar gracias a Ronnie James Dio, histórico vocalista con el que consiguieron grabar esos enormes “Heaven and Hell” (1980) y “Mob Rules” (1981), etapa que cerrarían con aquel directo “Live Evil” (1983) y tras el cual Dio también abandonaría la banda para iniciar su carrera en solitario.

A partir de ese momento Tony Iommi y los suyos iniciaron una clara época de declive, dando bandazos con discos que pasaron tan desapercibidos que ni siquiera figuran en la discografía oficial de la banda que publican en su web oficial (de hecho tampoco hacen constar los discos grabados con DIO).

No fue hasta 1992, y nuevamente con Dio en sus filas, que Black Sabbath volverían a intentar resurgir aunque la cosa no cuajó (pese a la excelente calidad de aquel “Dehumanizer”). Así, tras la marcha de Dio seguiríamos asistiendo a la publicación regular a la par que mediocre de discos de los ingleses hasta el intento de reunión con Osbourne que se materializó con el directo “Reunion” (1998). No obstante, esa puntual reunión tampoco cuajó.

En el año 2007, por tercera vez, Dio vuelve a la banda pero en esa ocasión se vieron obligados a cambiar el nombre de la banda por el de HEAVEN AND HELL. Como resultado, un buen disco en directo y la grabación de nuevo material con “The devil you know” (2009). Parecía que todo iba viento en popa para Iomi y compañía pero el súbito fallecimiento de Ronnie James Dio hace tres años hizo que la renovada carrera de Iomi se viera truncada.

Todo ello nos lleva al momento actual en el que se ve materializada la reunión de la versión original de Black Sabbath (a excepción de su batería Bill Ward), con este soporífero disco titulado “13” y cuyo principal reclamo es el retorno a la banda, después de más de 30 años, del señor Ozzy Osbourne.

Como dato curioso cabe señalar que la suma de la edad de Iommi, Butler y Osbourne es de 192 años y que lo más joven de la banda es su batería Tommy Clufetos (batería de Ozzy Osbourne). Por tanto, teniendo en cuenta esos datos, es decir, que los tres fundadores de Black Sabbath ya están rozando la edad de jubilación, ¿qué podemos esperar de este nuevo disco?

La respuesta es harto complicada porque dependiendo de la perspectiva que tomemos podemos opinar una cosa u otra. Así, si nos centramos en el aspecto estrictamente musical podemos destacar que éste es un disco de doom metal y que, como tal, es lento, aburrido, pesado, denso, oscuro y tétrico. Por tanto, los amantes del género podrán disfrutar cuando comprueben que los denominados “padres del heavy metal” siguen siendo capaces de mantenerse fieles al estilo que crearon.

También podemos centrarnos en el aspecto vocal de Ozzy Osbourne y en ese sentido cabe señalar que el trabajo del reputado productor Rick Rubin ha sido excelente porque lo cierto es que parece mentira que Ozzy suene como suena en este disco. Evidentemente no busquemos estridencias y guturalidades en Ozzy (nunca las ha hecho) pero lo cierto es que Rubin ha sabido plasmar a un Ozzy cuyo registro vocal parece muy rejuvenecido.

Siguiendo con la producción podemos decir que el sonido es notable aunque tal vez eche en falta algo más de contundencia y rudeza en las guitarras. Con Dio eso tal vez no se notaba porque la voz del pequeño elfo lo llenaba todo, pero Ozzy no es Ronnie y una mayor potencia en los instrumentos hubiese dotado de mayor fuerza al disco.

Por último señalar que si buscamos temas que puedan convertirse en clásicos de la banda propios de su época dorada eso resulta muy difícil y es que muy pocas son las bandas que con una trayectoria tan longeva sean capaces de componer auténticos éxitos. No es algo imposible pero si muy complicado y hoy en día Black Sabbath no está en posición de hacer más historia.

A título personal, en su conjunto, estos ocho larguísimos temas me resultan ciertamente tediosos y carentes de garra pero creo que esa apreciación responde más a mis gustos musicales que a la esencia de lo que Black Sabbath pretende transmitir en este disco que no es otra cosa que la demostración de que son capaces de continuar con su estilo original. En mi caso me quedo mil veces con las etapas de Black Sabbath con Ronnie James Dio, ya sea la de los ochenta, la de los noventa o la de Heaven and Hell e incluso podría decir que aprecio más los últimos trabajos de Ozzy en solitario que no éste denso “13”.

Curiosamente, es sí, sorprende que los mejores temas de este disco se hallen en el apartado de “bonus track” con “Methademic”, el tema más rápido y dinámico del disco o incluso “Pariah”, contundente a la par que pegadizo. Si por mí fuera, hubiese preferido que el disco hubiese entonado más hacia el estilo de estos temas añadidos que no a los difícilmente digeribles temas que componen este “13”.

Marcel·lí Dreamevil

Temas:
1. End Of The Beginning, 2. God Is Dead?, 3. Loner, 4. Zeitgeist, 5. Age Of Reason, 6. Live Forever, 7. Damaged Soul, 8. Dear Father. Bonus track: 9. Methadenic, 10. Peace of mind, 11. Pariah

https://www.blacksabbath.com/