Unos ausentes Draconian vuelven este 30 de Octubre con su séptimo trabajo de estudio titulado “Under A Godless Veil”, bajo el alero de Napalm Records. Desde 1994 que la voz de Anders Jacobsson ha quedado marcada para los fanáticos del género, que en compañía de Johan Ericsson han sabido sacar adelante álbum tras álbum y mantener el encanto intacto, a pesar del cambio de vocalistas femeninas. Ya desde el 2014 cuando incorporan a Heike Langhans a sus filas y posterior lanzamiento de Sovran, logran la estabilidad deseada y reafirmar su nombre dentro de los medios.

Sin más preámbulos pasamos a reseñar el disco a continuación.

Un apaciguarte inicio nos entregan con “Sorrow of Sophia”, donde la cantante Heike Langhans nos conduce entre finas melodías y melancólicos punteo de guitarra que van creando la atmósfera perfecta y desoladora deseada. El quiebre del sonido sucede en el minuto y medio, donde las guitarras y batería toman potencia, añadiendo de los característicos guturales de Anders Jacobsson. Es un tema con cambios de sonidos sorpresivos y atrayentes, construyendo una historia sólida, que te mantiene expectante en todo momento. En “The Sacrificial Flame”, volvemos a las tonalidades lentas entre pesados riffs, escoltados por la batería de Jerry Torstensson, golpeando fuerte y marcando el ritmo para todos los demás elementos, sumados a la acongojantes interpretaciones de los cantantes, dándonos momentos clásicos como las el relato hablado de Anders, logrando el proporción de conectar con la canción del todo y llevarnos a este viaje desesperanzador.

Seguimos a “Lustrous Heart”, donde Heike nos aporta la claridad aplicados en suaves pasajes con la misión de darle el pase a Anders con la artillería gutural, un balance que se vive en todo momento bajo el riff repetitivo, que nos persigue hasta el final del track. Las revoluciones bajan para presentar a “Sleepwalkers”, quienes nos montan la atmósfera requerida, posicionando unas desoladoras notas de la guitarra que edifican junto con la voz femenina y explotando levemente con el gutural distorsionado, para así coronar la apertura y darle paso al potente estribillo. Entre arpegios y una lejana batería nos muestran hermosos laberintos de este trabajo, que vale la pena escuchar más de alguna vez.

Al momento cae “Moon Over Sabaoth”, el tercer single disponible de este álbum. Como el mismo Johan Ericson (guitarra y compositor) comenta sobre el corte: “es una canción en perspectiva que se arrastra hacia su destino final”. Aquí renace el protagonismo de Jacobsson, regándonos una dura y apaciguante interpretación, que se acompañar en todo momento de la clásica postura instrumentan doomera de Draconian, un poco moderna, sin riffs tan pesados y maquetando en todo momento su cometido, recurriendo a Heike solo de apoyo y así otorgarle más contrate a la oscuridad perfecta que nos muestran en este track especifico, muy bien logrado.

Ligeras coloraciones nos encontramos en “Burial Fields”, todo en un espacio de entrega total, buscando esa paz melancólica en la voz de Langhans y el sonido de medio tiempo distante de la batería, que buscan transportarnos hacia a una experiencia única. Unos pocos susurros de Anders dan el cierre perfecto al tema, que seguramente queda como una de las piezas más lentas de toda la carrera de Draconian. Volviendo a las filas normales llega “The Sethian”, una impostora calma nos suele persuadir por bastante tiempo hasta llegado el momento de romper, igualmente es un tema que recoge lo viejo de este proyecto, pero mostrándonos una diversidad amplia de tecnicidad y claramente, conocimiento de sobra del género, sabiendo impresionar con poco y acertar garafalmente. En “Claw Marks On The Throne”, pareciera que fuera la continuación de su antecesora, esta vez, otorgándonos un solo de guitarra muy fuera de lo común de la línea que lleva el disco hasta ahora y –quizás- agradecido por muchos.

Ya entrando en la recta final llega “Night Visitor”, nos envuelve en tonos rockeros que recuerdan a Anathema en cuanto al control del sonido, sin escaparse hacia el metal, pero montándonos algo a la altura de la ocasión… sin perder el doom de base, pero quedándose solo en la oscuridad del ambiente natural aportado por la voz y los arreglos. Para finalizar toca la extensa “Ascend Into Darkness”, un classic de la banda, apostando por raíces y sangre. Mucho más en el rango de Turning Season Within.

Un buen trabajo nos llevamos por parte de Draconian es lo que nos llevamos entre manos este 2020. Un protagonismo indiscutido –y merecido- de Heike Langhans, buscando sacarle todo el provecho y ponerla en el centro del escenario junto a su compañero Anders Jacobsson. Estos cambios le dan un giro favorable a la propuesta, cavando cimientos claros de lo que es el Gothic Doom Metal y trayéndonos a los nostálgicos del género salidas a la altura de los grandes exponentes.

De alguna forma el sonido del proyecto ha ido buscando un sonido más etéreo, no tan enfocado al sonido pesado de sus antepasados discos, esta vez, dándonos momentos de rock progresivo o doom atmosférico netamente, aprovechándose de sus nuevos recursos que les facilita la voz de Heike y el poder de transmisión que tiene al momento de plantarse en el micrófono. Los cinco años de espera han valido la pena completamente, cada vez me sorprende más las bandas como Draconian, que se atreven a concebir música tan completa y otorgarnos algo fresco, que seguro que reproduciremos por bastante tiempo hasta volver a obtener nuevo material de la banda.

Karina Báez O.

Temas:

Sorrow of Sophia
The Sacrificial Flame
Lustrous Heart
Sleepwalkers
Moon Over Sabaoth
Burial Fields
The Sethian
Claw Marks On The Throne
Night Visitor
Ascend Into Darkness